17/02/17

Venezuela: chamanes no influyen en vacunación de niños

warao foto
OPS

De un vistazo

  • Temor a efectos secundarios de las vacunas condiciona su aceptación en madres de pueblo warao
  • Generalmente, equipos de vacunación no ofrecen información sobre probables efectos secundarios
  • Puestos médicos tampoco son de ayuda cuando se presentan fiebres o diarreas tras vacunación

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[CARACAS] Ofrecer instrucciones a las madres indígenas sobre cómo lidiar con los efectos colaterales de la vacuna en sus hijos disminuiría la desconfianza en el proceso de vacunación. Este es uno de los hallazgos de una investigación realizada por un equipo de médicos en un pueblo indígena de Venezuela.

El estudio fue realizado con entrevistas a profundidad a 30 madres y una abuela de la comunidad Warao, de Antonio Díaz, en el Delta del Orinoco, zona que está a siete horas de camino del puesto médico más cercano y cuyo acceso es únicamente fluvial. Esta etnia es la segunda con mayor población en el país sudamericano.

Los vacunadores no nos entregan las medicinas para las enfermedades que causan las vacunas y si vamos hasta el puesto médico, allí tampoco pueden ayudarnos. Eso es lo que nos enoja”.

Testimonio de una madre Warao citada en el estudio

Con una media de 28 años de edad, dedicadas a las labores del hogar (55%) y apenas con educación básica (45%), las entrevistadas detallaron que la influencia del curandero indígena local (chamán) es nula a la hora de decidir si vacunan o no a sus hijos. El temor a los efectos secundarios, en cambio, fue el principal motivo revelado por las madres indígenas que se oponen a las vacunas.  

“La experiencia que obtuvimos es que el chamán influye cuando el niño está enfermo. En cambio, como la vacuna es un acto preventivo, son las madres o los cuidadores de los niños quienes, por su propia cuenta, deciden el asunto” explicó a SciDev.Net Berenice del Nogal, coautora del estudio y profesora jubilada de Pediatría de la Universidad Central de Venezuela (UCV). 

Para las madres indígenas, fiebre y diarreas son los dos efectos colaterales más comunes del proceso. “Los vacunadores no nos entregan las medicinas para las enfermedades que causan las vacunas y si vamos hasta el puesto médico, allí tampoco pueden ayudarnos. Eso es lo que nos enoja”, aseguró una madre Warao de 43 años de edad y 10 hijos, citada en el estudio.

 

“Los Warao tienen unos mitos en los que no hay mayor diferencia con [las creencias de] la gente que vive en las ciudades. Las madres indígenas temen que el niño vaya a tener fiebre y eso se parece a lo que dicen en cualquier zona del país”, expresó a SciDev.Net Alejandro Rísquez, jefe del Departamento de Medicina Preventiva y Social de la UCV, tras evaluar el estudio.

“La obligación del vacunador es informar a la madre sobre todos los efectos. No se trata de decirle que no va a pasar nada. Es explicarle que puede producirse una molestia local, así si el evento ocurre, es esperado, y la madre sabe lo que tiene que hacer”, añadió Rísquez.
 
Enlace al artículo completo publicado en Plos One