07/08/17

Proyecto latinoamericano de bioinformática genera críticas

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Crédito de la imagen: EBI

De un vistazo

  • Capacitación e intercambio de conocimientos son temas centrales de la iniciativa
  • Pero una asociación regional dice que subestima la capacidad local existente
  • También preocupa el objetivo de fomentar intercambio de datos biológicos

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[RIO DE JANEIRO] Un programa lanzado recientemente con el objetivo de involucrar a más investigadores latinoamericanos en los esfuerzos internacionales de bioinformática es cuestionado por suponer que la región carece de capacidades en este campo.

Los detractores también están preocupados por la potencial extracción de datos biológicos de la región.

El Instituto Europeo de Bioinformática (EMBL-EBI) lanzó la iniciativa CABANA el mes pasado (21 de julio) con el fin de estimular a los investigadores a usar más herramientas bioinformáticas y contribuir con más información a las bases de datos globales de bioinformática.

“Es bueno que haya nuevos programas y proyectos financiados desde Europa en el ámbito de la Bioinformática, pero no estamos para nada de acuerdo en que desde el EMBL-EBI se diga que este proyecto va a significar poner a América Latina en el mapa bioinformático”.

Javier De Las Rivas, presidente de SoIBio

El programa, financiado por el Consejo de Investigación del Reino Unido, es el primero de la organización que tiene un alcance internacional y ofrece capacitación a la medida, según un anuncio del EMBL-EBI.

Diseñado originalmente para funcionar por poco más de cuatro años, las actividades del programa incluirán intercambios de personal, talleres de capacitación a capacitadores, cursos cortos y recursos de aprendizaje vía internet. La capacitación abordará tres ‘grandes desafíos’ que han sido identificados como significativos para América Latina: enfermedades transmisibles, producción sostenible de alimentos y protección de la biodiversidad.

El EMBL-EBI, que pertenece a una organización internacional de investigación financiada por 25 gobiernos nacionales, justificó el programa diciendo que la investigación bioinformática en América Latina está subrepresentada en los archivos públicos. En parte esta carencia sería consecuencia de la falta de experiencia en análisis e interpretación de datos, señala.

Según el anuncio de CABANA —subtitulado “América Latina en el mapa bioinformático”— uno de sus objetivos más importantes  es fortalecer las redes de investigación existentes en la región sobre este tema.

Pero la poderosa Sociedad Iberoamericana de Bioinformática (SolBio), que agrupa a 400 miembros y es el principal ente científico y profesional en este campo, no estaba enterada de la iniciativa. La sociedad tiene como objetivo promover la investigación y el desarrollo en bioinformática y biología computacional en América Latina, Portugal y España.

“Estamos de acuerdo en que es bueno que haya nuevos programas y proyectos financiados desde Europa en el ámbito de la Bioinformática, pero no estamos para nada de acuerdo en que desde el EMBL-EBI se diga que este proyecto va a significar poner a América Latina en el mapa bioinformático como parece que pretenden decir en el anuncio del proyecto”, comenta a SciDev.Net Javier De Las Rivas, presidente de SolBio y profesor de la Universidad de Salamanca, España.

De Las Rivas agrega que según el anuncio, solo ocho centros de investigación participarán en el nuevo programa. “Esto es demasiado pequeño y bastante reducido en impacto, considerando que hay cientos de centros trabajando en bioinformática en la región”. 

Un artículo publicado por De Las Rivas y colegas en Briefings in Bioinformatics este año (28 de junio) muestra que entre 1991 y 2016 se publicaron 2.119 artículos sobre bioinformática y biología computacional escritos por investigadores de 19 países de la región.

Cuando SciDev.Net planteó las preocupaciones de De Las Rivas a Cath Brooksbank, quien maneja el programa en nombre de EMBL-EBI, dijo: “Este [proyecto] es sobre inclusividad… queremos trabajar con SolBio”.

Añadió que la idea original provino de un investigador latinoamericano.

“Todo el proyecto fue iniciado por un bioinformático colombiano que me llamó y me pidió que fuéramos socios en el proyecto, así que ha sido muy impulsado por los bioinformáticos de América Latina”, puntualizó.

Guilherme Oliveira, investigador del Instituto de Tecnología Vale, una de las instituciones participantes, dice que una de las medidas del éxito de CABANA será su apoyo a una red de investigación colaborativa.

“Está bien demostrado que la existencia de colaboraciones internacionales Norte-Sur o Sur-Sur es un factor para el aumento de la calidad e impacto del trabajo producido por todos los miembros”, comentó a SciDev.Net.

“Esperamos que el enfoque de los temas, que son de gran interés para los países latinoamericanos, genere resultados que beneficien a la sociedad, y produzca conocimiento científico de alta calidad. La estructuración y el fortalecimiento de los grupos bioinformáticos debe dar como resultado la nucleación de nuevos grupos que contribuyan aún más a la red de investigación”, precisa.

Otra área controversial es el objetivo adicional de CABANA de alentar a los investigadores latinoamericanos a compartir los datos genéticos que recogen.

“La capacitación en bioinformática es muy importante y muy bienvenida. Además, las alianzas internacionales son clave, especialmente en momentos de crisis”, dice a SciDev.Net Sidarta Ribeiro, secretaria de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia y directora del Instituto del Cerebro de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte.

“Pero la biodiversidad no es una mercancía”, afirma. “La capacitación debe ser sobre hacer ciencia verdadera, no extracción de datos”.

Sin embargo, Brooksbank dice que la idea de recolectar datos viene de los investigadores de la región ya que en las bases de datos que manejan están subrepresentados en salud humana y otras áreas.

“Actualmente hay una sobrerrepresentación de caucásicos en los datos públicos, y existe el deseo de abordar esta carencia para que la gente pueda sacar el máximo provecho de los datos genómicos”, sostiene. “Pero ese deseo provenía realmente de los investigadores latinoamericanos; no era nuestra intención remover y agarrar los datos”, concluye.

> Comunicado sobre Bioinformática en América Latina (en inglés)