18/07/12

Finalmente se otorgó polémico premio UNESCO de ciencia

La ceremonia del controversial premio se realizó sin la presencia del presidente Obiang Crédito de la imagen: Flickr/Embassy of Equatorial Guinea

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El Premio Internacional UNESCO-Guinea Ecuatorial a la Investigación en Ciencias de la Vida, financiado por Guinea Ecuatorial, —lo cual ha generado gran controversia— finalmente fue otorgado ayer (17 de julio) en París, luego de años de discusiones y postergaciones.

Cada uno de los tres ganadores del premio —de Egipto, México y Sudáfrica— recibió US$100.000 del vicepresidente de Guinea Ecuatorial Ignacio Milam Tang, en medio de especulaciones sobre si el presidente dictatorial del país y creador del galardón, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, asistiría en persona (no lo hizo).

El premio ha dividido profundamente a los estados miembros de la UNESCO —la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura— desde que fue propuesto por primera vez en 2008.

Varios países africanos y árabes han apoyado el premio diciendo que beneficiaría a la región, mientras los países occidentales han sido muy críticos debido el pobre desempeño de Obiang en materia de derechos humanos. Años de discusiones llevaron a repetidas suspensiones del premio hasta marzo de este año.

Bautizado originalmente con el nombre del propio Obiang, el premio “recompensa a individuos, instituciones u organizaciones por la investigación científica en ciencias de la vida que mejore la calidad de la vida humana”, según UNESCO.

Guinea Ecuatorial ha dotado al premio con US$3 millones por un período de cinco años, de los cuales la mitad se destina a los ganadores y la otra mitad para cubrir gastos de administración y selección.

Los ganadores son elegidos por la directora general de UNESCO, Irina Bokova, en base a recomendaciones de un jurado internacional.

Sin embargo, Bokova —que estaba en contra del premio, según una fuente de UNESCO— no asistió a la ceremonia.

El lunes, el ex embajador mexicano ante la UNESCO, Homero Aridjis —quien el año pasado fue signatario de una enérgica carta enviada a UNESCO, objetando el premio— escribió en una declaración que era una “vergüenza” para la organización ser “parte de un premio otorgado por el dictador africano que lleva más tiempo en el poder, que ha saqueado la riqueza de su país, ha mantenido a la mayoría de su población en extrema pobreza y que tiene un largo historial de abusos a los derechos humanos, represión de la libertad de expresión y corrupción”.

En una carta dirigida a Bokova la semana pasada, diplomáticos de Europa y Estados Unidos continuaron cuestionando la legalidad de la concesión del premio, y dijeron que era perjudicial para la reputación de UNESCO, “particularmente debido al origen de los fondos”, lo que según ellos no fue abordado por el comité ejecutivo de UNESCO.

Una coalición de grupos de derechos humanos, intelectuales y científicos hizo fuerte campaña para evitar la ceremonia, diciendo que el premio era un intento de Obiang para comprar credibilidad para su polémico régimen.

En su discurso durante la ceremonia, el director general adjunto de UNESCO, Getachew Engida, de Etiopía, dijo que el espíritu del premio es impulsar la colaboración entre comunidades académicas, científicas y tecnológicas.

Los ganadores fueron Rossana Arroyo, profesora mexicana, por su trabajo sobre enfermedades parasitarias; Felix Dapare Dakora, científico especializado en plantas (fitólogo), de Sudáfrica, por su trabajo en escasez de alimentos; y Maged El-Sherbiny, especialista en vacunas y diagnóstico, de Egipto, por su trabajo en enfermedades endémicas.