06/04/11

Ciencia moderna necesita del conocimiento tradicional

Métodos de “epidemiología participativa” pueden capturar el conocimiento sobre la salud Crédito de la imagen: Flickr/ILRI

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

La ciencia moderna no puede satisfacer las demandas del mundo en desarrollo si no aprovecha los conocimientos indígenas, dice Charles Dhewa. 

Es difícil exagerar los logros de la ciencia y la tecnología moderna, pero para hacer frente a la pobreza persistente, las enfermedades y el desequilibrio ecológico en los países en desarrollo, también necesitamos explorar otras vías de investigación, y el conocimiento indígena en particular.
 
El conocimiento indígena no está recibiendo la atención que merece, mientras que la ciencia moderna tiene limitaciones y supuestos que le impiden brindar soluciones sustentables a desafíos del desarrollo. 

El proceso de investigación científica moderna no es tan racional como muchos creen. Cuando los experimentos se llevan a cabo, la gente —incluídos los científicos y políticos— sigue eligiendo qué creer. 

Por ejemplo, una tendencia a considerar hipótesis provisorias como ciertas lleva a los científicos a conclusiones falsas. Y cuando buscan información, los investigadores pueden favorecer los datos que son consistentes con las conclusiones que desean, lo que luego puede ser engañoso. 

En un artículo publicado en la revista The New Yorker, Jonah Lehrer dijo: “Nos gusta pretender que nuestros experimentos definen la verdad para nosotros. Pero ese no suele ser el caso”. [1]

Enlazar experimentos con experiencia 

El mundo se puede beneficiar de las fortalezas de la ciencia convencional tanto como de los sistemas de conocimiento indígena. 

El conocimiento adquirido a través de la ciencia convencional, que usualmente es cerrada y formal, puede ampliarse a través de los sistemas de conocimiento indígena, que son abiertos e informales. 

La ciencia convencional formula principios y teorías que describen a la naturaleza, mientras que los sistemas de conocimiento indígena desarrollan valores, creencias, costumbres y ceremonias basadas en la comprensión de la naturaleza y del universo. 

Mientras la ciencia convencional confía en la conceptualización, en la experimentación empírica y en la interpretación para generar y compartir conocimiento, el conocimiento indígena pone más énfasis en la experiencia y la práctica. 

A diferencia del conocimiento indígena, la ciencia convencional trabaja mejor cuando se ocupa de lo que es observable y medible. Pero aceptar el rol del conocimiento indígena es esencial para que no nos engañemos creyendo que sólo lo medible es real y que sólo lo que es controlable es valioso. 

“Sólo porque una idea es cierta no significa que pueda ser probada. Y sólo porque una idea puede ser probada no significa que sea cierta”, como destaca el artículo en The New Yorker

Pero para que el conocimiento indígena pueda coexistir de manera significativa con la ciencia convencional debe ser fortalecido por varios medios, como la traducción. 

Fortalecer el conocimiento indígena 

En el mundo en desarrollo, el conocimiento tradicional e indígena ha sido, durante años, relegado por formas de conocimiento del mundo desarrollado, incluyendo la ciencia moderna. 

Mucha gente en África cree que si el conocimiento no ha sido escrito en un libro de ciencia moderna, o si no se enseña en una escuela, colegio o universidad formal, no cuenta como conocimiento. 

Para promover el conocimiento indígena, los centros científicos de excelencia en África deberían transformarse en semilleros para la investigación colaborativa, donde expertos en conocimiento indígena y científicos modernos investiguen e innoven juntos. 

Hay señales de que se puede lograr mucho a través de esas actividades colaborativas. Por ejemplo, químicos de la Universidad de Nairobi, en Kenia, han contratado curanderos herboristas para aprender más acerca de cómo la Clerodendrum myricoides, una especie de planta floral nativa de África, puede usarse con seguridad y efectividad. 

Los químicos han encontrado que los curanderos tradicionales usan un elixir preparado con esta planta para tratar enfermedades de transmisión sexual, especialmente la gonorrea. Aunque es efectiva, esta preparación también puede tener efectos tóxicos, que son identificados por los herboristas. Para complementar sus conocimientos, los químicos desarrollaron estudios para verificar la bioactividad de la planta, identificar sus ingredientes activos y determinar una dosificación segura.
 
Mientras los químicos tienden a enfocarse en generar conocimiento, los curanderos buscan curar a personas y comunidades. Esta intervención ha armonizado los estándares modernos de la química con los estándares sanadores de los herboristas, llevando a un respeto mutuo y alentando la aceptación social del conocimiento indígena.

Fuerte rol de las TIC 

La nueva era de la creatividad e innovación impulsada por las tecnologías de la información y la comunicación ofrece a los países en desarrollo una oportunidad aun mayor para revitalizar los sistemas de conocimiento indígena. 

Con las TIC hay abundantes oportunidades de representar y divulgar digitalmente el conocimiento a través de varias formas de expresión —desde música hasta fotografías, voz y video— que permiten que los relatos indígenas se difundan en el mundo. Los jóvenes africanos, que se sienten cómodos con las TIC pueden llevar el conocimiento indígena a una comunidad más amplia y global. 

Muchas comunidades y organizaciones están usando las TIC para capturar y preservar el conocimiento indígena en África, América Latina y Asia. [2] 

En África del este, la Red de Centros de Información Rwenzori, de Uganda, está mejorando el desarrollo de la comunidad a través de la recolección, reestructuración y documentación del conocimiento indígena. La red busca ayudar a integrar este conocimiento a los sistemas de educación local, para que las personas puedan tomar decisiones informadas. 

En Zimbabwe, la iniciativa Knowledge Transfer Africa Trust está trabajando para fortalecer algunos idiomas indígenas, de manera de convertirlos en los cimientos para combinar conocimiento indígena con ciencia moderna. 

Un éxito notable es la Biblioteca Digital de Conocimiento Tradicional de India (TKDL, en su sigla en inglés). Esta institución se ha convertido en un recurso único para capturar la sabiduría de la medicina tradicional del país. 

También ha sido usada para prevenir la biopiratería: el acceso a las 30 millones de páginas de su base de datos ayuda a las autoridades a examinar correctamente los pedidos de patentes vinculadas al conocimiento tradicional. 

Encauzar los conocimientos indígenas con la ciencia moderna permitirá que las ideas fundamentales y la innovación real emerjan de grupos como los pequeños agricultores, las comunidades de pescadores, los médicos tradicionales y los artesanos rurales, lo que conducirá a una responsabilidad y propiedad colectivas de los logros científicos.

Charles Dhewa es director del Knowledge Transfer Africa, con sede en Harare, Zimbabwe. Dhewa puede se contactado a través de: [email protected] o [email protected].

References

[1] Lehrer J. The truth wears off: Is there something wrong with the scientific method? The New Yorker (2010)
[2] Hunter J. The role of information technologies in indigenous knowledge management Chapter 9, Australian Indigenous Knowledge and Libraries (2006)