08/09/22

México: altos niveles de aluminio y otros contaminantes en presa Madín

presa Madin
Vista aérea de la presa Madín, rodeada de asentamientos humanos. Crédito de la imagen: Lucy Nieto/Flickr, bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC-SA 2.0)

De un vistazo

  • Ubicada en zona Metropolitana de Ciudad de México, la presa presenta niveles altos de estrés oxidativo
  • Estrés oxidativo se asocia con diversas enfermedades como alzheimer, cáncer, diabetes e hipertensión
  • Presa es abastecida por río con pesticidas y en sus alrededores hay un basurero a cielo abierto

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Las personas que se abastecen de la presa Madín, ubicada en la zona Metropolitana de México, una de las más pobladas del país, están expuestas a estrés oxidativo, debido a la presencia de diversas sustancias minerales como el aluminio.

El estrés oxidativo es un proceso metabólico vinculado a la falta de antioxidantes para hacer frente al exceso de radicales libres. Cuando se producen radicales libres de manera incontrolada y el organismo no cuenta con antioxidantes para neutralizarlos se alteran los procesos celulares pudiendo generarse enfermedades como alzheimer, cáncer, diabetes o hipertensión.

La planta de potabilización de agua, que fue inaugurada en 1977, utiliza un tratamiento a base de aluminio para coagular la materia orgánica.

Un estudio publicado en la revista Environmental Science and Pollution Research encontró que dentro de los metales identificados, el aluminio tiene la frecuencia más alta: 0,19 miligramos por litro.

Aunque esa cifra se encuentra todavía dentro de los límites permitidos por la normativa mexicana, que señala como máximo 0,20 miligramos por litro, el estudio advierte que se requiere mejorar el mantenimiento de la presa y la aplicación de otros procesos de potabilización más eficientes.

La presa, además, es abastecida por el río Tlalnepantla, que viene de una zona industrial y arrastra químicos como pesticidas, por ejemplo, que contribuyen a la contaminación.

La detección de un basurero a cielo abierto y la descarga directa de los asentamientos aledaños a la presa son otras fuentes de contaminación identificadas por las investigadoras, pertenecientes a diversas disciplinas del Instituto Politécnico Nacional y de otras entidades de investigación de México.

Con estos resultados, subraya el estudio, queda en evidencia la necesidad de integrar una política que permita a autoridades, pobladores y sociedad civil establecer estrategias para limpiar el área y reducir la emisión de contaminantes en la presa y así brindar una mejor calidad de vida a los organismos que lo habitan y a la población humana.

Este estudio es el primero que compara los parámetros de estrés oxidativo en una población de adultos sanos, es decir sujetos sin enfermedades en su historial clínico, que no viven en la zona de la presa Madín, con los niveles de personas clínicamente sanas que reciben agua de este embalse desde hace más de 10 años.

“La población que recibe agua de la presa, que vive en esa zona y que consume los peces de ahí tiene niveles más altos [de estrés oxidativo] que la otra población urbana”, señala a SciDev.Net. Sandra García Medina, autora principal del estudio.

La académica destaca que el trabajo es un estudio piloto que trata de tener respuestas tempranas a enfermedades, “son biomarcadores que permiten anticiparse a enfermedades y entender de dónde puede derivarse las causa de estas”, explica.

“La población que recibe agua de la presa, que vive en esa zona y que consume los peces de ahí tiene niveles más altos [de estrés oxidativo] que la otra población urbana”.

Sandra García Medina, Instituto Politécnico Nacional, México

“Este no es el único caso en México, algunas investigaciones han encontrado una relación entre niveles altos de tipo peroxidación con ambientes contaminados, no solamente la contaminación que hay en el agua sino también en el aire o la exposición de las personas a un contaminante por diferentes vías”, señala.

Por su parte, Xiomara Trujillo, dijo a SciDev.Net: “En 2020, los integrantes de la Comisión de Cuenca de la Presa Madín presentamos un plan de restauración a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) porque era, y sigue siendo, prioritario eliminar las descargas de aguas residuales al embalse y darle tratamiento”.

Ese colectivo está integrado por activistas, académicos y representantes de gobiernos locales que desde 2012 trabajan por el mejoramiento de la calidad del agua en la cuenca.

García Medina refiere que han realizado talleres para concientizar a las personas sobre el problema de la contaminación y lo que pueden hacer para contribuir a evitar esa degradación del ambiente, y la respuesta ha sido bien recibida.

“Cuando empezamos a saber de dónde venía la contaminación y a identificar las fuentes comenzamos a trabajar con los pobladores haciendo talleres de educación ambiental. Tú como persona debes saber cómo puedes contribuir para evitar la contaminación”, subraya.

Trujillo, que no fue parte del estudio, opina que el trabajo de atención a esta problemática debe darse desde los tres niveles de gobierno: los organismos operadores del agua, la Comisión del Agua del Estado de México y CONAGUA a nivel federal. “Definitivamente la responsabilidad debe ser compartida por ellos”, sentencia.

Hasta el cierre de esta nota, CONAGUA no respondió a la entrevista solicitada por SciDev.Net.

> Enlace al estudio en Environmental Science and Pollution Research

Este artículo fue producido por la edición de América Latina de SciDev.Net