26/06/18

Investigan diabetes con financiamiento colectivo

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Lucía Curti, miembro del equipo de Investigando para un Mundo sin Diabetes en pleno trabajo. Crédito de la imagen: Mincyt (Argentina)

De un vistazo

  • Objetivo de plataforma es aumentar financiamiento privado a proyectos científicos
  • Fue creada por Ministerio de Ciencia y cuenta con unos 50 proyectos para financiar
  • Investigación de punta sobre diabetes obtuvo un poco más de lo requerido para experimento

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[BUENOS AIRES] Un proyecto científico argentino obtuvo la totalidad de fondos que necesitaba, gracias a una novedosa plataforma de financiamiento colectivo denominada Mercado de Innovación Argentina (MIA), creada e impulsada por el Ministerio de Ciencia (Mincyt).

“Investigando para un mundo sin diabetes”, proyecto de científicos del Hospital Italiano de Buenos Aires, obtuvo 61.000 pesos (alrededor de US$2.000), un poco más de los US$1.500 que requerían. Fueron aportados por decenas de personas  y por un laboratorio multinacional (Merck Argentina).

El proyecto busca perfeccionar un procedimiento para aislar y purificar células mediante ARN sintético y lograr así una terapia de reconversión celular contra la diabetes. Si bien la duración total del estudio tomará varios años, el financiamiento recabado es para un experimento en particular. Sin embargo, otras etapas de trabajo  también están en la plataforma.

“La idea es que el sitio se transforme en una plataforma que exhiba convocatorias, premios y otros proyectos innovadores y que, además, conecte necesidades con capacidades”.

Juan Ferro, Mercado de Innovación Argentina

En el Mincyt confían que este será el primero de muchos casos exitosos que permitirán aumentar el porcentaje de financiamiento privado a emprendimientos científicos y así estar más cerca de las cifras que manejan los países desarrollados.

Juan Ferro, quien lidera el MIA desde el Mincyt, informa que en la web hay unos 50 proyectos a los que ya se puede aportar  “y otros 200 están en cola para ser analizados y seguramente se subirán en las próximas semanas”, entre ellos, investigaciones para tratamientos de cáncer o desarrollo de impresoras 3D.

El requisito para postular al financiamiento colectivo es que el proyecto tenga una base de innovación, sin importar la etapa en que se encuentre, y esté relacionado con ciencia y tecnología.

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Miembros del equipo de Investigando para un Mundo sin Diabetes (Crédito: Mincyt, Argentina).

“La idea es que el sitio se transforme en una plataforma que exhiba convocatorias, premios y otros proyectos innovadores y que, además, conecte necesidades con capacidades”, explica Ferro.

“Buscamos que los privados participen más en el financiamiento de la ciencia, no reemplazando al Estado sino sumando, como en Estados Unidos, España o Israel”, agrega Ferro. Reconoce que por ahora son campañas piloto y por eso prefieren que sean cortas y a escala modesta. “Así trabajan otras plataformas globales como Science exchange o Innocentive, que de algún modo sirven de modelo”, menciona.

“Para nosotros fue fundamental que la plataforma de financiación colectiva fuera del Mincyt”, afirma Federico Pereyra-Bonnet, investigador del Conicet en el Instituto Universitario del Hospital Italiano y líder del proyecto.

“Eso nos hizo decidirnos a participar. Creemos que las plataformas de financiación mientras más trasparentes sean y con más respaldo, mejor”, dice.

“El proceso en sí es sencillo, simplemente tuvimos que completar las bases de la plataforma. Lo que costó un poco más fue describir lo que hacemos en un lenguaje no técnico, que pueda ser digerible para todos, independientemente de su formación”, agrega.

Pero no todos ven con buenos ojos este tipo de iniciativa. Fernando Peirano, docente de la Universidad de Quilmes y ex funcionario del anterior gobierno nacional, acepta que está bien ampliar opciones y probar instrumentos de financiación, pero subraya que en el contexto actual de desfinanciamiento general de la investigación en el país parece más algo sustitutivo que complementario.

“Es cierto que la relación entre inversión pública y privada en investigación y desarrollo es de tres a uno, pero hay que mirar también valores absolutos. Los países desarrollados durante mucho tiempo tuvieron al estado como principal financiador hasta conseguir masa crítica y que los privados empezaran a hacer aportes. Primero es necesario generar esa tierra fértil para la inversión privada y en Argentina todavía no la tenemos”, concluye.