15/06/23

Q&A: “En un mundo patriarcal cuesta darle oportunidades a las mujeres”

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Celeste Saulo, primera mujer elegida Secretaria General de la OMM en 150 años de vida de la institución. Crédito de la imagen: Cortesía de la Organización Meteorológica Mundial.

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[Buenos Aires] El gusto por la física y la matemática hicieron que Celeste Saulo se dedicara a estudiar el clima. El próximo 1 de enero de 2024 se convertirá en la primera mujer Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en los 150 años de historia de esta institución.

“Encontré en la meteorología una forma de hacer más tangible esas ciencias”, cuenta a SciDev.Net vía Zoom la científica argentina, que actualmente dirige el Sistema Meteorológico Nacional de su país y, a la vez, es la Primera Vicepresidenta de la OMM.

Se reconoce como una mujer ligada a un estilo de liderazgo atravesado por el diálogo. “En un mundo con una estructura patriarcal cuesta darle oportunidades a las mujeres con estilos de liderazgo más horizontales, más abiertos al diálogo. A veces esos estilos no se ven como liderazgo fuertes, la cultura lo lee de otra manera y por eso a las mujeres se nos hace complicado”, refiere.

“Por mi parte haré todo lo posible para que existan niveles de inclusión, de diversidad y para promover una cultura diferente donde realmente haya espacio para todos y todas”.

Celeste Saulo, Secretaria General electa de la Organización Meteorológica Mundial

Crédito de la imagen: Cortesía del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina

Además de sus funciones en organismos públicos, Saulo es profesora de la Universidad de Buenos Aires y ha integrado diversos grupos de expertos científicos en climatología. Su mirada sobre este tema ha ido cambiando a medida que el conocimiento sobre el clima se ha vuelto una herramienta para comprender el cambio climático.

Hoy está convencida de que los servicios meteorológicos e hidrológicos son una herramienta cuya razón de ser es proteger a la población de eventos extremos y no tan extremos que afectan la vida cotidiana y también las capacidades de productividad como la agropecuaria, el transporte o la energía. Precisamente, al desarrollo de aplicaciones agrícolas y programas de alerta temprana ha dedicado mucha atención en los últimos años.

La científica latinoamericana se propone conducir una de las organizaciones más importantes del mundo con el desafío de fomentar el trabajo colaborativo y otorgar a los países capacidades para hacer frente a las necesidades locales en materia climática.

“Sabemos que las diferencias son muy grandes entre los países  y que es necesario dotar de los recursos y fortalezas a todos los países”, señala.

Los temas del clima tienen relevancia no sólo en el ámbito científico, sino también en la vida de las poblaciones ¿en qué momento de su carrera toma dimensión de esto?

La dimensión del impacto [climático] cuando yo era estudiante no se pensaba, pero cuando se empieza a pensar en términos de impacto también se empieza a pensar en términos sociales y ahí comienza a ser muchísimo más complejo el problema porque depende de los sectores, de las vulnerabilidades, de una serie de dimensiones que desde las ciencias naturales no se abarcan y eso es lo que hoy en día me fascina. Entré fascinada por la ciencia más natural, por decirlo de alguna manera, y hoy me siento totalmente atrapada por sus componentes sociales.

 ¿Qué fortalezas de la OMM le interesa seguir fomentando en su gestión?

Esta organización tiene una serie de protocolos, estrategias, instrumentos, capacidades para compartir información en tiempo real y esto no es menor. En un mismo momento en todo el planeta se están haciendo observaciones que sabemos cómo hacerlas, cómo codificarlas y cómo compartirlas prácticamente de manera instantánea. Esto es una capacidad completamente inusual, quizás única de esta organización y una enorme fortaleza.

 En cuanto a los cambios a implementar, ¿cuáles son los pendientes actuales?

Es una organización que tiene que poner un poco más el acento para trabajar en la implementación a nivel de terreno. Es decir, de las grandes ideas globales, como la iniciativa de alerta temprana para todas las personas, la realidad es que la Organización tiene que poder bajar eso al terreno. En esa implementación es donde yo veo el mayor desafío y es donde la organización tiene que trabajar más a escala regional y local.

 Será la primera mujer en dirigir la OMM, ¿por qué cree que tuvieron que pasar 150 años para que la organización tenga una mujer como Secretaria General?

Cuando ves a la comunidad meteorológica a nivel global –que no necesariamente es lo que pasa en Argentina– la proporción de hombres es mucho mayor. Hemos visto en este último congreso [el XIX Congreso Meteorológico Mundial, celebrado en Suiza y donde Saulo fue electa por más de dos tercios de los votos de los delegados] muchas mesas de debate donde no había ni una sola mujer, todavía es un ámbito muy masculino y eso es lo que hay que revertir.

Celeste Saulo durante su elección como Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Crédito de la imagen: Cortesía de la Organización Meteorológica Mundial.

 ¿Cómo se podría revertir esa situación?

Creo que es fundamental hacerlo por la positiva: invitando a más mujeres a participar. Y que las mujeres se sientan cómodas en estos espacios es fundamental. Necesitamos más directoras mujeres de los servicios meteorológicos nacionales y ya muchos países lo están haciendo. O sea, esto está cambiando.

 ¿Cuál podría ser una estrategia para que cada vez haya más mujeres candidatas a puestos de liderazgo?

Creo que es fundamental trabajar en las generaciones jóvenes y medias para que tengamos en toda la pirámide mujeres capacitadas, con ganas de tomar desafíos. Por mi parte haré todo lo posible para que existan niveles de inclusión, de diversidad y para promover una cultura diferente donde realmente haya espacio para todos y todas.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net