29/11/21

Piden ampliar vacunación contra fiebre amarilla para contener brote

fiebre amarilla Venezuela
La recomendación de la OPS es que la cobertura de la vacunación contra la fiebre amarilla sea de 95 por ciento en las zonas endémicas. Sin embargo, la inmunización en Venezuela alcanza apenas 12 por ciento. Crédito de la imagen: Heather Hazzan/SELF Magazine/Flickr, bajo licencia Creative Commons (CC BY 2.0)

De un vistazo

  • Organización Panamericana de la Salud confirmó casos de fiebre amarilla en Brasil, Perú y Venezuela.
  • Vacunación contra la enfermedad apenas alcanza 12% en las zonas endémicas; debería ser 95%.
  • Preocupa el alto flujo migración venezolana por su rol para propagación del virus

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Después de 16 años en que Venezuela registró un solo caso de fiebre amarilla, en octubre de 2021 se detectaron siete casos, una cifra que causa inquietud entre los especialistas por la alta movilidad de la población venezolana en la región y, sobre todo, por la baja tasa de vacunación que se registra en las zonas endémicas de América Latina.

“Esto ha generado no solo casos importados en otros países, sino también transmisión secundaria y brotes y epidemias asociados a esos casos, porque las zonas receptoras también tienen bajas coberturas de vacunación”.

Alfonso J. Rodríguez-Morales, presidente de la Asociación Colombiana de Infectología

Por eso, un artículo publicado en la revista Travel Medicine and Infectious Disease urge a que se tomen medidas para inmunizar a la población de riesgo en el país a corto plazo, dada la preocupación “por un posible escenario de circulación activa de fiebre amarilla en las Américas”.

Los expertos señalan que aumentar cobertura de la vacunación contra la fiebre amarilla en las zonas endémicas de la enfermedad, así como mejorar la vigilancia epidemiológica de poblaciones humanas y de monos en las áreas de riesgo, es crucial para contener la propagación de esta infección viral en Latinoamérica.

Las recomendaciones surgen luego de que en octubre se detectaran siete casos en humanos de fiebre amarilla en la localidad rural de Carapal, en el estado venezolano de Monagas, una información que fue confirmada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Otros casos de la enfermedad han sido también notificados por la OPS en la región este año. En Brasil, entre julio de 2020 y abril de 2021 se confirmaron ocho casos con 3 defunciones en el estado de Santa Catarina, y en el segundo semestre de 2021 se confirmó otro caso en el estado de Pará.

Casos confirmados de fiebre amarilla en humanos en Brasil, por año. Crédito de la imagen: Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En Perú se confirmaron este año 10 casos en los departamentos de Puno, San Martín y Loreto, de los cuales hubo 7 defunciones. Otros cuatro casos sospechosos siguen bajo investigación.

Pero la detección del virus en Venezuela causa especial inquietud debido a la alta movilidad de la población, que ha protagonizado en los últimos años una migración masiva de unos 6 millones de personas, forzadas por la emergencia humanitaria compleja que atraviesa el país.

El investigador Alfonso J. Rodríguez-Morales, presidente de la Asociación Colombiana de Infectología y autor principal del artículo, señaló a SciDev.Net que aunque no considera probable que la fiebre amarilla alcance la dimensión de una crisis regional de salud, tampoco es descartable ese escenario, y por eso los países que reciben flujos migratorios desde Venezuela “deben estar atentos a la posible aparición de casos importados de esta infección viral”.

El artículo recomienda que se vigile especialmente el corredor formado por los países fronterizos con Venezuela, como Colombia y Brasil, y las fronteras de Brasil con Argentina, Bolivia, Guyana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Sin embargo, el médico Manuel Figuera Esparza, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología y coautor de la investigación, dijo a SciDev.Net que hay que tomar en cuenta las diferentes situaciones sociales y políticas a la hora de tomar medidas.

“La poca migración hacia Venezuela nos protege de la introducción de casos importados, mientras que la alta emigración de habitantes de Venezuela sí puede representar un problema para los países vecinos o de la región”.

Prevención deficiente

La fiebre amarilla se transmite por la picadura de mosquitos de los géneros Aedes, Aabethes y Haemagogus que estén infectados con el virus. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza y musculares y náuseas, y, en casos más graves, ictericia (color amarillento de la piel), vómitos y hemorragias.

En Venezuela, la raíz del problema de la reemergencia de la enfermedad está la baja cobertura de la vacunación, una situación que no solo afecta la prevención de fiebre amarilla, sino de otras enfermedades como el sarampión, la tosferina y la difteria, añade Rodríguez-Morales.

“Esto ha generado no solo casos importados en otros países, sino también transmisión secundaria y brotes y epidemias asociados a esos casos, porque las zonas receptoras también tienen bajas coberturas de vacunación”.

La recomendación de la OPS es que la cobertura de la vacunación contra la fiebre amarilla sea de 95 por ciento en las zonas endémicas. Sin embargo, la inmunización en Venezuela alcanza apenas 12 por ciento, poco más de 550.000 dosis de 4,7 millones de dosis que se fijaron como meta.

Incluso, muchos estados en el país mostraban cifras aún menores antes del actual brote. Monagas, el estado afectado, solo alcanzaba 11 por ciento de cobertura, añade el artículo citado.

Casos humanos de fiebre amarilla en Venezuela, por año. Crédito de la imagen: Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“Desde una perspectiva de salud pública es inaceptable observar casos y muertes relacionadas con la fiebre amarilla en poblaciones que viven en lugares previamente reconocidos como áreas endémicas. Esta situación requiere una acción urgente para inmunizar a las poblaciones en riesgo” rápidamente, afirma el artículo.

En las zonas boscosas, los monos pueden ser el reservorio de la enfermedad y por eso es importante que la vigilancia epidemiológica los incluya. Pero además de la vacunación, también se ha descuidado en las últimas dos décadas el sistema de vigilancia de zoonosis en Venezuela, apunta a SciDev.Net el experto en políticas públicas de la Universidad Simón Bolívar, Marino González, quien no participó en el estudio.

“En el pasado, esto permitía la detección de los casos de fiebre amarilla en los monos araguatos en los focos endémicos”.

> Enlace al artículo de Travel Medicine and Infectious Disease