27/04/22

Sector salud puede propiciar cambios a favor del clima

salud clima
El sector salud es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático, por ejemplo escasez de agua acrecentará los problemas sanitarios de la población. Crédito de la imagen: Organización Panamericana de la Salud/Flickr, bajo licencia Creative Commons (CC BY-ND 2.0).

De un vistazo

  • Aunque muy vulnerable a impactos del cambio climático, sector salud contribuye a emisiones de GEI
  • Pero también puede generar cambios a favor del clima como promover gobernanza en salud climática
  • Latinoamérica y Caribe tienen iniciativas para reducir huella ecológica de hospitales y sistemas de salud

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Si hay una forma de sensibilizar y movilizar a más personas a favor de la acción climática es la salud. Este sector es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático, pero también un contribuyente no menor a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por eso no basta con visibilizar cómo nos afecta –y afectará– el cambio climático. Otra forma de movilización son los cambios a favor del clima que pueden generar los mismos sistemas de salud.

Un reporte del 2019 estimó que el sector genera cerca del 5 por ciento de las emisiones netas globales de gases de efecto invernadero. Esto es equivalente a las emisiones anuales de 514 centrales eléctricas de carbón.

Entonces tiene perfecto sentido que parte de las respuestas para reducir esas emisiones provengan del mismo sector salud. Así lo plantearon varios especialistas en un webinario en el que presentaron el artículo: “Código Rojo para la respuesta en salud en América Latina y el Caribe: mejorando la salud de las personas a través de la acción climática”, publicado en la revista Lancet Regional Health – Americas hace una semana.

Durante la sesión, los participantes insistieron en que quienes forman parte del sector salud –instituciones, profesionales, asociaciones y autoridades– pueden jugar un rol crucial para reducir su propia huella de carbono y promover una gobernanza que ponga en el centro de las políticas climáticas la salud de la población.

“Las personas que ejercen la profesión de la salud gozan de credibilidad y confianza en la mayoría de las sociedades y por lo tanto pueden ser campeonas para ayudar a diseñar políticas climáticas que mejoren los resultados de salud y el bienestar humano”, dijo la autora del artículo, Marisol Yglesias, quien es investigadora del Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud (CLIMA).

“En el sector salud, tenemos un actor clave, capaz de movilizar su enorme influencia ética, económica, política, para impulsar las transformaciones radicales que necesitamos”, aseguró Andrea Hurtado, gerenta del programa de cambio climático para América Latina en la organización internacional Salud sin Daño.

“Las personas que ejercen la profesión de la salud gozan de credibilidad y confianza en la mayoría de las sociedades y por lo tanto pueden ser campeonas para ayudar a diseñar políticas climáticas que mejoren los resultados de salud y el bienestar humano”.

Marisol Yglesias, Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud (CLIMA)

¿Qué puede hacer el sector salud? Dentro de la diversidad de acciones destaca una, que ocurrió hace unos meses en Glasgow, en la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas, cuando por primera vez en la historia de estas conferencias, representantes de 50 países firmaron el Programa de Salud de la COP26.

De las Américas, 10 países lo firmaron: Argentina, Bahamas, Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Panamá, Perú y República Dominicana. Y al hacerlo se comprometieron a desarrollar sistemas de salud resilientes al clima, sostenibles y bajos en emisiones.

Algunas de las acciones que tendrán que cumplir son: realizar evaluaciones de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático y a la salud nivel de la población; desarrollar un Plan Nacional de Adaptación en el ámbito de la salud; y fijar una fecha límite para alcanzar las emisiones netas del sistema sanitario (idealmente para 2050).

Daniel Buss, asesor de cambio climático y salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo que otra ruta de acción consiste en que el sector se involucre en temas que no están directamente relacionados con la salud, pero que pueden beneficiarla: áreas verdes, sistemas alimentarios, cambio de la matriz energética, transporte. Si hay modificaciones positivas en esos sistemas, “esos cambios pueden promover la salud”.

“No es solo mandar un mensaje de Código Rojo, sino un mensaje de esperanza, que estamos trabajando en conjunto (…) en la implementación de una agenda integrada de cambio climático y salud en Las Américas”, dijo Buss.

Lo cierto es que sí hay esperanza en América Latina y el Caribe. Un ejemplo es la Red Global de Hospitales Verdes, una iniciativa de Salud sin Daño que cuenta con 939 miembros en 15 países, y que impulsa iniciativas para reducir la huella ecológica de hospitales y sistemas de salud: desde implementar infraestructura climáticamente inteligente hasta hacer compras sostenibles.

“Varios hospitales y clínicas están haciendo evaluaciones de vulnerabilidad, adoptando estrategias de adaptación”, explicó Hurtado. Otros comienzan a estimar sus propias emisiones y al conocer las características de su huella de carbono “empiezan a adoptar planes, medidas y metas de mitigación”.

Está claro que estos esfuerzos no son suficientes, pero sí una muestra de que hay personas en los sistemas de salud comprometidas a cambiar las reglas del juego e iniciar acciones climáticas que comiencen por ellas mismas.

“En la región no solamente hay retos -dijo Hurtado- sino también hay soluciones dignas de replicarse en el resto del mundo”.