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Los países en desarrollo necesitan reconocer que al crear capacidad para investigar y desarrollar vacunas contra la gripe se generan beneficios de largo plazo.


Los investigadores de la influenza se reúnen hoy (4 de mayo) en las oficinas centrales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ginebra, para discutir el progreso en la carrera para desarrollar la primera vacuna humana contra el virus de la gripe aviar H5N1.


Desafortunadamente, hay un claro peligro de que los países en desarrollo serán los últimos en obtener tal vacuna. Es de esperarse, entonces, que la OMS aproveche la reunión para iniciar negociaciones oficiales con los productores de vacunas con el fin de acordar compras anticipadas para los países que más las necesitan, pero que no pueden pagarlas.


Sin embargo, tales acuerdos, aunque cruciales, serían soluciones de corto plazo a un problema de largo alcance. Las pandemias de gripe son eventos recurrentes (hubo tres en el siglo XX). En última instancia, los países en desarrollo deben darse cuenta de que la causa de la marea actual de atención es sólo la punta del iceberg de la influenza.


La gripe en los países en desarrollo


Por su propia naturaleza, los virus de la gripe son amenazas a la salud que llegaron para quedarse. Como carecen de un mecanismo eficiente para corregir errores en su material genético cuando éste es copiado, los virus son particularmente susceptibles a cambiar, causando con ello nuevas epidemias de gripe leve en los humanos casi todos los años.


Por la misma razón, la amenaza de que aparezcan formas de virus de la gripe totalmente nuevas — con el potencial de causar pandemias globales — también seguirá con nosotros.


Modelos de cómo se propagaría un virus pandémico de la gripe sugieren que llegaría a todos los continentes dentro de tres meses después de su aparición. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos estima que tomaría hasta ocho meses producir las primeras dosis de una vacuna contra esa gripe. Frente a la amenaza de una enfermedad emergente que se dirige con rapidez hacia sus fronteras, es poco probable que los países ricos sean caritativos mientras luchan por proteger a sus propias poblaciones. Es por tanto esencial que los países en desarrollo mejoren su capacidad para investigar y producir sus propias vacunas contra la gripe.


Las estadísticas sobre la influenza son virtualmente inexistentes en los países pobres, donde el peso de otras enfermedades ha enmascarado hasta la fecha los impactos de la gripe. La OMS estima que la gripe afecta a entre cinco y 15 por ciento de la población global cada año, causando de 250 mil a 500 mil casos de enfermedad severa.


En el trópico, la gripe se propaga durante todo el año. La amenaza se complica en esas regiones por sus sistemas de salud pobres y sobrecargados, y por su limitado acceso a fármacos antivirales y vacunas. Como resultado, el impacto económico de tener una fuerza laboral en riesgo de contraer gripe es sin duda mayor que en los países industrializados. Un ejemplo es el caso de Madagascar, donde en 2002, una epidemia de gripe particularmente nociva afectó a por lo menos 27 mil personas en sólo tres meses, y mató a 800.


La influenza es por tanto un problema de salud que merece atención de largo plazo en los países pobres. Los países que desarrollen las capacidades para producir una vacuna contra el H5N1 no sólo tendrán una mejor oportunidad de proteger a sus poblaciones si ese virus dispara una pandemia humana, sino también estarán mejor preparados para enfrentar pandemias futuras (que, insisten los expertos en gripe, son inevitables), así como las epidemias anuales de gripe humana ordinaria.


Beneficios financieros


Para quienes tienen experiencia farmacéutica, a saber China e India, los atractivos financieros de ingresar en las ligas de los productores de vacunas contra la gripe también son considerables. El hecho de que la reserva estadounidense de vacuna contra la gripe estacional tuviera 86 millones de dosis el año pasado — 25 millones más que en 2004 — es prueba de la creciente demanda por una vacuna contra la gripe.


Para la farmacéutica Roche, la publicidad en torno a la gripe aviar ha sido como oro en polvo. El precio de sus acciones subió de manera sólida en 2005, duplicándose en un lapso de diez meses. Roche ha incrementado la producción de Tamiflu — el principal fármaco contra la gripe —, y ha evitado la amenaza de licenciamientos obligatorios entregando licencias de producción a compañías selectas en Asia.


Hay señales de que productores exitosos de vacunas podrían disfrutar beneficios similares. Sanofi-Aventis, pieza clave en la fabricación de vacunas contra la gripe, reportó en marzo haber incrementado su inversión en vacunas, “especialmente contra la influenza” en 2005, después de un sólido crecimiento en su venta de vacunas. El precio de sus acciones ha tenido una tendencia al alza desde principios de 2005, igual que los de otros fabricantes de vacunas contra la gripe.


En relación con el H5N1, en estos días los medios de comunicación y la atención política han resaltado que la capacidad global para producir vacunas contra la gripe es insuficiente. Los métodos de producción también se consideran anticuados y es urgente la necesidad de actualización (véase “Gripe pandémica: combatiendo a un enemigo que aún no existe“). Está en marcha la investigación para encontrar un método más eficiente para producir vacunas contra la gripe usando cultivos celulares en lugar de huevos de gallina. Vietnam está implicado en esto, y sería inteligente que otros aprovecharan la oportunidad para invertir en algo para lo cual habrá una demanda global.


China, Brasil y Tailandia también están tratando de desarrollar una vacuna contra el H5N1. Pero África virtualmente carece de capacidad de investigación o producción en cuanto a vacunas contra la gripe, y es en gran medida un extraño respecto a la vacuna contra la gripe estacional. El continente que sin duda padecerá más ante una pandemia de gripe necesita llegar a la altura del reto.


Catherine Brahic
Corresponsal decana, SciDev.Net

Lanzado hoy: Nuevo dossier en GRIPE AVIAR de SciDev.Net