13/12/21

Brasil, el país de la región con más publicaciones COVID-19 en 2020

Kit de diagnóstico molecular para coronavírus de Bio-Manguinhos/Fiocruz.
Un estudio analizó la producción científica relacionada con COVID-19, con el objetivo de proporcionar una descripción general del esfuerzo colectivo mundial de la ciencia durante el primer año de la pandemia. Crédito de la imagen: Bernardo Portella – Biomanguinhos / Fundação Oswaldo Cruz / Fiocruz Imagens.

De un vistazo

  • Brasil estuvo entre los 12 países que más publicaron sobre COVID-19
  • Las instituciones públicas son las responsables por gran parte de esta producción
  • Tres agencias de financiamiento público fueron las que más invirtieron en las investigaciones

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En 2020, solo cuatro países concentraron 60 por ciento de la producción de artículos científicos sobre COVID-19. En América Latina, Brasil fue el más productivo, pero se ubicó lejos de las naciones que publicaron más.

Los datos surgen de un artículo publicado en los Anales de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), que analizó la producción científica relacionada con COVID-19. A partir de esa revisión contabilizó casi 61.000 artículos publicados entre el 1 de enero y el 13 de diciembre de 2020, e indexados en la base de datos Web of Science (WoS, en las siglas en inglés).

El objetivo era proporcionar una descripción general del esfuerzo colectivo mundial de la ciencia durante el primer año de la pandemia.

“Vimos que Brasil, incluso con todas las restricciones presupuestarias para la ciencia, logró una producción sobresaliente. Sí, hay una élite científica, pero algunos países logran figurar bien en este grupo gracias al esfuerzo de los investigadores y su dedicación”.

Ana Cristina Simões e Silva, Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG)

De la muestra, casi 60 por ciento de los artículos corresponden a trabajos producidos por investigadores de Estados Unidos (aproximadamente 28 por ciento), China, Italia e Inglaterra (entre 10 y 12 por ciento cada uno).

Además, se destaca la contribución de otros ocho países —India, Canadá, Alemania, España, Australia, Brasil, Irán y Turquía— que sumados a los otros cuatro representan 95 por ciento de la producción científica mundial en 2020. De Brasil se encontraron 2.582 artículos (alrededor de 4 por ciento).

La revisión de trabajos mostró que las publicaciones estuvieron más concentradas en la segunda mitad de 2020 y que se distribuyó en más de 6.000 revistas, con énfasis para el grupo editorial Lancet, The British Medical Journal y el grupo Nature. De los 15 artículos más citados a nivel mundial, ninguno fue de América Latina.

La muestra estuvo más concentrada en la segunda mitad de 2020 y se distribuyó en más de 6.000 revistas, con énfasis para el grupo editorial Lancet, The British Medical Journal y el grupo Nature. Crédito de la imagen: Oliveira et al., 2021.

Para Ana Cristina Simões e Silva, una de las autoras del estudio y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), existe una relación entre la cantidad de artículos de cada país y cuánto cada uno fue afectado por la pandemia, así como la capacidad científica ya instalada que permitió la pronta respuesta.

“Vimos que Brasil, incluso con todas las restricciones presupuestarias para la ciencia, logró una producción sobresaliente. Sí, hay una élite científica, pero algunos países logran figurar bien en este grupo gracias al esfuerzo de los investigadores y su dedicación”, comenta, refiriéndose a otros países emergentes de la lista, como India, Irán y Turquía.

De Brasil, los 2.582 artículos tuvieron énfasis en temas de salud pública, medicina, organización del sistema de salud, enfermedades infecciosas y abordajes multidisciplinarios.

En relación con las instituciones brasileñas, las seis primeras, correspondientes a más del 50 por ciento de la producción nacional en 2020, son públicas: la Universidad de São Paulo (USP), la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp).

“Esto refleja de qué se trata la investigación en Brasil: proviene de universidades públicas y se basa en gran medida en inversiones de agencias de desarrollo tanto nacionales como estatales”, explica Simões e Silva.

En el artículo se destacaron tres patrocinadores principales: el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), la Coordinación para el Perfeccionamiento del Personal de Educación Superior (Capes) y la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (Fapesp).

Poca inversión amenaza la producción brasileña

Gonzalo Vecina Neto, profesor en la Facultad de Salud Pública de la USP, no se sorprende por la posición de Brasil en el ranking. En su opinión, hubo un esfuerzo fantástico por parte de la comunidad científica brasileña. “Logró sobrevivir a la mala gestión de esta administración gubernamental y a la falta de políticas públicas en el área de ciencia y tecnología”, señala, opinando que el desmantelamiento de estas políticas se viene produciendo desde el primer término de la ex-presidenta Dilma Rousseff en 2011.

Para Vecina Neto, la ciencia brasileña no existiría sin instituciones públicas y, por lo tanto, el escenario de falta de inversión es grave. “Gran parte del motor de investigación brasileño es gracias a los estudios de posgrado, y la situación de Capes en la gestión de becas para jóvenes investigadores es crítica”, comenta.

En las acciones del país relacionadas con COVID-19, él destaca dos logros: la secuenciación del genoma del virus causante de la enfermedad, que se llevó a cabo 48 horas después de los primeros casos confirmados en el país, y el aporte de estudios con vacunas.

Según el artículo publicado en los Anales de ABC, hubo “poca literatura publicada sobre vacunas y ensayos clínicos en 2020, aunque Brasil se destaca internacionalmente por su producción de vacunas y programa de vacunación”.

A nivel mundial, el estudio señala que, en 2020, el trabajo académico sobre COVID-19 desplazó a otros temas que generalmente resultan en una gran cantidad de artículos, como la obesidad (con 12.220 publicaciones indexadas en WoS) y la hipertensión (10.120).

Informar datos de investigación durante una pandemia es esencial, pero los autores advierten contra investigaciones poco fiables, que causan mucho daño.