03/11/09

Vacuna contra el dengue: progresos y desafíos

El Aedes aegypti, vector del dengue Crédito de la imagen: CDC/ Paul I. Howell, MPH; Prof. Frank Hadley Collins

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Diez posibles vacunas contra el dengue están en estudio y una es la más prometedora, pero hay temores y desafíos que hacen lento su desarrollo, según reflexionan investigadores ingleses en un artículo de revisión publicado en la edición de noviembre de la revista The Lancet Infectious Diseases.

De acuerdo con el artículo, los desarrollos están en diferentes fases e incluyen la fabricación de vacunas a partir del virus vivo atenuado o inactivado, la recombinación de ADN o vectores virales (herramienta de la biología molecular que se usa para introducir cierto material genético en una célula huésped).

Sin embargo, los investigadores destacan que la candidata más prometedora es una vacuna “quimera”, que supone la recombinación del material genético de dos virus similares en uno.

Esta vacuna en desarrollo está en fase 2, demostró ser segura y efectiva en ensayos clínicos en humanos, y próximamente iniciará la fase 3, que incluye el estudio en más pacientes.

En esta fase debe aplicarse en poblaciones apropiadas en las zonas endémicas.

Entre las conclusiones, los científicos destacan que “el avance en el desarrollo de vacunas contra el dengue se ha acelerado, pero, junto con ello, la magnitud del problema ha crecido rápidamente y una vacuna segura y efectiva en todo el mundo sigue siendo una prioridad urgente”.

Pero, según los investigadores, el éxito dependerá de que se tome “un enfoque coordinado” entre los  estudios, que garanticen la extrapolación de diferentes resultados para contribuir también a la comprensión de la inmunidad y la patogénesis del dengue.

Agregan que es necesario contar con una estructura que una a los centros implicados en el desarrollo de vacunas para que, en coordinación con la Organización Mundial de la Salud, permita el intercambio de información sobre eventos adversos, la seguridad y los conocimientos adquiridos en los diferentes estudios.

References

Lancet Infect Dis 2009; 9: 678–87.