02/07/19

Sesgos de género perjudican a autoras científicas latinoamericanas

2. Michelle Castellanos
Grupo de mujeres estudiantes de posgrado y sus profesoras en un curso de campo en Palo Verde (Costa Rica), en el Día de la Mujeres en la Ciencia (11 febrero). Crédito de la imagen: Michelle Castellanos, cortesía de Jennifer Stynoski.

De un vistazo

  • Investigación analizó proporción de autoras y responsabilidades que ocupan en equipos de trabajo
  • Se analizaron casi 7000 artículos publicados en revistas de ecología de Brasil, México y EE.UU.
  • Se encontró que autoría femenina aumentó menos de 5 por ciento en 14 años por sesgos de género

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A pesar de que las mujeres con grado académico tienen una representación destacada en disciplinas como las ciencias de la vida, esto no garantiza que mantendrán esa representación y visibilidad a medida que avancen en su carrera, y América Latina no escapa a esa realidad.

Esta es una de las conclusiones de una investigación publicada en PLOS ONE, que buscó determinar si el género del autor principal de un estudio o su afiliación institucional influyen en la proporción de mujeres autoras o coautoras en una publicación.

Para ello, los investigadores recopilaron información sobre los autores de 6849 artículos de 10 revistas científicas de Brasil, México y Estados Unidos que publicaron investigaciones dentro o fuera de Latinoamérica entre 2002 y 2016 relacionadas con temas de ecología general, mastozoología, ornitología y herpetología.

3. A Farji-Brener
Estudiantes mujeres de posgrado en Biología de la Universidad de Costa Rica, trabajando en el campo en la noche.
Crédito: Alejandro Farji-Brener, cortesía de Jennifer Stynoski.

Los investigadores hallaron un ligero incremento, no significativo (de 26,9 a 31,4 por ciento), en la participación femenina durante el periodo analizado.

Los datos recabados incluyeron la proporción de autoras, el género del primer y último autor y la proporción de autores con una afiliación institucional en América Latina. Luego emplearon un modelo estadístico para determinar si había relaciones entre sí.

“La ‘moneda’ de la ciencia son las publicaciones; para conseguir trabajos, becas, colaboraciones, una persona con muchas publicaciones tendrá más visibilidad en el mundo académico y científico. Por ello, ser incluido como parte de los autores de un estudio cobra relevancia”, explicó a SciDev.Net Jennifer Stynoski, investigadora del Instituto Clodomiro Picado y de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica, una de las autoras de la investigación.

Señaló que el estudio de la autoría femenina en publicaciones científicas es un parámetro para comprender tanto la proporción de autoras —y por lo tanto la diversidad de los equipos de trabajo— como las responsabilidades que ocupan en esos conjuntos.

La ‘moneda’ de la ciencia son las publicaciones; para conseguir trabajos, becas, colaboraciones, una persona con muchas publicaciones tendrá más visibilidad en el mundo académico y científico. Por ello, ser incluido como parte de los autores de un estudio cobra relevancia”.

Jennifer Stynoski – Instituto Clodomiro Picado, Universidad de Costa Rica.

Así, aparte de algunas variaciones regionales en las normas de la designación de autores en publicaciones en revistas científicas, el último autor normalmente connota al líder del laboratorio o del estudio, mientras que el primer autor es el investigador que lleva a cabo la mayoría de la redacción o experimentos. Los autores ‘en el medio’ tienen un nivel variado de contribución al estudio.

De acuerdo con la investigación, la autoría femenina en revistas de ecología depende en gran medida del género del último autor, ya que las mujeres representaron el 18 por ciento de los autores en los artículos cuyo último autor era varón, y el 63 por ciento en los artículos con una mujer como última autora. El efecto del género del último autor varió poco entre las revistas y los subcampos analizados.

La investigación también halló que el género del último autor predice el género del primer autor: entre los artículos liderados por mujeres, un 46,3 por ciento tenían a otra mujer como primera autora, pero esto sucedió solo en el 28,4 por ciento de los artículos liderados por varones.

“Notamos que hay similitud entre la representación femenina en artículos cuyo investigador principal tenía afiliación institucional en América Latina, con respecto a aquellos provenientes de fuera de esta región. Como muchos estudios se han enfocado en Norteamérica y Europa, esto quiere decir que la cultura académica en América Latina no es tan diferente, y tenemos las mismas preocupaciones y retos por delante”, sostuvo Stynoski.

4. JL Stynoski
Gloriana Chaverri y Nathalia Pérez, docente y estudiante de la Universidad de Costa Rica, respectivamente, trabajan en un proyecto de campo sobre el comportamiento de murciélagos.
Crédito: Jennifer Synnoski para SciDev.Net.

Retención y fuga femenina

“Las disparidades en la representación y el problema de la retención de las mujeres en  ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM, por sus siglas en inglés) puede tener múltiples explicaciones, tales como estereotipos que amenacen la confianza de las investigadoras o sesgos inconscientes que privilegien a los hombres por encima de las mujeres”, señala la publicación.

La científica colombiana Bibiana Rojas, quien actualmente es investigadora de la Academia de Finlandia en la Universidad de Jyväskylä en el campo de la ecología evolutiva y del comportamiento, concuerda con esta afirmación.

“Creo firmemente en el poder de los modelos. Muchas mujeres van a sentirse empoderadas y capaces solo con el hecho de ver que otras mujeres pueden llegar lejos en su carrera científica. Pero además, creo que tanto esas mujeres que lo lograron, como aquellos hombres convencidos de que hay que abrir más caminos a las mujeres en ciencia, pueden hacer un trabajo importantísimo como mentores de las nuevas generaciones de mujeres científicas”, comentó Rojas a SciDev.Net.

Simone Badal, bioquímica jamaiquina en la Universidad de las Indias Occidentales y ganadora del Premio 2014 de la Fundación Elsevier-OWSD, manifestó que lo mostrado en la investigación no es una situación aislada.

“En mi entorno se observa que los académicos tienden a ser promovidos más fácilmente que las académicas. Ciertamente hay más profesores varones en general, y la alta dirección universitaria está dominada por hombres. Creo que esto puede ser desalentador para las mujeres que, al ver este entorno, dudan de avanzar porque las probabilidades no están a su favor. Otras podrían intentarlo y renunciar a medio camino. Pero las que lo hagan y prosigan son las que van a reescribir la historia”, expresó a SciDev.Net.

En su opinión, es importante abordar los prejuicios con evidencia. Para ello se puede documentar y realizar encuestas en organizaciones que presenten sesgos de género, de modo que se puedan actualizar o crear políticas que reduzcan las ‘fugas de tubería’ –una metáfora que se utiliza para explicar la pérdida de mujeres a medida que avanzan en su carrera científica– en cuanto a la participación de mujeres en STEM.

“Al marginar a las mujeres de actividades científicas nos estamos perdiendo de aportes valiosísimos, ya que varias veces se ha demostrado que equipos diversos generan ciencia de mejor calidad”, agregó Bibiana Rojas a SciDev.Net.

>  Enlace al estudio Male principal investigators (almost) don’t publish with women in ecology and zoologypublicado en PLOS ONE (en inglés)

> Enlace al resumen del estudio Visibility matters: increasing knowledge of women's contributions to ecology, publicado en Frontiers in Ecology and the Environment (en inglés).

> Enlace al estudio Addressing the Gender Gap in Distinguished Speakers at Professional Ecology Conferences, publicado en BioScience (en inglés).