24/06/10

Países emergentes ‘deben cooperar con donantes’

Fan: Donantes tradicionales deben incluir a Brasil, China e India en las discusiones Crédito de la imagen: IFPRI

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Brasil, China e India deberían participar más en el sistema internacional de donantes si se quiere combatir el problema global del hambre adecuadamente, según dijo el titular del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por su sigla en inglés) de EE.UU.
 
La cantidad de personas con hambre continúa creciendo, dijo Shenggen Fan a SciDev.Net en el marco de la Cumbre de líderes mundiales del G8 — que se celebra en Canadá desde el 25 de junio — y continuará con la Cumbre del G20, en la que participan las principales economías del mundo.
 
Fan dijo que los nuevos jugadores son necesarios en el desarrollo global para la seguridad alimentaria — incluyendo las economías emergentes, los filántropos y la industria — para lograr una acción concertada.
 
“Los donantes tradicionales — la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU., el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, y el Banco Mundial — necesitan incluir a brasileros, chinos e indios en el diálogo”.
 
Estos tres países están aumentando sus fondos para la agricultura y brindando apoyo técnico a otros países en desarrollo, y tienen una amplia experiencia en lidiar con la seguridad alimentaria, dijo Fan.
 
Por ejemplo, se estima que la ayuda global de China a África casi se cuadruplicó, pasando de US$ 684 millones en 2001 a US$2,5 mil millones en 2009, según “Halving Hungry”, un informe publicado ayer (23 de junio) por el IFPRI.
 
Pero aunque algo se ha hecho, por ejemplo, en el G-20, para incluir a Brasil, China e India, “se trata de pasos de bebé — todavía hay un largo camino por recorrer".
 
Fan reconoció que las recientes adquisiciones de tierra — en particular en África — hechas por países como China, India y los estados del Golfo con el fin de exportar alimentos baratos para sus propias poblaciones, levantaron sospechas sobre sus intenciones.
 
La solución es una mejor coordinación con otros actores internacionales, y más transparencia.
 
“Necesitamos un código de conducta para guiar la inversión en África… para garantizar que los beneficiarios de las inversiones no sufran por culpa de los problemas de seguridad alimentaria”, dijo.
 
Pero no hay ningún código debido a la falta de voluntad política “a nivel mundial”.
 
“Personalmente creo que la inversión de estos países en África y América Latina puede beneficiar [a todos] por lo que es una situación en la que ganan todos”, dijo.
 
Fan también llamó a las organizaciones filantrópicas a “integrarse plenamente en la agenda mundial de seguridad alimentaria”.
 
Dijo que se refería en particular a la Fundación Bill y Melinda Gates, que ha participado activamente en la investigación agrícola internacional. “Debería ser más prominente en la plataforma del G-8. [La Fundación] toma riesgos, innova y hace cosas de manera diferente [a los gobiernos]”.
 
El informe “Halving Hunger” advierte que el tema de la seguridad alimentaria se está debilitando en la agenda del G-20.
 
“Cinco años después de que los líderes del G8 prometieran en Gleneagles incrementar la ayuda al desarrollo, y un año después de que se comprometieran a fomentar la seguridad alimentaria mundial en la cumbre de L’Aquila, la cantidad de personas pobres y con hambre está aumentando”, dice el informe.