06/02/13

Latinoamérica fortalece su seguridad hídrica

De los 205 programas de conservación hídrica en el mundo, 28 están en Latinoamérica Crédito de la imagen: Rodrigo Soldon/Flickr

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[SAO PAULO] Latinoamérica invirtió US$84 millones en programas de protección y restauración de ecosistemas importantes para la conservación de cuencas hidrográficas en 2011.

Así lo indica el informe ‘Estado de inversiones en protección hídrica 2012’, lanzado el 24 de enero y elaborado por investigadores de Ecosystem Marketplace, una iniciativa de Forest Trends, organización estadounidense sin fines de lucro.

Los al menos 205 programas activos en el mundo en 2011 totalizaron US$8.170 millones en inversiones. De estos, 28 (14 por ciento) están en Latinoamérica, concentrados principalmente en Ecuador, Bolivia y Brasil.

DE UN VISTAZO

  • En 2011 había en América Latina al menos 28 programas activos de protección de cuencas hídricas
  • Los fondos de agua son el mecanismo de mayor crecimiento en Latinoamérica, con US$3,8 millones en inversiones en 2011
  • Una alternativa para reducir los daños ambientales en cuencas sería aplicar leyes más rígidas, dice un experto

Según el estudio, el fondo de agua ha demostrado ser el mecanismo de mayor crecimiento en Latinoamérica, con US$3,8 millones en inversiones en 2011.

De los 28 programas en la región, 23 son de esta naturaleza, como Fonacruz, en Bolivia; Água e Floresta Guandu, en Brasil; Bogotá Water Fund, en Colombia y FONAG, en Ecuador

En estos programas los usuarios del agua pagan a un fondo único que se invierte en la protección de las cuencas hídricas. Entre las fuentes de financiamiento se incluye la contribución de empresas públicas y privadas y de Organizaciones No Gubernamentales.

Genevieve Bennett, investigadora de Ecosystem Marketplace y coautora del estudio, explica a SciDev.Net que los agricultores, pescadores y agroempresarios están dispuestos a pagar por la protección de las cuencas, con el fin de garantizar agua limpia y confiable para sus operaciones.

Una de las tendencias en la región son los sistemas de compensación no monetaria para familias comprometidas con la protección de los recursos hídricos. Por ejemplo, en el Valle de Santa Cruz, Bolivia, más de 500 familias reciben colmenas, frutales y alambre para cercos por resguardar sus cursos de agua.

“Los pequeños agricultores que reciben insumos agrícolas y capacitación a cambio de su ayuda en la conservación del agua están disfrutando de una mayor seguridad alimentaria y aumentado los ingresos de la cosechas. Eso prueba que es posible coordinar programas de protección hídrica a partir del actual modelo de producción agrícola”, señala Bennet.

Sergius Gandolfi, biólogo del Laboratorio de Ecología y Restauración Forestal de la Universidad de Sao Paulo, opina que el documento es importante, pero que la discusión principal está ligada a la concepción del derecho de propiedad que cada sociedad se ha adoptado.

Según dice a SciDev.Net, “el pago por la preservación hídrica es inapropiado, ya que significa pagar para evitar un daño ambiental”. Eso, agrega, implica aceptar que existe un derecho al daño y que si un propietario no ejerce este derecho, tiene la posibilidad de lucrar con él recurriendo a programas de compensaciones.

Añade que la aplicación de leyes más rígidas podría ser la mejor manera para reparar los daños ambientales, incluso sin ningún tipo de compensación a la sociedad por los daños pasados y futuros.

Resumen ejecutivo del informe Estado Global de las Inversiones en Protección Hídrica [PDF, en español]

Enlace al informe completo [PDF 8 MB, en inglés]