11/02/21

Q&A: Una científica social a la vanguardia en lucha contra COVID-19

Nisia Trindande
Nísia Trindade Lima es la primera mujer presidenta de Fiocruz, la institución de salud pública más importante de Brasil creada hace 120 años. Crédito de la imagen: Peter Ilicciev/Fiocruz

De un vistazo

  • Nísia Trindade Lima es la primera presidenta de Fiocruz en los 120 años de la institución
  • Sus mayores esfuerzos actualmente están puestos en el desarrollo de la vacuna COVID-19
  • Ello sin descuidar la equidad de género: solo hay un 30 por ciento de mujeres en puestos de alta dirección

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Nísia Trindade Lima, una figura clave en uno de los países más afectados por la pandemia COVID-19 en el mundo, está haciendo historia en Brasil. La socióloga es la primera mujer presidenta de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), la institución de salud pública más importante de Brasil y una de las más destacadas de su tipo en América Latina.

Trindade Lima se unió a Fiocruz en 1987 como investigadora en la Casa Oswaldo Cruz, enfocada en ciencias sociales e historia de la investigación en salud. Posteriormente, entre 1998 a 2005, dirigió esa unidad y también fue presidenta de Docencia, Información y Comunicación de Fiocruz entre 2011 y 2016. Durante esos años, ha dirigido varias iniciativas, una de las más recientes el Observatorio COVID-19, red centrada en investigación transdisciplinaria de la nueva pandemia de coronavirus con el objetivo de recopilar datos epidemiológicos para apoyar las políticas públicas en Brasil.

Creada con el objetivo de combatir la peste bubónica hace más de un siglo, Fiocruz se convirtió en líder del estudio de enfermedades desatendidas y ciencia de vanguardia. Actualmente reúne  investigación, programas de posgrado, atención médica y producción de medicamentos y vacunas.

Con motivo de celebrarse hoy el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, SciDev.Net conversó con Lima sobre los retos de integrar la investigación científica y social, las desigualdades de género dentro de la institución y los retos que plantea sensibilizar a la gente sobre las vacunas, entre otros temas.

Usted es la primera mujer en la presidencia de Fiocruz en toda la historia de la institución. Su experiencia en sociología también difiere del área de especialización de la mayoría de presidentes anteriores, principalmente médicos. ¿Cómo impacta en su gestión ser una profesional proveniente de las ciencias sociales?

Los científicos sociales han ayudado a implementar acciones de salud pública desde la década de 1950 en el continente americano y han participado en muchas instituciones de ciencia y tecnología alrededor del mundo, discutiendo la ciencia como una iniciativa social en temas que involucran fuertemente la relación con la sociedad, como es el caso de la vacunación, por mencionar un tema muy presente actualmente.

Mi perspectiva como científica social, no me cabe duda, no sólo influyó en muchas de las acciones en las que participé, sino que, además, lidiar con una agenda que requiere un esfuerzo multi y transdisciplinario fue muy importante en mi carrera en Fiocruz hasta que llegué a la presidencia.

En cuanto al género, es un tema que ha sido ampliamente debatido en la institución. Tenemos un comité de equidad de género y raza, que ya se había creado bajo la dirección de Paulo Gadelha, el presidente que me precedió. He trabajado para avanzar en los temas de este comité y también para instituir un programa especial con motivo del día de la mujer y la niña en la ciencia.

En Fiocruz la desigualdad de género todavía se manifiesta en los puestos de liderazgo institucional: tenemos pocas mujeres en los puestos más altos, hay alrededor de 30 por ciento en puestos de alta dirección, por lo que queda mucho por hacer, especialmente para entender el lugar de las mujeres, que en tiempos de pandemia se agudiza aún más.

Test de Covid-19. Crédito de la imagen: Bernardo Portella

Muchas investigadoras y estudiantes de posgrado han advertido que la pandemia ha creado una situación menos favorable para las mujeres, como usted señaló. Las mujeres han producido y publicado académicamente menos que los hombres. ¿Cómo ve este escenario? ¿Qué se puede cambiar?

Este es un tema muy debatido. Gran parte del trabajo doméstico aún es realizado por las mujeres de la familia o por otras mujeres. En la pandemia, esto se ha vuelto más difícil, a medida que se propaga el contagio y aumenta la desigualdad social.

El virus comenzó a circular en las clases medias altas y se extendió a la clase trabajadora a partir de los trabajadores domésticos. Esto muestra una realidad desigual y muy, muy compleja. Las mujeres son las responsables de una gran parte del cuidado de los niños… Necesitamos un cambio cultural profundo, porque no hay otra forma de afrontar esta situación, desde el punto de vista de tener relaciones menos desiguales.

Fiocruz tiene un carácter único al combinar la investigación en salud, el servicio público –incluso en los hospitales– y la producción de medicamentos y vacunas. ¿Cuáles son los principales retos en tiempos de pandemia?

El principal reto de Fiocruz ahora es conseguir que las actividades básicas que nos definen: investigación, educación, sistemas de información bien estructurados, acceso a los datos y producción de vacunas, se fusionen en una visión sinérgica e integrada. Es inútil pensar en vacunas sin pensar en políticas de vacunación, o en el acceso a la vacunación.

