Por: Aleida Rueda
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[CIUDAD DE MÉXICO] “Ocurrió en México pero pudo hacerlo en cualquier otro país”, concluye Adolfo García-Sastre, autor de un estudio publicado en la revista eLIFE (28 de junio) que revela que la cepa que causó la gripe AH1N1 en 2009 surgió en México.
Parecería una obviedad, pues los primeros infectados se reportaron allí en abril de ese año. Sin embargo, no estaba claro si los precursores virales del H1N1 se habían combinado en México o si procedían de Asia, fuente común de pandemias por virus tipo A.
En 2009, tras la secuenciación genética del H1N1, se supo que la causante de la pandemia era una nueva variante de cepa constituida por tres segmentos de distintos linajes de virus de influenza porcina tipo A. En ese tiempo, uno de esos segmentos (de linaje euroasiático) no había sido detectado ni en México ni en toda América Latina.
“Cuando inició la pandemia en México imaginábamos que las condiciones para crear este virus existían sólo en Asia y que tendríamos uno o dos meses para ajustar el sector salud y contener la emergencia”, relata a SciDev.Net Alejandro Macías, infectólogo mexicano quien no participó en el estudio pero fue el comisionado de la Secretaría de Salud nacional para atender a la población durante la pandemia.
Pero García-Sastre y sus colegas de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinai (EEUU) y otras instituciones, concluyen que el virus no surgió en Asia.
Para probarlo, los investigadores identificaron, aislaron y secuenciaron virus de influenza porcina tipo A de cerdos de distintas regiones del México, y analizaron 58 secuencias para averiguar sus relaciones genéticas.
Su análisis reveló que la gestación del virus que propició la pandemia se inició a finales de los 80.
Entonces, y especialmente durante la década de los 90, México importó de EEUU y Europa (incluyendo Reino Unido y Dinamarca) mayor cantidad de cerdos vivos que años anteriores. En ellos, según los investigadores, ya venían los virus precursores del H1N1 que evolucionaron independientemente y se recombinaron en cerdos mexicanos.
Con ello, los autores demuestran que el movimiento de ganado entre países puede diseminar virus altamente transmisibles y que “se debería evitar importaciones de cerdos infectados mediante vigilancia diagnóstica y/o métodos de cuarentena”, dice SciDev.Net, García Sastre.
Pero Macías apunta que “este estudio demuestra que todo mundo tiene dadas las condiciones para el desarrollo de cepas con potencial pandémico y que, una vez que se inicia la diseminación entre humanos en alguna región del mundo, la globalización permitirá la diseminación mundial en pocos meses”.
> Enlace al artículo en eLIFE