26/05/09

Ecuador: nueva normativa ‘permitiría semillas suicidas’

Ecuador importa soya transgénica para procesar alimentos, pero prohíbe su cultivo. Crédito de la imagen: USDA/Scott Bauer

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[QUITO] La reciente decisión del presidente de Ecuador de vetar la legislación sobre organismos genéticamente modificados (OGM) podría dejar el paso libre a las controvertidas semillas ‘terminator’ en el país, según reclaman los grupos activistas.

Ecuador prohíbe el cultivo de OGM en su territorio, pero por más de una década ha permitido importar material transgénico –especialmente soya y maíz–. Tampoco hay una reglamentación clara sobre la plantación de los cultivos transgénicos para la investigación.

La Asamblea de Transición llamada ‘Congresillo’ aprobó una nueva ley de soberanía alimentaria a principios de año (17 de febrero). El artículo 26 de la ley establece que “las materia primas que contengan insumos de origen transgénico podrán ser importadas y procesadas siempre y cuando cumplan con los requisitos de sanidad e inocuidad y que su capacidad de reproducción como semillas sea inhabilitada por trozamiento”.

Los granos importados deben ser “trozados” para evitar su germinación y la mezcla de sus genes con los cultivos nativos.

Pero el 19 de marzo el presidente Rafael Correa propuso modificar esta legislación, incluida la eliminación de la expresión "por trozamiento" para que la ley no establezca definiciones sobre la capacidad reproductiva de las semillas. La aprobación de este "veto parcial" depende ahora de la nueva Asamblea Nacional que deberá estar conformada el 1 de agosto tras las recientes elecciones generales del 26 de abril.

Correa dice que trozar los granos es costoso. Sin embargo, el grupo ETC –una organización canadiense que investiga los impactos socioeconómicos de las nuevas tecnologías– dice que la alternativa de desactivar el control sobre la capacidad reproductiva podría llevar a la aceptación de las semillas ‘terminator’.

Las semillas ‘terminator’ o ‘suicidas’ son modificadas para que no puedan ser reproducidas en una segunda generación. El Convenio sobre la Diversidad Biológica ha tenido una moratoria sobre ellos desde el año 2000. Los partidarios dicen que de esta manera los agricultores dejan de utilizar semillas por las cuales no han pagado y que sus genes no pueden propagarse a los cultivos convencionales, a diferencia de otras semillas genéticamente modificadas. Sin embargo, los críticos dicen que las semillas ‘terminator’ harán que los agricultores pobres dependan de las grandes empresas para conseguir semillas.

El Grupo ETC señala que las empresas de biotecnología quieren mostrar a la tecnología ‘terminator’ como una herramienta biosegura y que esa es la interpretación que refleja el texto modificado del presidente Correa.

"Nos preocupa que este tipo de lenguaje está apareciendo en varios países del Sur global, lo cual interpretamos como el nuevo intento de la industria biotecnológica para anular la moratoria sobre [semillas] ‘terminator’ durante la próxima reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica el año entrante en Japón", dijo Silvia Ribeiro del Grupo ETC en un comunicado de prensa.

Elizabeth Bravo de Acción Ecológica, una organización ambiental no gubernamental en el Ecuador, comentó también en un comunicado: " Desafortunadamente, los cambios que hizo el presidente a la legislación reflejan la influencia de asesores ligados a la industria biotecnológica. En ese caso estaríamos frente al peor escenario: que Ecuador permita tanto la contaminación transgénica como las semillas suicidas. Sería una amenaza directa a la biodiversidad agrícola, elemento fundamental de la soberanía alimentaria en Ecuador."

Añadió que este cambio a la ley contradice la Constitución del país, aprobada en el 2008 (ver Constitución de Ecuador prohíbe OGM y biotecnología), que declara al Ecuador "libre de cultivos y semillas transgénicas", a menos que el presidente y la Asamblea Nacional consideren que la introducción de cultivos y semillas transgénicos sea de interés nacional.

CropGen, un grupo que defiende los transgénicos, considera que la hipótesis de que un cambio en la redacción dará lugar a la tecnología ‘terminator’ es infundada. El sentido implícito de ‘terminator’ es que nunca se lo ha desarrollado comercialmente y, de hecho, algunos de los principales productores de semillas han prometido no hacerlo. Es injustificado concluir que, debido a que se sugiere que el trozamiento de granos no es necesario, un mecanismo ‘terminación’ debe ser implícito", dice Vivian Moses, presidente de CropGen.

Eduardo Murillo, director de biotecnología en el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Ecuador, dice que el país está más expuesto a peligros tales como las semillas suicidas debido a la falta de una normativa clara que regule los materiales modificados genéticamente.

Él sugiere que deben llevarse a cabo análisis de riesgo, caso por caso. De lo contrario la gente podría utilizar los cultivos transgénicos ilegalmente y con peores consecuencias para el medio ambiente. "Un país que conoce es un país que puede tomar decisiones", sostiene.

Mientras tanto, el Ministerio de Ambiente ha convocado a académicos, empresarios y consumidores para elaborar un Plan Nacional de Bioseguridad. Lourdes Torres, bióloga molecular y miembro del Comité Nacional de Bioseguridad, afirma que se trata de un paso dentro del Protocolo de Cartagena, el cual tiene como objetivo que los países establezcan su propia legislación para el control de transgénicos.

"No creo que nadie está sembrando semillas transgénicas en el Ecuador. Eso es lo que la Constitución prohíbe literalmente, pero no prohíbe expresamente las investigaciones, ni las importaciones", dijo a SciDev.Net.

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