Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[SAN JOSÉ] La Asociación Pro-Búsqueda, organización no gubernamental de El Salvador, estableció un banco de muestras genéticas para localizar a unos 500 niños desaparecidos durante la guerra civil que vivió ese país entre 1980 y 1992.


“Esta es una idea que se trabaja desde el año pasado, pero no fue sino hasta ahora que se pudo concretar”, explicó Azucena Mejía, del departamento de Investigación de Pro-Búsqueda.


Un grupo de expertos de la organización estadounidense Médicos por los Derechos Humanos capacitó hace varias semanas a un equipo de técnicos de Pro-Búsqueda, sobre la forma cómo se deben tomar las muestras de sangre para obtener el ADN de los familiares de niños desaparecidos.


De acuerdo con Mejía, el objetivo es sacar unas mil dosis de sangre, pues de cada familia se tomarán entre dos y tres. Esas muestras se tomarán en los lugares donde viven los familiares de los desaparecidos, y luego serán enviadas al Centro para los Derechos Humanos de la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos, donde se ubicará el banco.


La asociación estima que el banco de ADN podría tener muestras de por lo menos 300 familias en el primer trimestre del 2005, las cuales se compararán con las de aquellos niños, que hoy en día ya son jóvenes. Hasta ahora, Pro-Búsqueda ha localizado a 15 de ellos. “Esperamos que cuando identifiquemos el caso de un joven que fue un niño perdido durante la guerra, podamos comparar su sangre, su ADN, con las muestras del banco, para saber quiénes son sus familiares”, recalcó Mejía.


La guerra civil salvadoreña dejó más de 75 mil muertos y casi 10 mil desaparecidos en 12 años. La mayoría de niños perdidos fueron arrancados a sus familias por el ejército y por las fuerzas guerrilleras, y adoptados por familias extranjeras.  Pro-Búsqueda ha ubicado niños en Francia, Italia, Bélgica, Holanda, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, y en el interior de El Salvador.


En la creación del banco de ADN colaboraron, además de Médicos por los Derechos Humanos, con sede en Boston, el laboratorio del Departamento de Justicia del Estado de California, y la Universidad de Berkeley.