25/11/13

Sacando la voz por el financiamiento de la ciencia chilena

Bacterias Pontificia Universidad Catolica de Chile Flickr
Crédito de la imagen: Foto: Pontificia Universidad Católica de Chile/ Flickr

De un vistazo

  • El gobierno de Chile anunció en septiembre una reducción del presupuesto 2014 para ciencia
  • La comunidad científica y organismos asociados a innovación y educación han protestado a través de cartas abiertas
  • Esta semana se sabrá si su propuesta de alzar el presupuesto ha sido escuchada por las autoridades

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La reducción del presupuesto 2014 para CyT en Chile frenaría el avance logrado en años recientes, dice Jorge Allende.
 
Chile se apresta a conocer este viernes 29 cuánto será el presupuesto estatal para el financiamiento de la Investigación Científica y Tecnológica para el año 2014.

La decisión tiene a la comunidad científica expectante. A principios de septiembre pasado nos informamos con sorpresa que el presupuesto propuesto por el gobierno para el año 2014 para el Fondo de Desarrollo de la Ciencia y Tecnología (FONDECYT) implicaba una drástica reducción con respecto a los nuevos proyectos que se podrían aprobar en 2014, los que llegarían a cerca de la mitad de los aprobados en 2013. 

Al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, Chile carece de una política de Estado que impulse el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación en el largo plazo. Sin embargo, con el FONDECYT nuestro país ha tenido un instrumento que ha jugado un papel muy importante en impulsar la investigación básica en ciencia y tecnología.

“La comunidad científica ha sido muy enérgica en sus protestas en contra de este presupuesto, que frena drásticamente el avance obtenido en los últimos tres años”.
 

Jorge Allende

Este fondo sorprendentemente se generó en 1982, durante el gobierno militar y fue colocado bajo la administración de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT). 

El FONDECYT, sin embargo, está por ley gobernado por Consejos Superiores de Ciencia y Tecnología integrados por reconocidos investigadores que después de tres años son reemplazados por personas seleccionadas por los mismos Consejos.  Esta característica de su gobierno protege a FONDECYT de la interferencia indebida de los gobiernos de turno.

Otra característica destacable es que FONDECYT distribuye los fondos que le asigna el Estado usando como principal criterio en la evaluación de los proyectos de investigación la calidad científica de las propuestas y la idoneidad de los autores de los proyectos. 

Los evaluadores de los proyectos son pares científicos con experiencia en la temática de los proyectos presentados y que trabajan en Chile o en el extranjero.  Generalmente los proyectos son evaluados por tres diferentes expertos.

Después de sus primeros cinco años, en que FONDECYT contó con muy pocos fondos, los recursos se fueron incrementando y éste pasó a ser el principal instrumento para la investigación científica y tecnológica en el país.

Paulatinamente también se fue diversificando de su línea original que apoyaba las propuestas de un solo investigador con su grupo de colaboradores hasta financiar proyectos más grandes que reunían cinco o más laboratorios que trabajaban en un tema de especial relevancia (FONDAP).  Más recientemente se crearon líneas de financiamiento para jóvenes investigadores (proyectos de iniciación) y para becarios  de postdoctorado.

La importancia que ha tenido FONDECYT en el desarrollo de la investigación básica en la ciencia y tecnología de Chile no se puede exagerar. 

Para los que hemos vivido y trabajado en este campo durante los últimos 40 años en Chile es muy claro que FONDECYT constituye la principal razón que explica el hecho que Chile sea el país que más trabajos científicos de corriente principal publica por habitante entre los 10 países más activos en investigación en América Latina, según el ranking Scimago. 

Chile también tiene el mayor número de citas bibliográficas por publicación entre los países latinoamericanos que han publicado más de 10.000 trabajos en el período 1996-2012.

Antecedentes en 2007

La comunidad científica chilena tiene poco contacto con los políticos de nuestro país, pero está muy consciente de la importancia que tiene FONDECYT para el desarrollo científico-tecnológico chileno y, por lo tanto, es muy sensible a los avatares del presupuesto de este instrumento que es definido por el gobierno. 

Por esa razón el año 2007 frente a una propuesta de presupuesto para el 2008 que seriamente reducía el apoyo  a los proyectos de FONDECYT y a las becas de postgrado por primera vez en la historia se vio a los científicos salir a la calle a hacer una protesta pública. Esta sorpresiva manifestación impactó en la opinión pública y en la discusión en el Congreso, con el resultado que se logró revertir los recortes del presupuesto para ciencia.

A partir del 2010, el actual gobierno había incrementado el presupuesto de FONDECYT y el número de proyectos que este mecanismo financiaba.  El total de proyectos aprobados subió de 662 en 2010 a 1.177 este año.

Parte importante de este incremento se concentró en los proyectos destinados a los jóvenes investigadores, impulsando los proyectos de iniciación de 168 el 2010 a 308 el 2013 y en caso en los proyectos para postdoctorados el incremento fue de 82 a 238 en el trienio.

Dicho incremento era congruente con el hecho que el país estaba haciendo un gran esfuerzo en becar a más jóvenes para doctorarse tanto en el país como en el extranjero, con el objetivo de incrementar el número y calidad de sus recursos capacitados para generar y adaptar nuevos conocimientos que pudieran incrementar el desarrollo cultural y socioeconómico de Chile.
 
Drástico freno al avance

En este contexto, la reducción del presupuesto de FONDECYT anunciada para el 2014 preocupa a la comunidad científica.

Se ha calculado que con el presupuesto asignado por el gobierno para el próximo año ─$101.673 millones o aproximadamente US$203 millones─ se volvería a la situación del año 2010, pudiendo aprobar sólo alrededor de 600 proyectos, aproximadamente la mitad de lo que se aprobó el 2013.

Nuevamente la comunidad científica ha sido muy enérgica en sus protestas en contra de este presupuesto, que frena drásticamente el avance obtenido en los últimos tres años y que desincentiva  a nuestros jóvenes investigadores a permanecer o regresar al país para desarrollar aquí su  carrera de investigación.

El pasado 11 de octubre, en una carta en el diario El Mercurio firmada por 14 investigadores que han recibido el Premio Nacional de Ciencias, pedimos que el presupuesto de FONDECYT se suplemente con $15.000 millones (US$29 millones) en el 2014, lo que permitiría mantener el  mismo número de proyectos nuevos que los aprobados el 2013.

Esta preocupación ha sido apoyada por otras declaraciones de científicos y de autoridades universitarias, que incluyen al Comité Ejecutivo del Consejo de Rectores de las Universidades  Chilenas y al Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad

Contactos con los parlamentarios que deben aprobar la ley de presupuesto en los próximos días nos dan la esperanza que el trágico error que sería el interrumpir el avance de la actividad de investigación científica y tecnológica de nuestro país se va a poder evitar.
 
Jorge Allende es bioquímico y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. En 1992 recibió el Premio Nacional de Ciencias Naturales por su trayectoria como investigador, su contribución al desarrollo de la biología molecular tanto en Chile como en América Latina y su tarea en la formación de científicos de pre y postgrado.