11/06/21

Revelan estructura del mayaro, un virus latinoamericano olvidado

estructura Mayaro
Parte del equipo del Laboratorio Nacional de Biociencias que reveló la estructura del virus mayaro. Crédito de la imagen: Divulgación/Centro Nacional de Pesquisa em Energia e Materiais (CNPEM)

De un vistazo

  • Por primera vez en América Latina, se dilucida la estructura completa de un virus
  • El estudio describe las complejas y peculiares características del virus mayaro
  • Sus síntomas son similares a los de la chikungunya, lo que complica diagnóstico y tratamiento

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Un grupo de investigadores brasileños encontró la estructura del virus mayaro, que provoca síntomas similares a los causados por el de la chikungunya, como fiebre y dolor en las articulaciones, y que lleva décadas avanzando por América Latina, sin que haya estrategias eficaces de control y prevención.

En un estudio publicado en la revista Nature Communication, el grupo reveló que este virus está compuesto por espículas (o picos) muy parecidas a las del SARS-CoV-2, pero con la diferencia de que incluye un conjunto de azúcares en forma de apretón de manos, que posiblemente facilita la infección y la replicación.

El virus mayaro se identificó en la década de 1950 en Trinidad y Tobago, y lo transmite el mosquito Aedes aegypti, el mismo vector de los virus del dengue, el Zika y la chikungunya.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), actualmente hay registros de casos de la llamada fiebre mayaro en humanos en 11 países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guayana Francesa, Haití, México, Panamá, Perú, Venezuela y Trinidad y Tobago. Y se preve que la enfermedad afectará a más personas en el futuro.

“Mayaro es un problema latinoamericano, y no podemos permitirnos esperar a que alguien lo resuelva, mientras hay personas que se contagian del virus casi a diario en una ciudad como Manaos”.

Rafael Elías Marques, Laboratorio Nacional de Biociencias, Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), Campinas, Brasil.

“Hay posibilidades de que cause un gran daño en los próximos años, por lo que tenemos que anticiparnos y entender cómo se comporta el virus y cómo podemos crear diagnósticos precisos y posibles tratamientos”, dijo a SciDev.Net el biólogo y virólogo Rafael Elías Marques, uno de los autores del estudio.

“Estudiar la estructura del virus es un paso importante en estas direcciones”, añadió el investigador del Laboratorio Nacional de Biociencias, parte del Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), con sede en Campinas, Brasil.

Debido a la gran similitud entre el mayaro y el chikungunya, ha sido difícil diferenciarlos. Para hacerlo, el grupo de científicos del CNPEM tuvo que lograr una resolución de 4,4 angstrom -unidad de medida para las mediciones a nivel atómico-, lo que les permitió ver los átomos y aminoácidos con un alto grado de detalle.

“Podemos utilizar esta especificidad para diferenciar entre los dos virus, lo que podría ayudar a la creación de un diagnóstico que utilice anticuerpos, por ejemplo”, explicó el virólogo.

Estructura del virus Mayaro. En la imagen, cada una de las proteínas que componen la partícula viral está representada por un color (verde, gris y rojo). Los azúcares que se unen a las proteínas son de color naranja. Crédito: Divulgación/Centro Nacional de Pesquisa em Energia e Materiais (CNPEM)

La información también podría utilizarse para crear pruebas rápidas de farmacia, capaces de reconocer la pieza específica de mayaro, sin confundirla con la chikungunya.

Otra observación importante fue la unión de los azúcares vinculados a las proteínas estructurales, en forma de “apretón de manos”, de la cual desconocen su función. “Nuestra hipótesis es que esta interacción sirve para que el virus pueda realizar sus funciones de infectar nuevas células y replicarse”, informó Marques.

Si su hipótesis es correcta al deshacer este “apretón de manos”, conseguirán desorganizar el virus y hacerlo inestable y no infeccioso, estrategia que eventualmente podría conducir al desarrollo de un medicamento antiviral.

Iranaia Miranda, investigadora del departamento de Virología del Instituto de Microbiología de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), quien no participó en el estudio, coincide en la importancia de la hazaña.

Dijo a SciDev.Net que el conocimiento de la estructura específica del mayaro puede ayudar en el diseño de medicamentos virales de amplio espectro, es decir, fármacos que puedan actuar eficazmente en varios virus del mismo género y que causen síntomas similares.

En mayo de 2019, la OPS emitió una alerta para las regiones de mayor circulación del virus en las Américas, y recomendó un diagnóstico diferencial. Sin embargo, poco después llegó la pandemia del nuevo coronavirus, y el mayaro nuevamente dejó de ser importante.

“Por lo tanto, la fiebre mayaro acaba siendo una enfermedad poco conocida, pero la evidencia de la circulación del virus es grande”, dice Marques.

Según él, los últimos años han demostrado lo imprevisible que es la aparición de nuevas enfermedades. “Una forma de prepararse es estudiar los virus, hongos y bacterias olvidados. Mayaro es un problema latinoamericano, y no podemos permitirnos esperar a que alguien lo resuelva, mientras hay personas que se contagian del virus casi a diario en una ciudad como Manaos”, concluye.

> Enlace al estudio completo