13/11/08

La prensa es clave en la lucha mundial por la salud

Entregar información precisa sobre nuevas investigaciones es especialmente importante Crédito de la imagen: WHO/TDR/Crump

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La prensa puede contribuir a combatir las enfermedades en el mundo, no solo como vigía frente a las malas prácticas sino también defendiendo las investigaciones exitosas.

La próxima semana (17 a 19 de noviembre), el Foro Ministerial Mundial sobre Investigación en Salud, a realizarse en Bamako, Mali, reunirá a políticos, representantes de gobiernos, científicos y asesores políticos de todo el mundo para discutir la mejor manera de combatir las enfermedades, particularmente en los países en desarrollo.

En los últimos años se han hecho progresos significativos usando, por ejemplo, mosquiteros para controlar la malaria o antirretrovirales para el VIH/SIDA. Sin embargo, la mayoría de los desafíos siguen pareciendo tan intimidantes como hace cuatro años en Ciudad de México, en la última reunión ministerial, especialmente de cara a las nuevas epidemias y al cambio climático.

La buena noticia es que el financiamiento para la investigación de las principales enfermedades que afectan al mundo en desarrollo aumenta rápidamente, en parte gracias a organizaciones como la Fundación Bill y Melinda Gates, y también debido al creciente interés por parte de agencias de cooperación internacional y de compañías farmacéuticas.

Según un informe de la Kaiser Foundation, en EE.UU., el financiamiento de agencias donantes para investigación médica en países de bajos y medianos ingresos, aumentó de US$30 millones en 2001 a US$560 millones en 2006. Esto apunta de alguna manera a la tan publicitada estadística que indica que el 90 por ciento del gasto mundial en investigación médica se enfoca en el diez por ciento de las necesidades de su población. Esta acusación fue hecha a principios de esta década por el Foro Mundial de Investigación en Salud, uno de los principales organizadores de la Cumbre de Bamako. 

Comunicaciones cruciales

Pero, tal como muchos de los documentos de la reunión de la próxima semana dejan en claro, el gasto en investigación es sólo el primer paso. Un mayor desafío es asegurar que la investigación médica apunte hacia donde es más necesaria, y que los resultados se usen de modo eficiente.

En esto, los medios masivos cumplen un rol importante. Pueden abrir los canales de comunicación entre investigadores, legisladores y público general. 

Es especialmente importante entregar información precisa sobre nuevas investigaciones, como por ejemplo, ensayos clínicos exitosos de nuevas vacunas o tratamientos. Estas informaciones destacan los resultados para los legisladores (y ciertamente para pacientes relevantes), y es un valioso respaldo para la inversión en investigación médica.

Cuando un país en desarrollo ha desarrollado el trabajo, informar sobre los resultados positivos puede también fortalecer la demanda por más capacitación, un elemento clave para el éxito a futuro.

El rol de vigía

No obstante lo anterior, el rol de los medios en la promoción de una mejor salud no se limita a las relaciones públicas. Involucrar al público en los debates sobre diseño e implementación de sistemas de salud es igualmente importante.

Los medios siempre se han sentido orgullosos de su rol vigilante, ya sea exponiendo prácticas médicas fraudulentas como tratamientos no comprobados contra el VIH/SIDA, garantizando una conducta adecuada en los ensayos clínicos o llamando la atención sobre servicios de salud pobremente implementados, y cómo las leyes de propiedad intelectual pueden obstaculizar el acceso a tratamientos asequibles.

Este papel será tan crucial como siempre, a medida que aumenta la importancia social de los servicios de salud.

Más desafiante, pero igualmente valioso, es el rol de los periodistas que analizan las razones que llevan a gobiernos y agencias internacionales a fracasar en el desarrollo de investigaciones relevantes y la puesta en práctica de sus descubrimientos.   

Las razones pueden variar, desde una definición de prioridades con escasa visión (con una atención insuficiente para las enfermedades crónicas, menos "glamorosas"), a una falta de coordinación entre los responsables de la asistencia médica, a incluso la total incompetencia.

Independientemente de las razones, mientras más casos de desempeño insuficiente sean destacados por los medios, mayor será la presión del público sobre las autoridades políticas para que solucionen los problemas.

Comprender ambos lados

Para ser efectivos, los periodistas necesitarán un entrenamiento profesional no sólo en las bases del periodismo, sino también en las habilidades específicas que se requieren para reportear con precisión sobre la investigación en salud.

Estas habilidades incluyen, por ejemplo, comprender el proceso de revisión entre pares, que es esencial para comprender por qué algunos tratamientos son más efectivos que otros, y conocer acerca de los procedimientos de consentimiento informado en las pruebas clínicas.

Los investigadores biomédicos también deben reconocer que periodistas capacitados adecuadamente pueden ayudarlos a llevar sus investigaciones a la práctica.

Muchos de ellos son cautelosos con la prensa, a menudo por malas experiencias personales. Pero la solución no está en retirarse progresivamente a torres de marfil académicas, ni en tratar con los legisladores a espaldas de la opinión pública.

Por el contrario, está en la búsqueda de una cultura de comunicación abierta, donde el público esté completamente involucrado en los debates sobre los cuidados de salud. La transparencia total es esencial cuando se aplica la investigación a la salud. Y eso es exactamente lo que los medios pueden aportar.

David Dickson
Director, SciDev.Net