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Científicos han propuesto una nueva y radical estrategia para detener la epidemia de VIH/SIDA, pero su implementación podría tener consecuencias en el ámbito de los derechos humanos, dicen comentaristas.

Según esta estrategia, publicada en The Lancet, la población en las áreas más afectadas, como el África Sub-Sahariana, por ejemplo, sería examinada anualmente en busca de VIH y quienes resulten seropositivos serían tratados inmediatamente con drogas antirretrovirales (ARV).

La medida podría reducir el número de nuevas infecciones, ya que los medicamentos contra el SIDA disminuyen los niveles de virus en el cuerpo, haciendo la transmisión mucho menos probable. Los autores estiman que se podrían reducir las tasas de infección a menos del uno por ciento dentro de 50 años. Las muertes podría descender a 1 por 1000 personas al año en 2016.

Pero tratar inmediatamente a las personas con antirretrovirales genera controversias, debido a su toxicidad y efectos secundarios. Actualmente, las personas no reciben tratamiento con antirretrovirales hasta que lo necesitan, y cambiar esta práctica presenta el dilema ético de perjudicar a pacientes individuales en aras del bien público.

 Los autores del artículo de The Lancet dicen que su estrategia es un modelo matemático a discutir, pero que ofrece una nueva opción cuando otros caminos, como las vacunas o los microbicidas contra el VIH han fallado.

Tal estrategia requeriría una considerable inversión inicial, pero la disminución en las tasas de transmisión daría como resultado gastos mucho menores en prevención, cuidado y tratamiento, indican.

Enlace al artículo completo en The Guardian