13/01/11

OMS pide acción global ante resistencia a antimaláricos

La artemisinina fue aislada originalmente de la planta asiática Artemisia annua Crédito de la imagen: Flickr/tonrulkens

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La OMS ha lanzado un “llamado a la acción” mundial dirigido a gobiernos, organismos, investigadores y organizaciones no gubernamentales en torno a la creciente resistencia que el parásito de la malaria ha generado hacia el arma más potente contra la enfermedad: la droga artemisinina.

De acuerdo con la OMS, si la recién descubierta resistencia se propaga, el extraordinario éxito de las campañas contra la malaria se verá amenazado. La artemisinina es la base del tratamiento para la malaria en todo el mundo y por el momento no tiene sustituto.

“Las consecuencias de una resistencia generalizada a las artemisininas serían catastróficas”, dijo la directora general de la OMS, Margaret Chan, durante una conferencia de prensa celebrada ayer (12 de enero) tras el lanzamiento del ‘Plan Mundial de Contención de la Resistencia a la Artemisinina’ (GPARC, por sus siglas en inglés).

“Necesitamos preservar este medicamento. Lo que está en juego no son solamente los objetivos en torno a la malaria, sino todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados”, dijo Robert Newman, director del Programa Mundial sobre Malaria de la OMS.

La resistencia a la artemisinina fue identificada en el parásito Plasmodium falciparum en la frontera entre Camboya y Tailandia durante estudios realizados entre 2001 y 2009. Recientemente se ha encontrado evidencia del problema en la zona del Gran Mekong y algunos temen que la resistencia se extienda hacia África, donde ocurren la mayoría de las muertes por malaria.

El GPARC hace un llamado para aumentar la vigilancia en torno a la resistencia del parásito y mejorar el acceso al diagnóstico y a los tratamientos combinados basados en la artemisinina (TCA), así como a realizar más investigación en campos que van desde nuevos métodos para frenar la resistencia hasta modelos matemáticos sobre su propagación.

“No tenemos todo el conocimiento ni las herramientas que necesitamos”, dijo Newman, añadiendo que encontrar una forma rápida para poner a prueba la resistencia del parásito debería ser una prioridad.

“Necesitamos un marcador molecular que nos permita saber mucho antes dónde está surgiendo el problema”.

“La comunidad científica debe comprometerse a desarrollar nuevas clases de medicamentos antipalúdicos que no caigan en la misma trampa de resistencia en la que han caído los TCA”, añadió.

Pero no va a ser fácil encontrar los genes del parásito responsables de generar resistencia, asegura Pascal Ringwald, coordinador de la unidad de resistencia a los medicamentos y contención del Programa Global sobre Malaria de la OMS.

“Se necesitaron 30 años para encontrar el gen relacionado con la resistencia a la cloroquina”, dijo a SciDev.Net. “Existen miles de genes mutando en el parásito y el problema es encontrar cuál de las mutaciones podría estar relacionada con la resistencia a la artemisinina”.

“Ahora tenemos mejores herramientas moleculares”, añadió. “No creo que vayamos a tardar otros 30 años, pero el proceso es muy difícil y muy costoso”.

El llamado a la acción por parte de la OMS también busca atraer nuevos fondos para alcanzar los aproximadamente US$175 millones que hacen falta para el proyecto. Hasta el momento, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido ha accedido a financiar un proyecto para mejorar el seguimiento y trazar un mapa del alcance de la resistencia.

Enlace al informe completo del ‘Plan Mundial de Contención de la Resistencia a la Artemisinina’ (en inglés)
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