08/09/16

Urge prohibir bloqueadores solares que matan corales

Beach coral reef sun screen .jpg
Crédito de la imagen: Paul Lowe / Panos

De un vistazo

  • Químicos de bloqueadores solares matan y deforman corales en arrecifes tropicales
  • Científicos urgen prohibir estas sustancias, dado que la educación no es opción inmediata
  • Hawái pide a naciones tropicales promulgar la prohibición de bloqueadores en hogares

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[HONOLULU] Las naciones insulares tropicales deberían unirse para prohibir productos solares que matan los corales, siguiendo el ejemplo de Hawái, concluyó una conferencia.
 
Los compuestos químicos que contienen las lociones de protección solar causan un daño irreparable a los arrecifes, los cuales son cruciales para el sustento de 500 millones de personas en los trópicos, afirmaron científicos y generadores de políticas durante el Congreso Mundial de la Conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el pasado 3 de setiembre. Hawái está liderando un esfuerzo legislativo para prohibir el uso de bloqueadores que contengan oxibenzona o agentes dañinos similares en sus playas.
 
“Es evidente que un compuesto está dañando nuestros arrecifes, por lo que lo más simple es prohibirlo”, dice Will Espero, el senador hawaiano que lidera el desafío legal. “Estamos trabajando en un borrador de legislación que ya casi está terminado. Una vez lo tengamos, lo llevaremos al nivel internacional”.
 
Los agentes químicos en muchas marcas de bloqueadores solares tienen efectos dañinos de largo plazo en los corales, perjudican su fertilidad y la habilidad para absorber la luz del sol. Además, causan graves deformaciones en los corales bebé, impidiéndoles colonizar nuevos espacios.
 
“Si no ve corales jóvenes, de tres a cinco años de edad, entonces su arrecife está esencialmente muerto”, explica Bob Richmond, investigador en conservación marina en la Universidad Manoa de Hawái. “Además, la contaminación por bloqueadores solares puede viajar desde una única playa a una distancia lejana”.
 
Hawái experimentó su mayor caso de blanqueamiento de coral en el 2014, y ha visto morir arrecifes de coral cada año desde entonces. Casos severos de blanqueamiento también se han observado en las Islas de Pascua, Fiji, Tonga y varios países del Caribe –todos los cuales tienen economías que dependen altamente del turismo.
 
Richmond agrega que los corales son atacados por una diversidad de presiones, incluyendo el calentamiento global y la acidificación del océano. Pero la contaminación por bloqueadores solares es un tema que puede ser resuelto fácilmente, indicó a SciDev.Net, agregando que las lociones protectoras solares que contienen agentes físicos, como el zinc o el óxido de titanio, son seguras.

Bloqueador

Las investigaciones presentadas en esta cumbre mostraron que la mayoría de los turistas compran sus bloqueadores solares una vez llegan al lugar donde tomarán sus vacaciones. Los científicos presentes estuvieron de acuerdo en que prohibir la venta de productos solares dañinos en las islas tropicales sería la mejor solución, dado que crear conciencia entre los turistas ha demostrado ser muy difícil.
 
Jeff Bagshaw, conservacionista de la reserva Ahihi Kinau de Maui, lidera esfuerzos locales para entregar información a los turistas que hacen snorkel en el área. Él admite que hay un esfuerzo creciente, y apoya la prohibición de las lociones dañinas.
 


“Estamos tratando de aliarnos con dermatólogos y pequeños comerciantes, pero es difícil dado que no hay una agencia que regule lo que las botellas de bloqueador solar dicen en su etiqueta”, indica. “Las personas pueden pensar que han comprado un bloqueador solar seguro para los arrecifes, pero no es así”.
 
De acuerdo con las estimaciones de Bagshaw, cerca de 600 litros de bloqueador solar dañino usado por turistas se riega por los arrecifes de Maui cada día.
 
La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net