Por: Daniela López
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En México, un aumento sostenido del impuesto al tabaco beneficiaría la salud y la economía a las poblaciones con ingresos más bajos, principalmente del sur del país, donde se estima que cerca de 250.000 personas podrían evitar caer en la pobreza.
Esta estimación de los beneficios que genera el impuesto al tabaco en México responde a un estudio publicado por la revista International Journal for Equity in Health.
“El 20 por ciento de los hogares más pobres gastan el 11 por ciento de sus ingresos en tabaco. Y aunque nos puede sonar muy poco para una familia que gane el mínimo, afecta muchísimo sus ingresos”, señala a SciDev.Net vía Zoom Evalinda Barrón Velázquez, directora de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco perteneciente a la Secretaría de Salud de México, que no participó en la investigación.
“El 20 por ciento de los hogares más pobres gastan el 11 por ciento de sus ingresos en tabaco. Y aunque nos puede sonar muy poco para una familia que gane el mínimo, afecta muchísimo sus ingresos”.
Evalinda Barrón Velázquez, directora de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco, México
El análisis fue realizado por un equipo de investigación de México, Colombia y Canadá y compartió estimaciones subnacionales para comprender qué efectos e impactos generaría el incremento del impuesto al tabaco en el noroeste, noreste, este, centro y sur de México.
Los autores emplearon un modelo de simulación costo-efectividad con datos de fumadores de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-19 —la más reciente en el país— y calcularon por grupo de ingresos económicos los años de vida ganados, las muertes por tabaquismo que podrían prevenirse, así como los costos de tratamiento evitados.
Además, obtuvieron resultados para calcular la cantidad de personas que beneficiarían su economía doméstica si dejan de fumar debido al alto costo y si evitan los elevados gastos en tratamientos de atención en salud.
“Con un aumento de impuestos de un peso cerca de 1,5 millones de fumadores dejarían de fumar en las cinco regiones”, apunta el estudio, y señala que con esto se evitaría casi 630.000 muertes en todo el país.
En general, habría una caída de más de 17 por ciento del consumo en paquetes; se pasaría de consumir 1.397 millones de cajetillas a 1.151 millones.
Para hacer frente a la epidemia del tabaquismo en México, dicen los autores, es importante entender las variaciones existen a nivel subnacional. Comprender, por ejemplo, que la mayor prevalencia de tabaquismo está en el noreste, pero el centro del país tiene la mayor concentración de fumadores, mientras que en el sur se registran la mayor cantidad de fumadores de bajos ingresos.
“Los resultados de este estudio confirman que los aumentos de impuestos al tabaco están asociados con importantes beneficios económicos y de salud a favor a los pobres”, menciona la publicación.
Por ejemplo, el aumento de impuestos de un peso —0,04 centavo de dólar— por cigarrillo podría reducir hasta 17 por ciento la prevalencia del tabaquismo en los sectores con menores ingresos.
Además, se implementarían ahorros que superaría los dos mil millones de dólares en el sistema de salud y en los hogares, y del total de personas que, al evitar el gasto, no caerían bajo la línea de pobreza, 65 por ciento corresponderían a los sectores que hoy tienen los ingresos más bajos del país.
Para los autores, observar este tipo de información que usualmente pasa inadvertida genera datos clave para que tomadores de decisiones locales puedan discutir medidas de impuestos al tabaco en sus regiones.
Sin embargo, si bien reconoce que la información es de gran relevancia, Barrón Velázquez señala que la participación de los estados locales en la decisión de los impuestos al tabaco no es tan sencilla.
El análisis señala que el objetivo en México es reducir el consumo de tabaco en 30 por ciento respecto a 2010, y para ello, menciona el artículo, aún es necesario disminuir 12 por ciento antes de 2025.
“Los impuestos son una medida central de salud pública para reducir la epidemia de enfermedades no transmisibles y avanzar hacia el logro de la meta tres de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, manifiestan los autores.
Barrón Velázquez dice que desde la Secretaría de Salud hay una clara postura de apoyo al aumento de los impuestos al tabaco porque se trata de una estrategia efectivas para disminuir la demanda.
> Enlace al estudio en International Journal for Equity in Health
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