16/01/24

Guatemala: nuevo gobierno y esperanza de frenar corrupción universitaria

ciencia Guatemala
El nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, manifestó en su toma de cargo que no permitirá la corrupción en las instituciones guatemaltecas. Crédito de la imagen: Presidencia de Colombia, imagen en el dominio público.

De un vistazo

  • Nuevo gobierno de Guatemala promete poner a la educación en ciencia como prioridad
  • También da una esperanza para hacer frente a la crisis institucional de la única universidad pública del país
  • Para la región, puede ser un ejemplo para frenar la corrupción en las universidades

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

La asunción como presidente y vicepresidente de Guatemala (15 de enero) del sociólogo Bernardo Arévalo y la química bióloga Karin Herrera, respectivamente, genera optimismo en la comunidad académica del país, que espera que la educación científica sea una prioridad de gobierno y ayude a dar solución a la corrupción en espacios universitarios.

Como parte del plan de gobierno llamado “10 semillas para recuperar el futuro” —con el que colaboraron científicos locales—, Arévalo y Herrera buscarán “disminuir la brecha digital y fomentar la educación en ciencia y tecnología y la transformación productiva hacia estándares de sostenibilidad e inclusión”.

“Por primera vez vemos que estos equipos y liderazgos políticos prestaron atención a insumos, perspectivas e información científica para la elaboración de sus planes de gobierno”, dijo a SciDev.Net la guatemalteca Kleinsy Bonilla, actual vicepresidenta para América Latina y el Caribe de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo (OSWD).

“El nuevo gobierno invitó a cuadros altamente capacitados para integrarse a un esfuerzo nacional para sentar las bases para políticas públicas basadas en evidencia, rompiendo décadas de gobiernos improvisados, torpes y evidentemente incapaces”, añadió Bonilla.

“Sabemos que un cambio de gobierno no es una fórmula mágica. Pero es la primera vez en años, en décadas, que tenemos, tanto para la academia como para el país, la esperanza de un cambio”.

Renato Ponciano, profesor de la Facultad de Ingeniería de la USAC

Según datos del Banco Mundial, Guatemala invierte 0,03 por ciento de su Producto Interno Bruto en ciencia y tecnología y tiene 27 investigadores por cada millón de habitantes, cifras por debajo del promedio en América Latina y el Caribe.

Polémica universitaria

Para varios académicos, la llegada del nuevo presidente podría beneficiar a la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), la única institución de educación superior pública del país, que atraviesa una crisis de inestabilidad desde hace años, sobre todo desde que el actual rector, Walter Mazariegos, tomó cargo en 2022.

Durante más de un año, movimientos como SOS USAC denunciaron en redes sociales actos de corrupción y colusión entre las autoridades de la USAC y el gobierno saliente. Además, decenas de estudiantes se manifestaron en contra del rector por haber sido electo en un proceso que excluyó a los votantes de oposición.

En Guatemala, “la academia también se corrompe. Entonces se puede convertir en un lugar donde se negocia quién va a quedar en ciertos puestos de gobierno, comisiones, juzgados, cortes, por medio de intercambios de favores dentro de la Universidad”.

Ana Beatriz Cosenza, profesora de la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la USAC

En consecuencia, investigadores, profesores y estudiantes de la USAC fueron objeto de amenazas, hostigamiento, represalias, allanamientos y aprehensiones injustificadas por parte del Ministerio Público del país.

Incluso Arévalo y Herrera fueron acusados de haber incitado un paro en la USAC en contra de Mazariegos y enfrentaron diversos intentos judiciales que buscaban invalidar su victoria electoral.

Si bien SciDev.Net solicitó entrevista con el rector de la USAC, al cierre de edición no hubo respuesta.

“Lo que vemos en la USAC se repite en la política nacional. Estas órdenes de captura cumplían un doble propósito: por un lado, criminalizar a los estudiantes de la toma de la Universidad e instrumentalizar esta toma como una forma de llevar abajo las elecciones en Guatemala, y por otro impedir que Arévalo y Herrera tomaran el poder”, dijo Renato Ponciano, profesor de la Facultad de Ingeniería de la USAC.

Por eso, agregó, “hay demasiado miedo entre los profesores. Miedo a que cualquier cosa que uno diga o haga puede ser susceptible de que lo sancionen”.

Una de las represiones más graves ocurrió en noviembre de 2023 cuando la policía allanó las casas de 27 personas, la mayoría integrantes del movimiento disidente dentro de la USAC, y encarceló temporalmente a cinco de ellas. Según la orden de aprehensión a la que tuvo acceso SciDev.Net, se les acusa de usurpación agravada, depredación de bienes culturales, sedición y asociación ilícita.

En Guatemala, “la academia también se corrompe. Entonces se puede convertir en un lugar donde se negocia quién va a quedar en ciertos puestos de gobierno, comisiones, juzgados, cortes, por medio de intercambios de favores dentro de la Universidad”, dijo a SciDev.Net Ana Beatriz Cosenza, profesora de la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la USAC.

La esperanza

Para profesores e investigadores de la USAC, la formación académica de los nuevos mandatarios y que la actual vicepresidenta sea investigadora de la USAC es una buena señal para la ciencia del país.

“Esperamos que se trabaje por mejores condiciones y un mayor número de investigadores(as) tiempo completo, así como dignificar el trabajo de que actualmente producen en el país”, señaló a SciDev.Net Rodrigo Sacahuí Reyes, astrofísico y profesor titular de la USAC.

“Sabemos que un cambio de gobierno no es una fórmula mágica. Pero es la primera vez en años, en décadas, que tenemos, tanto para la academia como para el país, la esperanza de un cambio”, dijo Ponciano.

“Si a todas las dificultades que se tienen para hacer ciencia en Latinoamérica, y particularmente en Guatemala, le añadimos que nos tenemos que preocupar por si emitimos opiniones en un tuit o por asistir a una asamblea, o porque van a allanar tu casa y te van a encarcelar, se crean condiciones de trabajo hostiles e inaceptables”, comentó Cosenza.

Una de las expectativas es que los grupos que hoy controlan la Universidad sean sustituidos por liderazgos que les den prioridad a los criterios académicos. “Esperamos que las oportunidades de acceder a fondos dependan de la calidad de la investigación, y no de cómo te relacionas con quienes detentan el poder”, afirmó Cosenza.

“En la USAC no espero un cambio inmediato, pero sí esperaría a mediano y largo plazo si se logran ganar espacios en puestos de decisión”, añadió Sacahuí.

Cosenza considera que lo que está pasando en la USAC es relevante para toda la región porque le podría pasar a cualquier universidad pública latinoamericana. “Hay una apatía generalizada. A menudo pensamos que la ciencia está aislada de la política. Y esa actitud de decir ‘yo me ocupo de lo mío y ya’ es la que permitió que la administración universitaria se llene de gente con intereses ajenos a la academia en los puestos de dirección”.

“Hay que hacer un llamado a que las comunidades universitarias de toda la región abran los ojos y sean menos apáticas a la situación política de su país”, concluyó.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net