17/11/17

Haití requiere mejorar su atención prenatal

Haiti by UNFPA
Crédito de la imagen: UNFPA

De un vistazo

  • Haití tiene las tasas de mortalidad materna e infantil más altas de hemisferio occidental
  • Además, 14% de adolescentes entre 15 y 19 años ya es madre o está gestando
  • Atención prenatal es deficiente y embarazadas son reacias a acudir a clínicas fijas o móviles

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A pesar de que durante el embarazo se recomienda un mínimo de 8 controles prenatales, el 21 por ciento de embarazadas haitianas se realiza un solo control en clínicas fijas y el 9 por ciento en centros de salud móviles.

Solo un 3 por ciento pasa más de un control (sin especificar cuántos) en clínicas y 10 por ciento en móviles, lo que equivale a decir que el 30% de embarazadas sólo realizan un control a lo largo de todo su embarazo, de acuerdo con una investigación publicada en la revista BMC Pregnancy and Childbirth.

“Independientemente del modelo de prestación de que se trate, basado en la clínica o en la comunidad, la atención prenatal sólo será eficaz para mejorar los resultados en mujeres y niños si la calidad del servicio es alta”.

Erica Phillips

Eso resultados se relacionan con una encuesta realizada por el Ministerio de Salud local, según la cual debido a la falta de dinero y la distancia a los centros de salud, entre el 84 y 60 por ciento de embarazadas de la Meseta Central de Haití ─una de las zonas más pobres del país─ no acuden al médico para realizar sus controles prenatales. 

Cada mes se instalan en el país 130 clínicas móviles de atención prenatal a fin de modificar esa realidad. Para evaluar su calidad de atención, los investigadores compararon la adhesión a los parámetros recomendados en las guías de salud nacionales de 31 de esos centros con la ofrecida en 14 centros fijos. Consideraron indicadores como desempeño de los laboratorios de ensayos, prevención de infecciones, suministro de ácido fólico, vacunación antitetánica, entre otros.

Tras analizar la situación de 992 mujeres, encontraron que la atención impartida en los centros fijos y móviles evidencia estudios de rutina incompletos y poco personalizados, bajo número de controles periódicos a lo largo de la gestación y una escasa transmisión de información a las gestantes, lo que genera baja prevención de dificultades.

En ambos tipos de centros se halló falta de ejecución  de análisis clínicos, mala prevención de infecciones, o escasas derivaciones ante situaciones que requerían controles especializados posteriores, como presión alta.

“Independientemente del modelo de prestación del que se trate, basado en la clínica o en la comunidad, la atención prenatal sólo será eficaz para mejorar los resultados en mujeres y niños si la calidad del servicio es alta”, señaló a SciDev.Net Erica Phillips, quien durante la investigación se desempeñó en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

José Belizán, quien no participó en el estudio, admite que “los consultorios móviles pueden ser una estrategia atractiva en países con poca infraestructura y limitantes en el acceso, y en aquellos como Haití que han sufrido serios desastres naturales”.

Pero advierte que estos resultados deben tomarse con precaución porque reflejan la realidad del país con los peores indicadores en salud y desarrollo social de la región, con una población en condiciones socioeconómicas muy extremas.   

Haití tiene las tasas de mortalidad materna e infantil más altas del hemisferio occidental, según la ONU. Asimismo, tiene un alto índice de embarazos en adolescentes, lo que intensifica los riesgos tanto para las niñas como para sus hijos: alrededor del 14 por ciento de las adolescentes haitianas entre 15 y 19 años están embarazadas, o tienen hijos.

“La atención de las embarazadas en Haití es un gran problema ya que la situación socioeconómica y los desastres naturales condicionan un estado de salud y nutrición deficiente, conjuntamente con escaso acceso a los sistemas de salud”, señala el investigador del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria de Buenos Aires.

Opina que para cambiar esa realidad debería estimularse la participación comunitaria, junto con la de los actores del sistema de salud. “Los estudios de desarrollo y empoderamiento de la población han mostrado ser eficientes para reducir la mortalidad materna e infantil en variadas poblaciones de África que tienen condiciones similares a las de Haití”, afirma. 

Belizán, quien dirigió el Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva de la OPS, señala que existen cada vez más evidencias científicas de que las mujeres deben iniciar su  embarazo en las mejores condiciones de salud, nutricionales, psicológicas y afectivas.

Enlace al artículo completo en BMC Pregnancy and Childbirth