12/07/12

Innovación e I+D para satisfacer mayor demanda de alimentos

Indonesia desarrolló un exitoso sistema de innovación para la agricultura Crédito de la imagen: Flickr/jasperwiet

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Los países en desarrollo deben invertir fuertemente en innovación agrícola, particularmente en investigación y desarrollo (I+D), si quieren satisfacer la creciente demanda de alimentos, según detalla un informe.

El Informe OCDE-FAO sobre el Futuro Agrícola 2012-2021, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés), brinda proyecciones de mercado para diferentes sectores agrícolas —incluyendo los biocombustibles, cereales, semillas oleaginosas, azúcar, carnes, productos lácteos, pescados y mariscos— en el período 2012-2021.

El informe dice que para satisfacer la demanda, en los próximos 40 años, la producción agrícola debe aumentar 60 por ciento, lo que equivale a mil millones de toneladas adicionales de cereales y a 200 millones de toneladas extra de carne por año.

Esto requerirá fortalecer los sistemas de innovación agrícola, particularmente en el mundo en desarrollo, donde la mayoría de los países aún no tienen políticas de innovación, pero donde se registrarán las tasas más altas de crecimiento agrícola.

En una conferencia de prensa para presentar el informe (11 de julio), Merritt Cluff, economista jefe de la FAO, dijo que como ejemplo de crecimiento agrícola en los países en desarrollo, “en 2021, América Latina tendrá casi el doble de la producción que registró en 2000”.

Ignacio Pérez, analista económico de la OCDE, dijo a SciDev.Net: “Las brechas de producción son mayores en los países en desarrollo, y las ganancias de productividad en el futuro dependerán en gran medida de las inversiones en investigación y desarrollo”.

Pérez dijo que Indonesia es un buen ejemplo de un país en desarrollo que ha creado un exitoso sistema de innovación para la agricultura, vinculando su sector privado con el público para impulsar la producción.

El informe también aboga por “la necesidad de tener una mejor coherencia política para la innovación agrícola, por un sistema de investigación que esté más en función de la demanda, por programas de capacitación y educación agrícola actualizados, y por un mayor compromiso del sector privado”.

“Los bajos niveles de educación general de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo pueden ser una seria limitación. Construir un sistema de educación y extensión efectivo es una inversión a largo plazo que requiere apoyo político sostenido”.

Pérez destacó el impacto de escuelas agrícolas para campesinos, que brindan capacitación y acceso a tecnologías modernas para impulsar la productividad de los cultivos, particularmente en Kenia, Tanzania y Uganda.

“Los enfoques de extensión dirigidos a los agricultores pueden facilitar el acceso a información y a tecnologías modernas y aumentar la productividad de los cultivos”, dijo Pérez.

El informe subraya que el gasto público en I+D agrícola en los países en desarrollo en general ha sido bajo, con una fuerte dependencia de la ayuda extranjera. En ambos casos, el dinero suele otorgarse a proyectos con plazos estrictos, “lo que puede dificultar el desarrollo de instituciones nacionales de I+D y la creación de capacidades”.

Enlace al informe

References

OECD-FAO Agricultural Outlook 2012-2021 doi: 10.1787/agr_outlook-2012-en (2012)