10/02/11

La Amazonia ‘podría contribuir al calentamiento global’

La sequía de 2010 en la Amazonia provocó la baja del nivel de los ríos de la región Crédito de la imagen: Visionshare / Flickr

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[MONTEVIDEO] Luego de que en 2005 la Amazonia experimentara una sequía que, por sus características extremas, los científicos estimaban que ocurría “una vez cada 100 años”, en 2010 la región volvió a padecer otra, incluso más severa. 

En un estudio publicado en Science este mes (4 de febrero), investigadores brasileños e ingleses advierten que el bosque amazónico podría dejar de ser un gran sumidero que absorbe dióxido de carbono de la atmósfera, para transformarse en un emisor de este compuesto, y por ende, contribuir al aceleramiento del cambio climático

Usando información satelital, los expertos demostraron que ambos eventos fueron causados por un aumento inusual de las temperaturas en el océano Atlántico frente a las costas brasileñas, pero que la sequía de 2010 fue más severa que la de 2005. 

Mientras que la primera abarcó 1,9 millón de kilómetros cuadrados al sudoeste de la Amazonia, la de 2010 afectó tres millones de kilómetros cuadrados en tres áreas: el sudoeste de la Amazonia, el centro-norte de Bolivia y el estado de Mato Grosso, en Brasil, detalló a SciDev.Net Simon Lewis, de la Universidad de Leeds, Inglaterra, y autor principal del estudio. 

Además, el estudio halló que la sequía de 2010 provocó la muerte de mayor cantidad de árboles, un hecho que potenció el impacto del fenómeno pues, al morir, los árboles no sólo dejan de absorber dióxido de carbono sino que, en su proceso de putrefacción, liberan este compuesto. 

Por este motivo, aunque no hay cálculos precisos, la sequía de 2010 pudo haber liberado más cantidad de dióxido de carbono que la de 2005, cuando se emitieron a la atmósfera 5.500 millones de toneladas de este gas invernadero. Esta cantidad equivale a lo que liberó EEUU en 2009 por la quema de combustibles fósiles. 

“Aún no está claro si fueron dos sequías inusuales asociadas a una variabilidad climática natural, o si es una tendencia a largo plazo provocada por el calentamiento climático”, destacó Lewis. 

“Sin embargo, los resultados actuales son consistentes con los modelos climáticos que predicen aumentos en la frecuencia y severidad de las sequías en la Amazonia”, agregó. 

Según los expertos, todavía se necesitan más estudios para analizar, entre otros aspectos, si el precedente de la sequía de 2005 provocó que la de 2010 fuera más severa. 

Si continúa esta tendencia “podría conducir a un ciclo en el que las sequías y la recuperación de la selva se retroalimenten y causen el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera”, concluyó Lewis. 

Enlace al estudio completo en Science

References

Science 4 February 2011: Vol. 331 no. 6017 p. 554