02/07/14

Desbalance de poder ‘sigue frenando alianzas Norte-Sur’

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Crédito de la imagen: Suzanne Lee/Panos

De un vistazo

  • Organizaciones del Norte establecen habitualmente agenda de colaboraciones en investigación
  • Ello deja al margen a socios del Sur, desde la fase de planificación hasta la publicación
  • También puede dar lugar a conclusiones que hacen poco para ayudar al desarrollo local

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[BONN] Los investigadores de países en desarrollo ejercen aún muy poca influencia en las colaboraciones Norte-Sur, lo que conlleva a proyectos que persiguen objetivos y valores occidentales, y socavan el desarrollo de las capacidades científicas en el hemisferio Sur, según un estudio.
 
Las agendas de los proyectos son establecidas habitualmente por agencias e instituciones del Norte, dejando al margen a los socios de los países de bajos ingresos durante la planificación, implementación y publicación de la investigación, señala el estudio presentado a la conferencia de la
Asociación Europea de Institutos de Formación y Desarrollo de la Investigación (EADI por sus siglas en inglés) realizada la semana pasada (23-26 de junio) en Bonn, Alemania.
 
Esto margina a los investigadores del Sur, admite Gilles Carbonnier, economista del Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Suiza, coautor del estudio.
 
También da lugar a evidencias de investigación que son irrelevantes o inapropiadas para las culturas locales y que por lo tanto tienen mínimo impacto sobre el desarrollo, añade.

Si nos tomamos en serio el cambio de políticas a través de la investigación basada en la evidencia, necesitamos darles mucho más protagonismo a los investigadores del Sur”.

Gilles Carbonnier

 
“Si nos tomamos en serio el cambio de políticas a través de la investigación basada en la evidencia, necesitamos darles mucho más protagonismo a los investigadores del Sur y dejar mucho más espacio para socializar [haciendo relevante] sus resultados en las comunidades donde trabajan”, dice a SciDev.Net.
 
El documento de política recopila opiniones de la comunidad de investigación para el desarrollo, recogidas mediante revisiones bibliográficas, discusiones en mesas redondas y cuestionarios enviados a los miembros de la asociación.
 
Los desequilibrios se establecen desde el comienzo de las colaboraciones, se afirma, con poco tiempo y dinero dedicado para reuniones y discusiones preliminares que ayuden a crear una visión compartida y garanticen la igualdad de intervención en el diseño e implementación de la investigación.
 
Las preferencias de los donantes por los temas teóricos y relevantes internacionalmente, y sus demandas para la rápida publicación de resultados en revistas de gran impacto afianza aún más la dominación del Norte, destaca el documento.
 
De otro lado, las instituciones de los países en desarrollo tienden a centrarse en temas locales e implicaciones prácticas, agrega.
 
Y la falta de acceso a la literatura científica hace que sea difícil para su personal producir con los altos estándares requeridos para la publicación en las revistas de más prestigio, señala.
 
Juntos, estos factores determinan que generalmente los investigadores del Sur se encarguen de poco más que el trabajo de baja categoría de recolección de datos, afirma el documento.
 
En él también se pone en duda el impacto de creación de capacidades de las alianzas Norte-Sur.
 
“Los proyectos de investigación aún tienden a favorecer el apoyo a los investigadores del Sur de forma individual, pero dejan de lado un apoyo institucional más amplio que es esencial para mejorar las capacidades de investigación autónoma de las instituciones del Sur”, subraya.
 
Una vez capacitados, esos investigadores generalmente se marchan a las instituciones del Norte o se convierten en consultores de las agencias internacionales de desarrollo, reduciendo aún más algún beneficio en el país objetivo, precisa.
 
Adrián Lavalle, especialista en ciencias políticas de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, cree que una razón principal por la que fracasan las alianzas Norte-Sur es la falta de fondos para construir redes académicas.
 
Para ser exitosas, las propuestas de proyectos deben presentar una red de socios que abarquen todas las regiones y disciplinas importantes, y tengan experiencias exitosas de trabajo conjunto.
 
Al financiar el desarrollo de redes “listas para la investigación”, los donantes podrían mejorar las opciones para una fructífera colaboración, indica.
 
Henning Melber, director emérito de la Fundación Dag Hammarskjöld, un centro mundial de reflexión política con sede en Suecia, dice que el aumento de la influencia científica de países en desarrollo como Brasil, China e India debería servir como una llamada de atención para que el Norte realice más esfuerzos para construir alianzas igualitarias.
 
Las instituciones del Norte corren el riesgo de ser dejadas de lado si no se vuelven más inclusivas, advierte, pues otros países en desarrollo pueden optar por fomentar relaciones de investigación con esas potencias emergentes, de las que se cree pueden entender mejor sus necesidades.
 
Enlace a: Alianzas de investigación Norte-Sur: ¿el mundo académico responde al desarrollo? (en inglés)
 
La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net