Por: Itzel Gómez and Javier Crúz
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[CIUDAD DE MÉXICO] Al no haber aprobado la Ley de Transición Energética (LTE) durante el periodo ordinario que concluyó hace casi tres meses, el Senado mexicano obstruyó la posibilidad de alcanzar metas oficiales en energías renovables, advierten expertos.
México tiene una Ley y una Estrategia Nacional de Cambio Climático con metas como generar el 35 por ciento de electricidad con fuentes “limpias” en la próxima década.
Gabriela Niño, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, organización no gubernamental, puntualiza a SciDev.Net que la ausencia de la LTE retrasa a México y lo vuelve menos competitivo, porque “no se podrán atraer grandes inversiones privadas y transferencias de tecnología al país, generar empleos verdes, democratizar la energía ni generar beneficios ambientales y a la salud”.
“La ausencia de la Ley de Transición Energética retrasa a México y lo vuelve menos competitivo”.
Gabriela Niño, Centro Mexicano de Derecho Ambiental
Sin la LTE, sigue en vigencia la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE), de 2008.
Ésta incluye un Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, para apoyar la investigación científica y tecnológica en materia de energía renovable, pero aunque le asignaba aproximadamente US$200 millones para 2009, en 2014 promediaban poco más de US$75 millones anuales, y apenas 15% de ésos en energías renovables, según el portal de la Secretaría de Energía.
La LTE habría creado un Fondo de Sustentabilidad Energética "para apoyar las actividades de investigación, desarrollo e innovación que contribuyan al cumplimiento de las metas país en materia de energías limpias", y un Fondo para las Energías Renovables para "obras de infraestructura de transmisión".
Si bien ya existía un Fondo Sectorial de Sustentabilidad Energética como consecuencia de un Convenio entre la Secretaría de Energía y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, éste no aparece en la LAERFTE como sí lo hace en la LTE.
Para María del Carmen Carmona, jurista de la Universidad Nacional Autónoma de México, la LTE aparenta ser más un reglamento que una ley. "En la redacción no se establecen definiciones claras ni precisas; por el contrario, remiten a Resolutivos y éstos, a su vez, ceden a lo que menciona otra ley". Por este tipo de fallas técnicas, opina, “parece que la realizaron para que no se aprobara".
Jesús Ramírez, Secretario Técnico de la Comisión de Ciencia del Senado, explica que existe la oportunidad de retomar la discusión de la LTE entre septiembre a diciembre de este año. Si no fuera aprobada, la minuta regresaría a la Cámara de Diputados, "sin que haya una fecha de caducidad".
En contraste, las leyes en materia de combustibles fósiles de la llamada “Reforma Energética” fueron aprobadas con prisa inusitada el año pasado. A contrapelo de una larga historia en México, estas reformas constitucionales abren a la participación privada áreas de exploración y explotación de hidrocarburos anteriormente reservadas a la paraestatal PEMEX.
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