02/02/10

Encuentran DDT en niños de México y Centroamérica

Un soldado estadounidense muestra el uso de DDT, que se empleó desde los años ‘50 para combatir la malaria Crédito de la imagen: CDC

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[CIUDAD DE MÉXICO] Niños de varios países latinoamericanos tienen rastros del pesticida DDT en la sangre, según un estudio coordinado por la Organización Panamericana de la Salud.

Los niños estudiados pertenecen a 11 comunidades rurales de Mesoamérica (México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). En todos, salvo Guatemala, se encontró exposición al DDT.

En México los niveles fueron de nueve a 28 veces mayores que en el resto de los países. “Esto se debe a que México fue el último país en dejar de utilizar DDT”, explicó a SciDev.Net Fernando Díaz Barriga, profesor de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, quien lideró la investigación, publicada en la revista Chemosphere (19 enero).

Agregó que en los niños de Guatemala no hay rastros porque fue de los primeros países en restringir su uso en 1979, mientras que México y Nicaragua lo hicieron en 2000. Los demás países analizados lo prohibieron en los 80.

El DDT y sus metabolitos (como el DDE) han sido asociados a afecciones neurológicas, asma, inmunodeficiencia, muerte celular y daños del ADN de células inmunológicas.

Desde 1955 el DDT fue ampliamente aplicado en viviendas alrededor del mundo para controlar el mosquito vector de la malaria. En 2004 el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes erradicó su uso, avalándolo únicamente en 25 países severamente afectados por la malaria.

En los países mesoamericanos se dispersaron unas 85.000 toneladas de DDT entre 1946 y 1999 para los programas de control de malaria.

En los niños que habitan lugares que fueron rociados, la exposición al DDT residual se produce acumulativamente por la ingestión o inhalación de tierra y polvo, y el consumo de alimentos, incluyendo leche materna, dice el estudio.

Si bien en Mesoamérica el pesticida se erradicó en 2000, “nuestra investigación demostró que todavía existen algunas comunidades rurales con uso de DDT”, dijo Díaz. Según el estudio, esto ocurriría en México, Guatemala y Costa Rica.

Sin embargo, “el asunto ya no es con el DDT actual; el asunto es con el DDT residual”, puesto que su vida media es de décadas. Díaz considera importante seguir monitoreándolo “porque vamos a tener DDT para los próximos 50 años”, y debe detectarse para eliminarlo de los ciclos ambientales.

Según los autores, determinar si los niños estudiados están en riesgo requiere más análisis, “sin embargo, sería importante aplicar el principio de la precaución para comenzar un programa de reducción de riesgo que disminuya la exposición de los niños de la región al DDT y DDE”.