31/01/10

Colaboración Sur-Sur, valiosa para mundo en desarrollo

Médicos de Haití atienden a pacientes con VIH en las montañas de Lesoto Crédito de la imagen: Flickr | Rogiro

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Un programa de atención a pacientes con VIH desarrollado en Haití, que fue reproducido exitosamente en Lesoto, muestra que la colaboración Sur-Sur puede ser beneficiosa para ambos países pobres, según un análisis de investigadores de EE.UU, Haití y Lesoto.

Sin embargo, en la investigación publicada en la edición de enero la revista AIDS, destacan que pese a estos esfuerzos positivos, la colaboración entre países pobres sigue siendo poco valorada en el mundo como una forma efectiva de crear recursos humanos capacitados, compartir experiencias y retener a médicos en países en desarrollo.

Según el estudio, a finales de 1990, la organización no gubernamental Partners in Health con base en Boston (EE.UU.) fundó en Haití la Iniciativa Equidad VIH para brindar atención primaria y tratamiento a personas infectadas en áreas rurales.

Haití es el país más pobre de América, con mayoría de la población en áreas rurales inaccesibles y la mayor prevalencia de infección de VIH (3,8 por ciento).

Desde entonces, el pequeño proyecto solidario creció hasta ser un programa con nueve centros de salud apoyado por el Ministerio de Salud, que asisten a 1.2 millones de personas y brindan tratamiento a 12.000 pacientes con VIH.

Hace tres años, este programa fue modelo para el proyecto Iniciativa Rural en Lesoto, un país africano que sólo tiene 80 médicos para dos millones de personas y carece de escuela de Medicina.

El programa se inició con una clínica coordinada por un médico de Haití ubicado en las montañas de Lesoto donde se replicaron las prácticas y tratamientos utilizados en el país caribeño. Se ofrecía un salario y dinero para el transporte a los trabajadores de salud, en lugar de que fueran voluntarios.

Según el estudio, “esa es la enseñanza más importante obtenida de experiencia de Haití”.

“Estos trabajadores son de gran importancia en las zonas montañosas aisladas de Lesoto así como lo son en las áreas rurales de Haití, donde los pobladores deben caminar cinco o seis horas para llegar a la clínica”, describe la investigación.

Asimismo agregaron que para los médicos de Haití la oportunidad de hacer este intercambio internacional fue un incentivo y un elemento importante para retenerlos en el mundo en desarrollo.

“Los países ricos debería apoyar y facilitar la colaboración Sur-Sur como un elemento complementario y a veces superior a la ayuda Norte-Sur”, concluyó la investigación.