06/07/23

Q&A: “Experimentamos una revolución tecnológica que mejorará la salud”

Jarbas Barbosa
Desde febrero de 2023, el epidemiólogo brasileño Jarbas Barbosa sucede a la Dra. Carissa Etienne, de Dominica, como director de la OPS. Crédito de la imagen: OPS

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) —oficina para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, se plantea como desafío conducir a los países de la región hacia el proceso de recuperación de los sistemas de salud luego de la pandemia.

Brasileño, médico graduado en la Universidad Federal de Pernambuco en Recife, y especialista en salud pública y epidemiología en distintas universidades de Brasil, Barbosa asumió su mandato a comienzos de 2023.

Desde 2017 y hasta su designación como director de OPS, ocupó el cargo de subdirector de esa organización. Anteriormente, en su país fue secretario de Vigilancia Sanitaria, titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Suministros Estratégicos del Ministerio de Salud, y presidente de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA).

“La pandemia de algún modo nos obligó a acelerar el uso de plataformas digitales ya disponibles (…) Estamos experimentando una especie de revolución que mejorará la calidad de la atención, el acceso a la salud, la cercanía con la gente y con los pacientes”.

Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

¿Qué recursos utiliza OPS actualmente para mejorar la salud en los países de la región?

Apoyamos a los ministerios de Salud de los países en el desarrollo de evidencias que permitan demostrar a las áreas de finanzas de los gobiernos que si invierten ahora no sólo están mejorando la salud de su población, sino que también están reduciendo el impacto económico en el futuro de enfermedades como las no transmisibles.

Ya implementamos esta estrategia con éxito con el tabaco, por ejemplo, al apoyar discusiones sobre las regulaciones y normas de control, considerando el impacto económico del consumo de tabaco en los países de la región.

Entonces, no se trata de pedir más fondos para el sector salud —aunque sí los necesitamos— sino que es importante garantizar la implementación de iniciativas bien concretas que puedan mejorar la salud de la población.

En la conferencia “Revamping the Regional Health Approach: A Conversation with PAHO Director Jarbas Barbosa” (6 de junio), organizada por Centro para el Desarrollo Global, habló sobre el impacto del cambio climático en la salud. Dado que la contaminación del aire, la escasez de agua, la reducción de la biodiversidad están bajo la órbita de áreas gubernamentales diferentes a la de salud (ambiente, recursos hídricos), ¿es posible trabajar de manera coordinada para obtener mejores resultados en salud? ¿Cuál es la estrategia de OPS en esa dirección?

El cambio climático produce diferentes niveles de impacto negativo no sólo en la salud, sino que incluso puede poner en riesgo el desarrollo social de nuestros países. Un ejemplo de ellos es el incremento de la inseguridad alimentaria a causa del cambio climático que estamos viendo en países de la región.

Debemos priorizar los aspectos de salud, proporcionar indicadores y políticas que podrían aplicarse a reducir los efectos negativos del cambio climático.

En cuanto a la calidad del aire, por ejemplo, estamos teniendo miles de muertes relacionadas con la contaminación, con la calidad del aire en las ciudades más grandes de la región. En muchos países esos datos son totalmente desconocidos, por lo que los ministerios de Salud no están midiendo sus efectos ni están en condiciones de compartir los indicadores con los demás sectores para mostrar cuál es el impacto que está produciendo la contaminación en términos de hospitalizaciones.

El reto es entonces lograr una mejor coordinación en esta temática.

Los países de las Américas tienen diferentes modelos de gestión de los sistemas de salud. Hay países en los que la salud está en manos de privados y otros en el sector público. ¿Puede decirnos qué aspectos son clave en una buena gestión de salud?

Cada país tiene sus regulaciones y su elección política. Pero creo que hay algunos principios que debemos aplicar en todos los países para garantizar el acceso universal a la salud. Está muy claro que la salud es un derecho; como tal, los sistemas de salud deben garantizar que todos tengan acceso cuando los necesiten.

En segundo lugar, parece importante también entender la salud como un bien público, vinculado al sector económico —porque es claro que el sector de la salud también tiene un impacto económico—, pero la salud debe ser, desde mi punto de vista, uno de los compromisos más importantes que asuma cada país para garantizar, mediante la existencia de un Sistema Nacional de Salud, que la gente tenga acceso a la vacunación, a la prevención de las enfermedades, a la asistencia sanitaria. Pienso que se trata de adaptarlo a las realidades nacionales, pero con el objetivo final de garantizar el acceso universal a la salud.

¿Qué puede hacer OPS cuando esto no ocurre en un país de la región?

Puede incidir políticamente al más alto nivel para tratar de modificar la situación. Reunirse con el presidente, o el primer ministro, para reforzar la importancia de que el país garantice el acceso a la salud, y también puede proponer soluciones técnicas, las mejores que el país pueda implementar en su Sistema Nacional de Salud, para garantizar ese objetivo.

¿Cómo cree que la transformación digital puede impactar en la salud de la región en un futuro próximo?

Creo que es una prioridad muy importante. La pandemia de algún modo nos obligó a acelerar el uso de plataformas digitales ya disponibles.

También su uso ayuda a mejorar la calidad de los datos. Cuando un paciente va a una clínica o a un centro de salud hospitalario, si tenemos un registro digital, la información estará ahí. Esto mejorará la calidad de la atención al mismo tiempo que facilitará el acceso. La telemedicina puede garantizar el acceso a zonas remotas de la región y cuando el caso lo requiera, también puede facilitar la interconsulta entre el equipo de atención primaria y el especialista, el neurólogo o el cardiólogo, por ejemplo.

También estamos hablando de cómo las telecomunicaciones, el teléfono celular, pueden usarse para dar apoyo a los pacientes. Podemos saber si el paciente midió su presión arterial o si tomó el medicamento. Estamos experimentando una especie de revolución que mejorará la calidad de la atención, el acceso a la salud, la cercanía con la gente y con los pacientes.

¿Cómo le gustaría ser recordado al final de su mandato?

Como el director que condujo a la OPS en el proceso de recuperación de la pandemia de COVID-19.

Pero no pienso que debamos volver al lugar en que estábamos en 2019. Tenemos que ir más allá. Aún quedan muchas desigualdades en la región. Es necesario acelerar el proceso para fortalecer la atención primaria de la salud, para introducir nuevas tecnologías, de modo de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de manera equitativa.

Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net