12/10/17

Centroamérica inaugura sistema de alerta de sequías

sequia senegal by United Nations
Crédito de la imagen: United Nations/Flickr

De un vistazo

  • También ayudará a decidir sobre inversiones en reservas de agua o sistemas de riego
  • Su énfasis estará en Corredor Seco, que abarca región premontañosa de seis países centroamericanos
  • El Sistema comenzará a operar a fin de año desde Nicaragua

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América Central —una de las regiones más vulnerables al cambio climático— instaló un sistema de alerta de sequías que permitirá a los campesinos reaccionar a tiempo para proteger sus cosechas.
 
El nuevo Sistema de Vigilancia de la Sequía Agrícola en Centroamérica nació de una alianza entre la FAO, el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y servicios nacionales de meteorología de varios países de esa región. Estará operativo a fines de año.
 
Principalmente a través de mapas mensuales, su finalidad es entregar una visión regional de las probabilidades de sequía en la zona, con énfasis en el Corredor Seco, muy sensible a la falta de agua.

“Para la región centroamericana, contar con un sistema de monitoreo de severidad de sequías es fundamental”.

Álvaro Sánchez, Universidad de Costa Rica

 
Este Corredor abarca gran parte de la región pre-montaña de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Guanacaste en Costa Rica y el arco seco de Panamá, y experimenta recurrentes períodos de sequía y excesos de lluvia.
 
Allí, más de un millón de familias se dedican principalmente a la agricultura de subsistencia y “tienen niveles de desnutrición y pobreza alarmantes”, dice Oscar Rojas, oficial de Recursos Naturales de la FAO.
 
Asimismo, el Sistema servirá para ayudar a tomar decisiones sobre inversiones en reservas de agua o sistemas de riego, por ejemplo.
 
Para todo ello se nutrirá de información del Sistema de Índices de Estrés Agrícola (ASIS, por su sigla en inglés) y otros sistemas de alerta de la FAO.
 
ASIS, en particular, proporciona información exacta de los períodos de sequía usando datos satelitales de la vegetación y temperaturas del suelo. En cada país centroamericano se reúne información por distrito o municipio sobre las campañas agrícolas anuales, mapas de uso de los suelos, fechas de siembra y duración del ciclo de cultivo.
 
Con base en las informaciones recolectadas, el sistema de vigilancia elaborará mapas que se divulgarán mensualmente en la plataforma web del Comité Regional de Recursos Hidráulicos (CRRH) del SICA, conocida como Centro Clima.
 
En estos momentos el Sistema está totalmente instalado en Nicaragua y se pretende formar a otro país, “que pueda seguir ofreciendo el servicio en caso de que ocurriera algún desastre de la naturaleza en Nicaragua”, dice Berta Olmedo, Secretaria Ejecutiva del CRRH.

“Para la región centroamericana, contar con un sistema de monitoreo de severidad de sequías es fundamental”, señala Álvaro Sánchez, especialista en cambio climático e hidrología de la Escuela de Ingeniería Agrícola y Biosistemas de la Universidad de Costa Rica.

“Este tipo de índices no solo permiten monitorear el estado de los cultivos, sino también el nivel de riesgo ante consecuencias de sequías, como por ejemplo riesgo de incendios forestales”, añade. 
 
Pero aclara que el sistema “es solo una herramienta” a ser usada por los tomadores de decisión, junto con otros indicadores satelitales y mediciones de campo, para realizar proyecciones a futuro de los datos, evaluar la capacidad de correlacionar esos índices con propiedades físicas observables en el campo y realizar calibraciones de las mismas, entre muchas otras cosas. 
 
“Debe explicarse su funcionamiento y cada usuario debe entender que cada condición es particular (por eso es tan importante el criterio del experto), además de una continua retroalimentación del sistema por parte de una red de usuarios capacitados”, recomienda.

Al respecto, Rojas indica que habrá talleres de capacitación de autoridades de servicios meteorológicos nacionales y ministerios de agricultura, entre otros, para el uso correcto de las imágenes de satélite y cómo interpretar los índices de vegetación. “Allí detectaremos otras necesidades de formación en agro-meteorología e intercambiaremos experiencia entre países”, detalla.