27/10/21

Conocer evolución genética puede mejorar decisiones de salud

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Población indígena del Estado de Oaxaca, en el sur de México. Crédito de la imagen: Daniela López.

De un vistazo

  • Estudio sugiere comprender la evolución genética para la toma de decisiones en temas de salud
  • Mediante bioinformática se rastrearon tres historias evolutivas diferentes en grupos nativos mexicanos
  • Se detectaron adaptaciones genéticas que confieren resistencia a ciertas enfermedades endémicas

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Las poblaciones indígenas del centro, sur y norte de México han conservado componentes genéticos que les permiten, entre otras cosas, ser más resistentes a enfermedades endémicas, afirma un estudio.

La investigación publicada en la revista Molecular Biology and Evolution analizó la evolución genética de una base de datos de 271 individuos pertenecientes a 15 grupos nativos de México. Para ello se usaron herramientas de bioinformática, es decir, tecnologías computacionales para analizar los datos biológicos.

“El objetivo de este estudio era describir la historia evolutiva de estas poblaciones para ver si ellos tienen adaptaciones genéticas que hoy en día los hagan resistentes o susceptibles al desarrollo de enfermedades”, señala a SciDev.Net vía Zoom Claudia Ojeda-Granados investigadora de la Universidad de Bologna en Italia y una de las autoras de la investigación.

Uno los hallazgos principales fue encontrar dentro de los 15 grupos nativos tres historias evolutivas diferentes, donde el factor regional fue clave para el desarrollo genético de estas poblaciones.

“Los grupos del norte, como son las poblaciones Seri y Taraumaras, llevaron historias evolutivas independientes de los grupos del centro de México, donde la principal población o descendientes de los grupos prehispánicos son los Nahuas, y los grupos del sur donde los principales descendientes son los Mayas”, explicó.

“El objetivo de este estudio era describir la historia evolutiva de estas poblaciones para ver si ellos tienen adaptaciones genéticas que hoy en día los hagan resistentes o susceptibles al desarrollo de enfermedades”.

Claudia Ojeda-Granados, Universidad de Bologna, Italia

En la investigación, el equipo señala que la información sobre los riesgos a la salud vinculados con cambios ambientales, dietéticos y culturales, y los efectos de las transiciones ecológicas y occidentalización de los estilos de vida, se han investigado hasta ahora con mayor énfasis en individuos mestizos.

Sin embargo, sugieren que es posible que los grupos indígenas hayan conservado las mayores proporciones de componentes genéticos vinculados a factores ambientales e históricos.

Así, Ojeda-Granados dice que en el sur, donde la enfermedad de Chagas es común porque es endógena de esa región, las adaptaciones genéticas de la población nativa mostraron una mejor respuesta inmunitaria e inflamatoria contra estos patógenos que en los grupos del norte y del centro.

“Se ha observado que a diferencia de otras poblaciones de Sudamérica, ellos no suelen presentar comorbilidades graves de la enfermedad de Chagas o incluso desarrollan una leishmaniasis [enfermedad infecciosa] asintomática”, comentó.

La investigación también mostró que las poblaciones nativas que habitan el centro del país y que son descendientes de los Nahuas presentan adaptaciones en los genes que regulan la dependencia a sustancias adictivas, como por ejemplo el alcohol.

“Las poblaciones del centro por cuestiones religiosas tuvieron un consumo de plantas psicoactivas o de alcohol que formaba parte de su día a día, entonces por estos mecanismos que regulan las adicciones hoy en día estas poblaciones serían las más susceptibles a desarrollar adicciones”, señaló.

La investigadora enfatiza que además del alcohol es preciso prestar atención al consumo de grasas y azúcares, también considerados alimentos adictivos, ya que en esta región del país se presenta la mayor prevalencia de obesidad y diabetes.

Para Víctor Acuña Alonzo, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que no participó del estudio, este trabajo permite conocer la biología de un gen y marca un antecedente importante para futuras investigaciones.

“La ventaja es que ahora podemos hacer una búsqueda dirigida. Tomar esta lista de genes en lugar de buscar los 20.000 genes del genoma humano”, dijo a SciDev.Net vía Zoom.

Sin embargo, Acuña considera que este trabajo es un estudio de ciencia básica cuyos resultados no generan información para toma de decisiones.

“A través del proceso evolutivo analizado y del cruce con otras bases de datos se hacen inferencias, pero todavía no sabemos realmente si esas variantes genéticas en esta población en concreto tienen los efectos que se están hipotetizando. Entonces sí son informativos, son interesantes, pero no estamos cerca de informar políticas públicas de salud en ese sentido”, enfatizó.

Por su parte la publicación sugiere que estos resultados podrían sentar las bases para futuras estrategias preventivas regionalizadas y personalizadas, que puedan hacer frente a problemas de salud vinculados con transiciones ecológicas y culturales de las poblaciones mexicanas.

“Nos referimos al hecho de que se consideren todos los factores genéticos y ambientales de cada región, porque en el mismo país no es igual la disponibilidad de alimentos o la cultura en el sur que en el norte, entonces para la toma de decisiones se debe considerar estas diferencias”, concluye la autora.

> Enlace al resumen en Molecular Biology and Evolution