22/06/10

Leves cambios en los bosques pueden duplicar la malaria

Las áreas deforestadas brindan un hábitat ideal para el mosquito Anopheles darlingi Crédito de la imagen: Flickr/Threat to Democracy

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[MONTEVIDEO, URUGUAY] Una pequeña reducción en la cobertura de la selva tropical puede aumentar la incidencia de malaria en casi 50 por ciento, halló un estudio realizado en la Amazonía brasileña.
Los espacios abiertos y los ojos de agua parcialmente iluminados por el sol, características típicas de las zonas deforestadas, brindan un hábitat ideal en el cual el mosquito Anopheles darlingi  — el principal vector del parásito de la malaria en el Amazonas — puede vivir y dejar sus huevos, según el estudio publicado en la edición en línea de la revista Emerging Infectious Diseases.
Los autores, de la Universidad de Wisconsin, en EE.UU., y del consorcio  energético Santo Antonio Energia, de Brasil, analizaron información sobre la cobertura vegetal obtenida por satélites de alta resolución, además de datos  recolectados entre 1996 y 2006 en 54 distritos sanitarios brasileños fronterizos con Perú.
 
Así hallaron que un cambio del cuatro por ciento en la cobertura de la selva estuvo asociado con 48 por ciento de aumento en la incidencia de malaria.
Las áreas menos deforestadas tuvieron menor riesgo de malaria, lo que sugiere un vínculo entre las prácticas de conservación y la enfermedad.
"Creemos que un pequeño cambio en la deforestación amplifica enormemente el número de mosquitos vectores y, por consiguiente, aumenta el riesgo de malaria para los humanos", dijo Sarah Olson, coordinadora del estudio.
"La gestión del manejo de tierras y las políticas de desarrollo deberían sopesar este riesgo para la salud humana junto con los beneficios económicos de la deforestación", agregó.
Kevin Lafferty, ecólogo de la Universidad de California en Santa Bárbara, quien cuestionó el vínculo entre cambio climático y malaria el año pasado (ver Debate erupts over effects of climate change on disease), dijo:  "Seguramente, la deforestación puede crear condiciones favorables para los mosquitos. También las poblaciones humanas tienden a moverse en áreas que fueron recientemente deforestadas. Si son migrantes que llevan con ellos la malaria, pueden iniciar la epidemia".
"Pero es importante que formalmente se cuantifique el vínculo entre deforestación y malaria, cualquiera sea la cadena causal".
Sin embargo, agregó que "la economía prevalece sobre el cambio climático [y la deforestación] a la hora de determinar el futuro de la malaria".
"[La economía] es un aspecto vinculado a la malaria que se pasa por alto dado el énfasis actual sobre el cambio climático, pero hay buena evidencia de que es mucho más probable que la malaria endémica ocurra en países pobres y que la malaria hace que los países sean más pobres aún. Es un círculo vicioso".

Enlace al artículo completo en Emerging Infectious Diseases [320kB]