30/01/17

En agroforestería saber tradicional ayuda a la ciencia

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Producción de cítricos con mara Swietennia macrophylla, en el Alto Beni, Bolivia. Crédito de la imagen: Johanna Jacobi para SciDev.Net

De un vistazo

  • Integración de conocimientos tradicionales y científicos aún es vista con desconfianza
  • Crear diálogo de saberes generará nuevos conocimientos de forma participativa e inclusiva
  • Lenguaje es otra barrera que impide comunicación entre científicos y agricultores

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Se requiere crear un diálogo entre los saberes tradicionales de los pueblos originarios y la ciencia para hacer frente a desafíos como cambios climáticos, pobreza y degradación ambiental. Sin embargo, la integración de ambos conocimientos es vista aún con desconfianza por científicos y tomadores de decisión.

Esa es la conclusión de una investigación que entrevistó agricultores, gestores públicos y líderes comunitarios de proyectos de agroforestería de cacao, café, coca y sistemas silvopastoriles en Bolivia, para evaluar cómo contribuye el saber local a la subsistencia y diversidad de árboles y cultivos.

No [se puede] dejar el saber local como un conocimiento de carácter arqueológico u obsoleto”.

Anne Piepenstock, exconsultora en desarrollo rural sostenible

“Bolivia es muy diverso en ecosistemas, y cada lugar tiene su forma tradicional de saber. Los conocimientos incluyen plantas adaptadas al lugar relacionadas a la protección de la fauna y la biodiversidad. Los conocimientos están allí, pero muchas veces escondidos, marginalizados y desapareciendo”, dice a SciDev.Net Johanna Jacobi de la Universidad de Berna (Suiza), quien lideró el estudio, publicado en la revista Environmental Management.

La experta subraya que crear un diálogo de saberes con pequeños agricultores generará nuevos conocimientos de forma participativa e inclusiva.

Por ejemplo, “los conocimientos sobre cómo mantener un suelo rico en materia orgánica, alta diversidad y densidad de biomasa ayudan a la resiliencia y amortiguan los cambios de clima. Los sistemas tradicionales de subsistencia son diversos en su producción, lo que genera una capacidad de amortiguación contra fluctuaciones de precios e inseguridad alimentaria”, sostiene.

Jacobi destaca que el pensamiento productivista para el mercado, presente en muchos proyectos, no da importancia a la seguridad alimentaria local, biodiversidad ni servicios del ecosistema.

“No logramos llegar a una economía que valore la diversidad y los servicios a la sociedad que los productores agroforestales brindan”, remarca.

Anne Piepenstock, consultora en desarrollo rural sostenible y exasesora de la cooperación alemana y del Instituto Nacional de Innovacion Agropecuaria y Forestal de Bolivia, aboga para que científicos y extensionistas entren en un intercambio de saberes con agricultores en una alianza entre la ciencia y el respecto por el saber local “como fuente válida de conocimientos con capacidad de solucionar problemas actuales”.

“Lo holístico es una visión diametralmente opuesta a la linealidad del pensamiento científico occidental. No [se puede] dejar el saber local como un conocimiento de carácter arqueológico u obsoleto”, señala a SciDev.Net.

No se han desarrollado aún metodologías adecuadas para generar verdaderos diálogos, destaca.

Piepenstock también remarca la barrera del lenguaje, que impide la comunicación entre científicos y agricultores. “Se debe hacer un esfuerzo y adoptar una actitud reflexiva y autocrítica para generar un diálogo igualitario, sin discriminación”, precisa.

> Enlace al resumen del artículo en Environmental Management