03/03/17

Algunos corales sí resisten altas temperaturas del mar

Gorgonáceos by Dra Susana Enriquez
Las gorgonáceas o corales blandos abundan en el Caribe. Crédito de la imagen: Cortesía de la Dra. Susana Enríquez para SciDev.Net

De un vistazo

  • Simbiosis alga-coral hace a corales blandos más tolerantes a estrés térmico que corales duros
  • Aparato fotosintético de algas de corales blandos reacciona a calor absorbiendo menos luz
  • Investigación ayudará a mitigar efectos de impacto climático sobre arrecifes coralinos

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[CIUDAD DE MÉXICO] La exposición a elevadas temperaturas del mar está incrementado los efectos negativos en los arrecifes de coral del Caribe. No obstante, un reciente estudio mostró la capacidad de los corales blandos de sobrevivir e incluso proliferarse en estas condiciones de estrés térmico.

Numerosas investigaciones se han enfocado en estudiar los corales y las algas que abundan en la zona caribeña, con el objetivo de entender cómo interactúan entre ellos y con el ambiente, y así mitigar el impacto climático.

“… la resistencia podría  depender de la estructura de cada especie: del esqueleto de carbonato de calcio que poseen los corales pétreos y de la estructura de proteína de colágeno que otorga flexibilidad a los blandos”.

Susana Enríquez, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Universidad Nacional Autónoma de México

Investigadores mexicanos y de la Universidad de Mississippi recolectaron especies de gorgonáceas (corales blandos) y de escleractinios (corales duros), y las sometieron a un aumento de temperatura de dos grados (32ºC) durante cinco días en tanques experimentales.

Normalmente, para contrarrestar el aumento de temperatura, los corales —de manera natural—expulsan  a sus simbiontes (algas que les aportan nutrientes derivados de la fotosíntesis). “…[porque] la pérdida de algas o la alteración de la fotosíntesis conduce a una reducción de las reservas de energía de sus lípidos, proteínas y carbohidratos”, explicó a SciDev.Net, Kartick Shirur, coautor del estudio.

Pero según los resultados publicados en PLOS One (2 febrero), los corales blandos fueron comparativamente más tolerantes al cambio térmico que los duros debido a su capacidad de mantener su simbionte.

Es decir, como parte de una respuesta aclimatadora, el aparato fotosintético de las algas de los corales blandos se hace más pequeño, absorbiendo menos luz, lo que genera pérdida de clorofila y permite resistir el estrés térmico, señaló Shirur.  

Susana Enríquez, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se realizó el experimento, índica que estos hallazgos y algunas investigaciones propias demuestran que la fragilidad de este sistema alga-coral no está en el simbionte, sino en las propiedades ópticas de la estructura del coral y en su capacidad de absorber la luz.

“Nos hemos dado cuenta que la resistencia podría  depender de la estructura de cada especie: del esqueleto de carbonato de calcio que poseen los corales pétreos y de la estructura de proteína de colágeno que otorga flexibilidad a los blandos”, detalló a SciDev.Net.

“Esta habilidad competitiva del arrecife se convierte en su mayor problema cuando se enfrenta a un factor de estrés. A pesar de reducir el número de simbiontes, la magnitud lumínica es tan alta para los corales carbonatados que no lo resisten y mueren (blanquean)”.

Lo que sabemos hasta ahora es que el simbionte (el mismo en ambas especies) es más fuerte dentro de un coral blando, por lo que utilizar esta capacidad para salvar otras especies de corales como los escleractinios sería imposible, ya que todo depende de la composición estructural del coral y no del alga, concluyó.

Enlace al artículo completo en PlosOne