30/09/19

Paraguay otorga licencias para producir cannabis medicinal

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Cultivo de cáñamo industrial para fibra y grano. Crédito de la imagen: Aleks / Wikimedia. [Licencia CC BY-SA 3.0].

De un vistazo

  • En Paraguay, licencias para producir cannabis medicinal permitirá investigar usos y benficios de la planta
  • Profesionales fomentan uso y producción responsable del cannabis.
  • Ahora solo un laboratorio privado podía importar, elaborar y vender el producto.

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La determinación del Estado paraguayo de otorgar cinco licencias a empresas para la producción, industrialización y comercialización controlada de aceite de cannabis en el país, no solo servirá para investigar más sobre las utilidades médicas de este compuesto, sino además para ahondar en el conocimiento de la planta.
 
En esta tarea están comprometidos médicos, biólogos e ingenieros de las ramas forestales y de la agronomía, entre otras especialidades, y las universidades locales estarán involucradas en la investigación del cáñamo.
 
“No solo es cuestión de pacientes; además de las cepas. Se tienen que saber cuáles son y conocer más las autóctonas”, dijo a SciDev.Net el neurocirujano Miguel Ángel Velázquez, uno de los hacedores de la reglamentación de la ley 6007/17, que en diciembre del 2017 creó el Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica del Cannabis y sus Derivados. Básicamente, permite la investigación médica y científica del uso terapéutico del cannabis y derivados en el tratamiento de enfermedades en humanos.
 
A su vez, Dante Zacarías, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), dijo a SciDev.Net que estas licencias permitirán la contratación de más científicos que investiguen sobre los usos del cáñamo. “Hay varias especies de cannabis y todos tienen distintos usos. Hay mucho por investigar”, indicó.

“La coyuntura del mundo está favoreciendo la dinámica de este negocio a nivel global y creemos que Paraguay no puede perderse la oportunidad”.

Juan Carlos Cabezudo, Cáñamos del Sur (Paraguay)

 
El Estado otorgará el permiso en el marco de la reglamentación de la ley 6007/17, que garantizará la provisión gratuita del medicamento, al establecer que 2 por ciento de la producción sea entregado por el Estado a quienes lo necesiten para sus tratamientos.
 
Para trabajar con la producción del aceite de cannabis, los interesados deben solicitar el permiso a la Dirección de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud hasta el 31 de octubre. La plantación inicial del cannabis es de cinco hectáreas, pero podrá extenderse a 10. Antes de 2017, el cultivo no estaba legalizado.
 
Las documentaciones para entregar las licencias serán analizadas por los ministerios de Salud, Industria y Comercio, entre otros organismos.
 
Actualmente, solo un laboratorio privado está autorizado a importar componentes del cannabis, elaborar localmente el aceite y vender el producto. Pero con la entrega de licencias se ampliará la oferta e incluso se podrá utilizar la producción nacional de cannabis.
 
Empresarios del ramo del cáñamo sostienen que se debe aprovechar “la extraordinaria versatilidad industrial” y convertir a Paraguay en el destino de fondos transparentes. “La coyuntura del mundo está favoreciendo la dinámica de este negocio a nivel global y creemos que Paraguay no puede perderse la oportunidad”, sostuvo a SciDev.Net Juan Carlos Cabezudo, directivo de la empresa Cáñamos del Sur e impulsor de la conformación de una Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial.

En este contexto, recientemente (12 de setiembre) la Cámara de Senadores otorgó media sanción a un proyecto de ley que despenaliza el autocultivo del cannabis para uso médico. La normativa fue impulsada por padres de la organización Mamá Cultiva, buscando un marco legal para abastecer del medicamento a sus hijos.
 
El aceite de cannabis se utiliza mayoritariamente para el tratamiento de la epilepsia refractaria, Parkinson, Alzheimer. “Es una necesidad urgente de las familias que puedan tener acceso a la medicina”, dice Cinthia Fariña, una de las impulsoras de la ley.
 
Para Velázquez, sin embargo, esta iniciativa puede ser peligrosa, porque no se hay estudios científicos sobre los efectos de la producción artesanal, y advierte de posibles sanciones de organismos internacionales, en caso de que se apruebe el proyecto.
 
“El cannabis no es una yerba mate, no es un ka’a he’e (stevia) que se puede hacer en la casa. Es un fármaco que actúa sobre el sistema nervioso. No podemos hacer una cocina y mucho menos usar cualquier semilla”, recalcó.
 

También Ecuador

Paraguay es el octavo país en aprobar el uso medicinal del cannabis. Antes lo hicieron Argentina, Chile, Colombia, México, Perú, Puerto Rico y recientemente Ecuador.
 
El 18 de setiembre, este país aprobó una reforma a su Código Penal que elimina la sanción a la posesión de fármacos que contengan tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo del cannabis y que elimina el cáñamo de la lista de plantaciones prohibidas.
 
Sin embargo, establece que la despenalización es para los casos que se trate de “cannabis no psicoactivo” con un “contenido de THC inferior a 1 por ciento en peso seco”. La regulación estará a cargo de la Autoridad Agraria Nacional.

Asimismo, la reforma permite la producción, comercialización, distribución, uso y consumo solo en los casos que sea con fines medicinales o terapéuticos.

En la región, Uruguay es el único país que autorizaó la venta, consumo y cultivo de marihuana con uso recreativo.