11/08/06

El clima influye en casos de leishmaniasis en Colombia

La lutzomyia, vector de la leishmania, se alimenta de sangre a través de piel humana Crédito de la imagen: WHO/TDR/Stammers

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[BOGOTA] El Fenómeno del Niño incrementa los casos de leishmaniasis en la región nororiental de Colombia, mientras que La Niña los reduce.


Así lo advierte artículo publicado en el American Journal of Tropical Medicine and Higiene, en su edición de agosto.


El grupo de investigación, liderado por la entomóloga médica Rocío Cárdenas, del Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander, realizó el estudio en dos departamentos colombianos, durante el período comprendido entre 1985 y 2002.


Encontraron evidencia de que durante los años de presencia de El Niño, la incidencia de la enfermedad en Norte de Santander se incrementó en un 15.7 por ciento y en Santander en un 7.74 por ciento, mientras que en los años de La Niña, se redujo en 6.8 por ciento en Norte de Santander y en 12.3 en Santander.


“Las particularidades orográficas de la cordillera permiten algunas diferencias en la configuración de los focos de leishmaniasis,” en estos dos departamentos, afirmó la investigadora Cárdenas a SciDev.Net.


Los investigadores informaron además que el impacto a largo plazo de la variabilidad climática en las poblaciones de lutzomia, el mosquito vector de la enfermedad, es que durante las estaciones secas, como en el caso de la presencia de El Niño, propicia su reproducción y crecimiento.


“En ausencia de otros factores biológicos y sociales”, dice el estudio, “la variabilidad climática puede tener un impacto sustancial en la epidemiología de la leishmaniasis en el nororiente de Colombia”.


La investigación apoyó la iniciativa departamental de incluir estudios de focos de leishmaniasis en algunas zonas particulares, con participación interdisciplinaria, dada la complejidad de su ciclo y sus asociaciones con factores climáticos y demográficos, explicó la doctora Cárdenas.


Gracias a estos resultados, el Subgrupo Control de Vectores, del Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander, encargado de ejecutar y evaluar las estrategias de control ya sean químicas, biológicas o de participación comunitaria, ha vinculado en sus análisis de resultados el impacto de los factores climáticos en el curso normal de la enfermedad.

Esto permitirá tener una visión más real de la situación de las enfermedades de transmisión vectorial y de la efectividad de las medidas de control aplicadas, concluyó la investigadora.