En términos más inmediatos, el gran reto es la vacunación. Estamos centrando todos nuestros esfuerzos en la producción de la vacuna COVID-19 Fiocruz, desarrollada originalmente por la Universidad de Oxford en colaboración con los laboratorios AstraZeneca, que ahora se producirá en Fiocruz. Al mismo tiempo, estamos trabajando en la sensibilización del público sobre la importancia de la vacuna. La clave ahora es vacunar más y hacer que las vacunas estén disponibles a través de nuestro Sistema Único de Salud. Este es el gran reto en el que estamos totalmente inmersos en este momento.

Para el futuro, creo que el gran reto es hacer sostenibles estas políticas con una inversión regular en ciencia y tecnología. Tiene que haber sostenibilidad en estos esfuerzos y asegurar que los laboratorios públicos de producción nacional puedan hacer su trabajo.

La sede de Fiocruz en Río de Janeiro es un castillo de estilo morisco. En primer plano destaca la estatua del fundador Oswaldo Cruz. Crédito de la imagen: Ana Limp / Fiocruz.

La pandemia de COVID-19 ha colocado sistemáticamente a Fiocruz y a la ciencia en los medios de comunicación. ¿Cómo mantener esta atención de los medios y de la sociedad después de la pandemia?

Tenemos que aprovechar que quedan muchos temas, no en forma de crisis -ojalá la superemos-, sino como sensibilización, preparación, valoración de la ciencia, del Sistema Único de Salud… así que reflexionamos sobre cómo toda esta experiencia puede convertirse en un aprendizaje en el que la relación con los medios, guiada por la comunicación científica, pueda desarrollarse. Creo que esta es la mayor contribución de Fiocruz, la que más propicia que la gente acuda a nosotros.

Antes de la pandemia ya habíamos avanzado en muchos temas, con el repositorio institucional, que permite a los ciudadanos tener acceso a nuestra producción científica, y ahora durante la pandemia un observatorio centrado en COVID-19… así que creo que a partir de aquí, se desarrollarán otras acciones porque Fiocruz siempre ha valorado esta actividad, tanto que en 2016 recibimos el Premio José Reis [el Premio Brasileño de Comunicación Científica] como institución líder en comunicación científica en Brasil.

Vacunar a la población es el reto inmediato para la institución. En la foto, lote de vacunas importado de la India. Crédito de la imagen: Comunicación / Fiocruz.

Históricamente, Fiocruz siempre ha desempeñado un papel muy importante en la consolidación de las políticas y campañas de vacunación, y este papel ha sido fundamental para hacer frente a la pandemia en Brasil. Pero uno de los retos de la vacuna COVID se refiere a la lucha contra la desinformación. ¿Cómo afronta Fiocruz este tema?

Intentando comunicar con la mayor transparencia posible. Nuestro portal tiene todo un espacio dedicado a las vacunas y a la vacunación. Hemos consolidado canales de comunicación propios, como el Canal Saúde y la revista Radis y, además, hemos buscado expertos en comunicación en la medida de lo posible para comunicar la importancia de las vacunas y la vacunación con el fin de animar a nuestra comunidad a vacunarse.

También tenemos eventos públicos para informar a la población sobre las vacunas, pero gran parte de su alcance también depende de la cobertura mediática que tengan.

Tenemos figuras de la institución históricamente vinculadas a la lucha por la vacunación, como el Dr. Akira Homma [ex presidente e investigador emérito de Fiocruz, uno de los mayores expertos en vacunas del mundo]. Así que hay un aspecto de organización institucional, y yo diría que hay varias personas que luchan por la salud pública, la causa a la que dedican su vida.

En 2016, durante la epidemia del Zika, crearon un programa de investigación integrado, la Red de Ciencias Sociales y Zika de Fiocruz. ¿Cómo se ha aprovechado la capacidad de esta red para el desarrollo de la investigación sobre la pandemia de COVID-19 en las ciencias sociales?

De hecho, este programa se convirtió en una red que aprovechó la capacidad de los grupos de investigación en ciencias sociales y de la salud de Fiocruz, en todo Brasil, y también ha articulado el trabajo con otras organizaciones, como el Fondo de Población de las Naciones Unidas y las asociaciones de mujeres. El trabajo no se limita a las ciencias sociales, ya que buscamos promover agendas integradas e interdisciplinarias, de las cuales han surgido varias iniciativas, incluyendo una con la Universidad de Oxford mucho antes de la vacuna, que es la participación de Fiocruz en la Red Global de Salud.

“Para el futuro, creo que el gran reto es hacer sostenibles estas políticas con una inversión regular en ciencia y tecnología. Tiene que haber sostenibilidad en estos esfuerzos y asegurar que los laboratorios públicos de producción nacional puedan hacer su trabajo”.

Nísia Trindade, presidenta de Fiocruz.

Parte de los investigadores que participan en la red Zika trabajan actualmente en el centro de investigación interdisciplinaria centrado en emergencias sanitarias. Se están desarrollando varios estudios. Algunos con el apoyo de nuestro programa de innovación, y otros obtendrán financiación internacional o del país dedicado a estas emergencias, desde cuestiones relacionadas con los sistemas de información hasta los impactos sociales de la pandemia, como puede verse bien en nuestro Observatorio COVID-19. También estamos debatiendo aspectos de la confianza en la vacuna, y ya hemos empezado a investigar también en esta dirección.

Son todas líneas de trabajo muy interesantes, no sólo desde el punto de vista académico, sino también para recoger recomendaciones sobre cómo afrontar situaciones como la que estamos viviendo.