30/10/17

Leishmaniasis cutánea disminuirá en la región para 2050

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Flebótomo, insecto vector del parásito de la leishmaniasis. Crédito de la imagen: Josué Damacena - IOC/Fiocruz (del mosquito amarillo)

De un vistazo

  • Ocurrencia de la enfermedad está asociada a estacionalidad climática
  • Leishmaniasis cutánea tolera menos que la visceral las variaciones de lluvias y temperaturas
  • Enfermedad afecta a casi 12 millones de personas en el mundo y está muy expandida en la región

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[RIO DE JANEIRO] La incidencia de leishmaniasis cutánea en la región se reduciría entre 35 y 50 por ciento para 2050, según una proyección que comparó modelos de uso de la tierra con estimaciones del impacto del cambio climático y variables socioeconómicas para estimar el comportamiento de la leishmaniasis cutánea y visceral en Centro y Sudamérica.

Esta enfermedad parasitaria transmitida por insectos flebótomos es padecida por casi 12 millones de personas, la mayoría de América Latina y el Caribe.
 
El estudio, realizado por científicos del Centro de Ecología e Hidrología (CEH), del Reino Unido, concluye que los factores climáticos explican el 80 por ciento de la variación en el patrón de ocurrencia de la leishmaniasis y los factores socioeconómicos, el porcentaje restante.

Los vectores están mostrando capacidad de adaptación a los hábitats del hombre y las proyecciones a futuro confirman que van a seguir expandiéndose al ambiente urbano”.

Elizabeth Rangel, Instituto Oswaldo Cruz

 
La leishmaniasis cutánea es menos tolerante a variaciones de temperatura y precipitación que la visceral, lo que explica la eventual disminución proyectada, sostienen los autores en el artículo publicado en la revista PlosOne.
 
La investigadora Bethan V. Purse, jefa del Laboratorio de Ecología de Enfermedades del CEH y autora principal de la investigación, aclara que los datos no deben interpretarse como previsiones precisas.
 
"Lo que el modelo proporciona son hipótesis de que las dos formas de la enfermedad tienen diferentes preferencias climáticas, lo que restringe sus lugares de ocurrencia en las Américas. Como los mamíferos silvestres están involucrados en la transmisión de las dos formas, nuestra hipótesis es que ambas aumentarían en áreas cercanas a bosques o hábitats domésticos con diversidad mamífera", explica a SciDev.Net.
 
Aunque el artículo trata primordialmente de la ocurrencia de la leishmaniasis, los investigadores perciben total concordancia con resultados de otros estudios relacionados a vectores y cambio climático.

"Tiene sentido que la ocurrencia de la enfermedad esté asociada a la estacionalidad, como muestra el artículo”, señala Elizabeth Rangel, jefa del Laboratorio de Referencia Nacional e Internacional de Vigilancia Entomológica, Taxonomía y Ecología de Vectores de Leishmaniasis, Instituto Oswaldo Cruz.

"El valor de precipitación tiene que ver con la cantidad de humedad, característica relevante para los flebótomos, porque sus hembras depositan huevos en suelo húmedo y baja luminosidad", añade.

Le hubiera gustado que el estudio incluyera la correlación de la incidencia de la enfermedad con los vectores, para ver cuáles juegan un papel más importante de transmisión en las proyecciones futuras de distribución de la enfermedad. 
 
"Los vectores están mostrando capacidad de adaptación a los hábitats del hombre y las proyecciones a futuro confirman que van a seguir expandiéndose al ambiente urbano", concluye.
 
Enlace al estudio completo en PlosOne