18/06/10

Las exigencias de la medicina tradicional

En algunas clínicas ecuatorianas, médicos generales modernos trabajan junto con los tradicionales chamanes. Crédito de la imagen: Flickr/Anastasiy_Safari

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Integrar la medicina moderna y la tradicional requiere romper las barreras legales y normativas que perjudican a los pobres.

Antes de la era colonial, la medicina a lo largo de los trópicos se limitaba casi exclusivamente a los remedios tradicionales y a las prácticas adaptadas a las culturas locales y los recursos naturales.

Luego, la llegada de los misioneros y de los colonizadores a Asia, África y América trajo las técnicas científicas modernas y los medicamentos que fueron utilizados para servir al imperativo colonial de promover el Cristianismo, el comercio y la “civilización”.

La introducción de la medicina moderna ha sido sin duda exitosa en una primera instancia. Las potencias coloniales eran mucho más expertas en controlar las epidemias, implementar programas de vacunación masiva contra la viruela, por ejemplo, y eliminar tumores y cataratas.

Pero la medicina de la época colonial ha dejado otro legado —la marginación y la degradación de la medicina tradicional. Las potencias coloniales promovieron sus valores por encima de las prácticas tradicionales, estableciendo la medicina moderna como oficialmente superior. En muchos países africanos, por ejemplo, si bien a los herbolarios no se les prohibió practicar, se les consideraba en gran medida inferiores o se los ignoraba. Lo que si se prohibió fue la adivinación tradicional, la hechicería y la brujería.

Esta marginación de las prácticas médicas tradicionales fue reforzada más tarde mediante los sistemas de salud organizados y los hospitales construidos bajo los modelos de países desarrollados, que siguen dominando los sistemas sanitarios de todos los países

Reconocimiento del valor

En la carrera por cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la medicina tradicional está reapareciendo para combatir la creciente resistencia a las drogas y hacer frente a nuevas enfermedades. Los gobiernos, las compañías farmacéuticas, investigadores y organizaciones de cooperación internacional reconocen cada vez más el valor de la medicina tradicional y de sus practicantes, como una fuente de potenciales nuevos y populares medicamentos y como proveedores alternativos de atención primaria de salud.

La Declaración de Beijing de la OMS en 2008 marcó un hito en el reconocimiento de la necesidad de integrar la medicina tradicional en los sistemas nacionales de salud.

Pero conseguir esto no es tarea fácil, especialmente porque los sistemas de salud modernos se basan en los marcos jurídicos y de procedimiento heredados del mundo desarrollado. Ellos pueden contribuir al objetivo de avanzar y propagar la medicina moderna, pero no son necesariamente favorables a la promoción de las prácticas tradicionales.

Un ejemplo es el estricto régimen de propiedad intelectual. No puede adaptarse fácilmente al enfoque de la medicina tradicional, considerada de propiedad común y de libre acceso a través de generaciones.

Las pruebas de seguridad y eficacia estrictamente definidas, sello de la reglamentación farmacéutica, son otro obstáculo. Se han creado para probar drogas estandarizadas en dosis fijas, son capaces de identificar los principios activos y proporcionan resultados fácilmente reproducibles. Pero los medicamentos tradicionales son intrínsecamente diversos, tanto en la forma en que se formulan como en la que se dispensan.

Diferentes enfoques

Esta semana, hemos puesto el reto de integrar la medicina moderna y la tradicional en un especial, a través de una serie de artículos que debaten sobre las cuestiones clave y ponen de relieve estrategias eficaces para la integración.

En un artículo de fondo se describen las diferencias en cómo se practican, evalúan y gestionan la medicina moderna y la tradicional, y explora cómo y dónde se chocan(Ver Medicina tradicional y moderna: hechos y cifras).

Los obstáculos prácticos para transformar medicinas tradicionales en modernos productos farmacéuticos en particular, pueden ser significativos. La periodista científica Yojana Sharma describe la forma en que se están abordando para lograr la aceptación mundial de la reglamentación(Ver Medicina tradicional convertida en occidental).

En África, de acuerdo con el experto sudafricano en desarrollo de drogas, Kelly Chibale, el primer paso debe ser crear una base de datos y hacer una recolección física de los productos naturales de la medicina tradicional. Los métodos modernos de monitoreo, evaluación y la farmacología preclínica se pueden aplicar para desarrollar productos comerciales (Ver África: potencial farmacológico por descubrir).

Si la ciencia moderna puede ser utilizada para explorar las medicinas tradicionales, también puede utilizarse para reforzar los sistemas de conocimiento que las apoyan. Antony Taubman, jefe de propiedad intelectual en la Organización Mundial del Comercio, afirma que las últimas tecnologías de la información son muy adecuadas para caracterizar el contexto local y cultural de los conocimientos médicos tradicionales y preservarlos y transmitirlos para su uso en la práctica moderna (Ver Reconocimiento a los sistemas tradicionales de salud).

Pero integrar la medicina moderna y la tradicional se extiende más allá de simplemente la aplicación de métodos modernos al conocimiento antiguo. Los expertos en medicina tradicional, Bhushan Patwardhan y sus colegas, proponen un sistema de conocimiento integral que reconoce las diferencias epistemológicas entre la medicina tradicional y la ciencia moderna, y establece normas para las interacciones multicultural (Ver Fin a dominación médica sobre el mundo en desarrollo).

Es posible. Oswaldo Salaverry, director del Centro Nacional de Salud Intercultural en Perú, describe los progresos en su país para integrar las prácticas médicas tradicionales, como el parto vertical, en la infraestructura nacional de salud en beneficio de la salud pública(Ver Medicina tradicional modernizada para población local).

Se necesita esfuerzo global

Salaverry no es una voz solitaria. El mundo en desarrollo tiene muchos ejemplos que muestran que la medicina moderna y tradicional no tienen por qué chocar —desde los hospitales chinos que proporcionan tratamiento a base de hierbas junto con la medicina convencional, a las clínicas ecuatorianas donde modernos médicos generales trabajan junto con los tradicionales chamanes.

Pero para que los dos sistemas trabajen en una mayor armonía a gran escala, es necesario un esfuerzo mundial para eliminar las barreras legales, normativas y conceptuales que apoyan la promoción de la medicina moderna a costa de las prácticas tradicionales.

Esto significa, por ejemplo, mantener un debate activo dentro de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual sobre el acceso y participación en los beneficios para garantizar que los creadores y custodios de la medicina tradicional obtengan el respeto, el reconocimiento y la participación equitativa en los beneficios que se merecen.

También significa construir sobre el trabajo de la OMS para adaptar los sistemas de regulación, evaluación, entrenamiento y la concesión de licencias o de certificación con las metodologías que sean adecuadas a la medicina tradicional.

Integrar la medicina moderna y la tradicional es un gran desafío. Pero, dado el creciente reconocimiento de las limitaciones de la medicina moderna, es algo que debe asumir la comunidad mundial si lo que se quiere es mejorar la salud pública en el mundo en desarrollo.

Sian Lewis, editor comisionado
David Dickson, Director

SciDev.Net