Por: Paula Leighton
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Las grandes empresas venezolanas deben aportar entre 0,5 y dos por ciento de su ingreso anual a programas de ciencia, tecnología e innovación, según estipula una ley que comenzó a regir esta semana.
Se espera que la nueva ley estimule la inversión, particularmente en sectores de la economía que últimamente se han visto estancados. La contribución obligatoria a la ciencia busca estimular una mejor inserción de la producción venezolana en los mercados nacionales e internacionales.
El porcentaje aportado dependerá del tipo de empresa: dos por ciento para las de hidrocarburos, uno por ciento para las de minería y electricidad y 0,5 por ciento para otros sectores.
Los fondos podrán dirigirse a programas de ciencia y tecnología en universidades, centros de investigación e instituciones públicas y privadas. También podrán beneficiar a instituciones dependientes del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela.
Los aportes podrán, además, destinarse a programas ejecutados por las propias empresas y a la prestación de servicios o suministro de bienes para proyectos de ciencia, tecnología e innovación. Esto incluye financiamiento para becas, patentes e, incluso, capacitación de su propio personal.
La nueva ley busca promover la modernización de sectores clave de la economía, e incentivar la formación de redes empresariales y los vínculos entre la industria y los académicos e investigadores.