24/08/17

Frenan contaminación por micotoxinas en nueces de Brasil

Bertholetia-excelsa-Castanha-do-Para0301-Brazil.jpg
El árbol Bertholletia excelsa, productor de la castaña, puede alcanzar hasta 50 metros de altura y vivir más de 500 años. Crédito de la imagen: Jardín Botánico de Río de Janeiro

De un vistazo

  • Castañas son contaminadas por toxinas producidas por diversos hongos
  • A lo largo de cadena de producción de las castañas hay varios puntos críticos de contaminación
  • Sin embargo un mejor control a lo largo del proceso está ayudando a reducir riesgos

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

La temperatura, la humedad, el largo tiempo que permanecen en el suelo antes de la cosecha e incluso las abejas son factores que contribuyen a la alta contaminación con micotoxinas —sustancias producidas por hongos— encontrada en las castañas de Brasil.
 
Así lo comprobó una investigación de científicos brasileros que logró identificar los puntos críticos de contaminación de las castañas a lo largo de la cadena de producción.
 
Los resultados de la investigación están permitiendo al país desarrollar estrategias de control de micotoxinas y regular los límites máximos aceptables a nivel nacional e internacional de estas sustancias venenosas, para poder seguir comercializando el producto a otras latitudes. Brasil es el principal productor de castañas del mundo.
 
La investigación del Instituto de Tecnología de Alimentos de Campinas, en colaboración con la Universidad Técnica de Dinamarca, y apoyada por el Programa BIOTA de FAPESP, rastreó los hongos potencialmente venenosos presentes en las castañas desde el momento que caen al suelo desde el árbol progenitor Bertholletia excels, en la selva amazónica, hasta que llegan a los consumidores en el supermercado.

Nuestra investigación identificó los puntos críticos en la contaminación de castañas por aflatoxinas y ayudó a establecer medidas para reducirla mediante mejoras a lo largo de la cadena de suministro

Marta Hiromi Taniwaki
Instituto de Tecnología
Alimentaria de Campinas
 

"Nuestra investigación identificó los puntos críticos en la contaminación de castañas por aflatoxinas [un tipo de micotoxina producida por hongos del género Aspergillus] y ayudó a establecer medidas para reducirla mediante mejoras a lo largo de la cadena de suministro", dijo Marta Hiromi Taniwaki, investigadora principal del proyecto, a la Agencia FAPESP.
 
En 172 muestras recolectadas en la selva, comunidades cosechadoras, mercados callejeros, plantas procesadoras de los estados de Pará y Amazonas y supermercados de Sao Paulo, se encontraron hongos del género Aspergillus y Penicillium, además de Eurotium spp., Zigomicetos, hongos dematiáceos o "negros" y toxinas producidas por algunas especies de Aspergillus.
 
Los niveles más altos de contaminación por aflatoxinas se detectaron en muestras recogidas en las plantas procesadores antes de su clasificación y en mercados callejeros de Pará y Amazonas. Sin embargo, los investigadores también comprobaron que la clasificación mecánica o manual y el secado eliminan más del 98 por ciento de las aflatoxinas.
 
Otro descubrimiento importante fue que los hongos productores de aflatoxinas provienen no solo de los suelos forestales sino de los matorrales y abejas que polinizan los árboles de castaña y dispersan las esporas de los hongos al ambiente.
 
También encontraron que las altas temperaturas y la humedad, así como el largo tiempo que las castañas permanecen en el suelo antes de la cosecha, favorecen el crecimiento de los hongos.
 
Para Taniwaki, el tiempo que tarda llevar las castañas a plantas de procesamiento específicamente construidas es crucial.
 
El estudio también está ayudando a Brasil a asegurar niveles máximos más realistas de tolerancia para la contaminación por aflatoxinas en el Codex Alimentarius, un conjunto de normas reconocidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) como punto de referencia para resolver disputas sobre alimentos, seguridad y protección de los consumidores.

En 2003, la Unión Europea restringió las importaciones de nueces de Brasil debido a que los niveles de aflatoxinas eran más altos que lo permitido por sus normas, que fijaban un máximo de 4 microgramos (μg) de aflatoxinas totales por kilo de nueces de Brasil o 2 μg de aflatoxina B1 Por kilo.

Ahora, según Taniwaki, esos niveles se han fijado en 15 μg de aflatoxinas totales por kilo de nueces antes del procesamiento y 10 μg de aflatoxinas totales por kilo de nueces listas para el consumo. Estos niveles están más en línea con los requerimientos de los países productores, que incluyen Bolivia y Perú, así como Brasil.

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Microbiología Alimentaria.

References

Tomado del Boletín de la Agência FAPESP  y editado por el equipo editorial de América Latina y el Caribe de SciDev.Net