22/02/13

Red llevará agricultura orgánica a plano científico

El 80 por ciento de los agricultores orgánicos certificados vive en países en desarrollo Crédito de la imagen: Flickr/Jose Miguel Calatayud

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[PARÍS] Una plataforma internacional para fortalecer y coordinar la investigación en agricultura orgánica, y ayudar a que los beneficios lleguen a los productores orgánicos, la mayoría de los cuales viven en los países en desarrollo, se lanzó en Alemania la semana pasada (15 de febrero).

La idea de la red surgió en el marco de las negociaciones de la cumbre de la ONU Río+20 en junio pasado. Es coordinada por la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM por sus siglas en inglés).

La red, denominada Plataforma de Tecnología e Innovación de IFOAM (TIPI por sus siglas en inglés), actuará como un foro de partes interesadas, que incluirá agricultores, científicos y organizaciones de la sociedad civil para debatir la dirección de la investigación orgánica e influir en la política agrícola. También trabajará para mejorar la evaluación y ejecución de la agricultura orgánica y ejercer presión política.

DE UN VISTAZO

  • Red organizará talleres para agricultores y científicos, y coordinará investigación
  • Se espera que beneficie a agricultores orgánicos de los países en desarrollo
  • Otra entidad, de la ONU, ayudará a los agricultores a certificar sus productos

Si bien no financiará directamente la investigación, mediante la coordinación de sus instituciones miembros, podrá ayudar a identificar y satisfacer las prioridades de investigación, explica Markus Arbenz, director ejecutivo de IFOAM.

“Se está haciendo una gran cantidad de investigación, pero su coordinación es escasa”, reconoce.

“TIPI creará un marco mundial para llevar al plano científico la agricultura orgánica y asegurar que los mensajes que envía nuestra comunidad tengan una base científica sólida”.

Integrada actualmente por 35 instituciones de investigación, TIPI ayudará a construir una agenda de investigación global para abordar retos como la seguridad alimentaria, la degradación de los ecosistemas y la discriminación social, a través de una serie de iniciativas.

Ellas incluyen talleres para que agricultores y científicos intercambien ideas, la creación de inventarios de todos los programas de investigación y recursos bibliográficos, así como una conferencia para sus miembros, programada para 2014.

Con aproximadamente el 80 por ciento de los 1.8 millones de agricultores orgánicos certificados viviendo en los países en desarrollo, fomentar la investigación orgánica, a través de la investigación científica y las políticas de estado, beneficiaría mucho a estas regiones, indica Arbenz a SciDev.Net.

Urs Niggli, director del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL por sus siglas en alemán), con sede en Suiza, y miembro del consejo directivo de TIPI, coincide en que la agricultura orgánica es importante para el desarrollo.

Los estudios de caso de dos millones de agricultores del sub Sahara africano muestran que la conversión a la agricultura orgánica mejora considerablemente los medios de subsistencia, así como la educación y las oportunidades de capacitación de los niños agricultores, subraya.

No obstante sus beneficios sociales, la falta de financiamiento de la agricultura orgánica y la predominancia del sector privado en la investigación agrícola evitan que se disfruten todos los beneficios, acota Niggli.

Estima que menos del 0.4 por ciento de los US$52 mil millones que se invierten aproximadamente cada año en investigación agrícola se destinan a iniciativas orgánicas específicas.

Usar el TIPI para crear cohesión dentro de la comunidad de la agricultura orgánica, establecer las agendas de investigación y presionar a los políticos es una buena manera de mejorar el apoyo financiero y político a los métodos orgánicos, precisa a SciDev.Net.

Si bien mejorar la investigación y la presión ayuda, los agricultores de los países en desarrollo tampoco se están beneficiando debido a los complicados esquemas de certificación, subraya Arbenz.

Añade que un nuevo organismo, el Foro de la ONU en Estándares de Sostenibilidad (UNFSS por sus siglas en inglés), programado para lanzarse en marzo, cuyo mandato incluirá la racionalización de los esquemas de certificación orgánica, ayudará en este propósito.

UNFSS buscará facilitarles a los pequeños campesinos la acreditación de sus productos como orgánicos, para que consigan mejores ganancias.

Hans Herren, presidente del Instituto Milenio, con sede en Washington DC, Estados Unidos, dice que el éxito de TIPI dependerá de conseguir los socios adecuados y de la demanda de los consumidores.

TIPI debe mirar más allá de las organizaciones tradicionales de agricultura orgánica, y volver su atención a las instituciones educativas como universidades, escuelas agrícolas y centros de capacitación de agricultores, señala.

Herren añade que los consumidores son el factor crítico para el éxito del movimiento: sin una demanda de productos orgánicos será difícil cambiarse a lo orgánico a una escala más grande.

Los estimados actuales sitúan las ventas de productos orgánicos por encima de los US$60 mil millones al año, especialmente en Europa y Estados Unidos. Los países con el mayor número de productores orgánicos son India, México, Tanzania y Uganda, con aproximadamente un millón de productores entre ellos. La mayoría de tierras orgánicas están en Europa, América Latina y Oceanía.

 

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