Por: Xie Lai
Enviar a un amigo
Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.
[BEIJING] Científicos están demandando evaluaciones de riesgo más exhaustivas de los cultivos genéticamente modificados, luego de descubrir un aumento de las plagas en una región con cultivos de algodón Bt.
La investigación, que duró quince años, estudió una región del norte de China donde diez millones de pequeños campesinos siembran casi tres millones de hectáreas de algodón Bt y 26 millones de otros cultivos. Esta reveló una amplia infestación con míridos o chinches (Heteroptera Miridae), que está destruyendo cultivos de fruta, legumbres, algodón y cereales. El aumento de esta plaga se relaciona directamente con los sembrados de algodón Bt.
En el norte de China el 95 por ciento del algodón es de la variedad Bt.
Los científicos, de la Academia China de Ciencias Agrícolas y del Centro Nacional de Extensión y Servicios Agrícolas, monitorearon el uso de los insecticidas en fincas algodoneras durante 15 años. Después de los primeros cinco años también evaluaron la presencia de chinches en 38 puntos geográficos.
Observaron que, a medida que aumentaba el algodón Bt, las fincas se convertían gradualmente en fuente de infestaciones de chinches. Los insectos, en principio considerados como plagas ocasionales o menores, se expandieron por los alrededores, “adquiriendo el estatus de plaga” e infestaron cultivos de dátiles chinos, uvas, manzanas, duraznos y peras.
Antes del algodón Bt, los pesticidas usados para matar a la oruga también controlaban a los chinches. Ahora los campesinos están usando más aerosoles para combatir a los míridos, dijeron los científicos.
Aunque el algodón Bt está suficientemente investigado, muy pocos estudios examinan sus efectos en otras plagas, dijeron los científicos.
"Este estudio es el primer reporte del surgimiento a nivel del paisaje, de plagas a las que no se apuntaba" dijo el coautor, Kongming Wu, explicando que el estudio destaca una “necesidad crítica” de explorar los complejos impactos ecológicos de los cultivos Bt.
References
Science 321, 1676 – 1678 (2010)