31/07/07

Sobrevuelan el Pacífico para estudiar cambio climático

The first flight of the TC4 mission Crédito de la imagen: NASA

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[SAN JOSÉ] Científicos de Costa Rica y Panamá, en colaboración con la NASA , lanzaron el pasado 17 de julio una misión aerotransportada que busca comprender el papel que juegan en el cambio climático las nubes y las tormentas en la región de los trópicos.


Los científicos utilizarán la información que recolecten para desarrollar modelos de cambio climático más certeros, que puedan ayudar a los gobiernos a tomar decisiones políticas mejor informadas.  


Más de 200 investigadores, entre ellos unos 30 científicos y estudiantes de la Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional de Costa Rica y el Instituto Meteorológico, están involucrados en el proyecto de un mes de duración que se desarrolla desde San José, Costa Rica.  


En la misión “Composición Tropical, Nubes y Acoplamiento Climático” (TC4), la NASA ha invertido US$ 20 millones. El Centro Nacional de Alta Tecnología de Costa Rica y la Universidad de Panamá, en Las Tablas, son los socios científicos del proyecto. 


“La buena ciencia se inicia con buena recolección de datos”, explicó  Paul Newman, científico de la misión y físico atmosférico del Centro Espacial Goddard de la NASA.  
Utilizando aviones que vuelan a alta y mediana altitud, la misión recolectará datos, al sobrevolar el este del Pacífico tropical.


La meta es estudiar la parte más baja de la atmósfera – entre los cero y los 15 kilómetros sobre la superficie terrestre – y la tropopausa, la capa que se encuentra entre la troposfera y la atmósfera superior (estratosfera)


Uno de los principales objetivos de la misión es analizar los cirros, unas nubes muy delgadas que se forman en la parte más alta de la atmósfera, especialmente en los trópicos.


Los científicos quieren saber cómo esas nubes retienen el calor que la superficie irradia de vuelta al espacio, explicó Newman a SciDev.Net.  


Los cirros forman una cobija que recubre el globo, pero el impacto de su efecto es desconocido. “Como no lo entendemos, ninguno de los modelos que simulan el cambio climático incluyen este fenómeno”, señaló  Newman.


Los aviones volarán hasta 15.000 metros de altura para medir la temperatura de las nubes y recolectar datos sobre la formación de partículas de hielo, la velocidad del viento y la estructura de las nubes en busca de dilucidar cómo se forman y por cuánto tiempo perduran los cirros.


La misión también estudiará el papel que juegan en los patrones del clima las dinámicas tormentas que se forman rápidamente en la región.


Más de 30 investigadores volarán hacia el corazón de esas tormentas para medir la temperatura, humedad, precipitación, velocidad del viento y concentración de gases en busca de comprender la actividad interna de las tormentas.


En tierra, un equipo costarricense juega un papel fundamental en el pronóstico del tiempo. Con el uso de globos meteorológicos y simulación computacional, predicen dónde se formarán las tormentas y las nubes.


Otros científicos en el equipo utilizan la información que recolectan los aviones para calibrar y validar las observaciones de varios satélites que estudian nuestra atmósfera.