20/01/12

Cómo hablar a políticos sobre incertidumbres científicas

Crédito de la imagen: Flickr/Marco Bellucci

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La incertidumbre es parte de la ciencia, pero no una excusa para la indecisión. Chandrika Nath muestra cómo comunicar la incertidumbre a políticos.

Como científico, usted sabe que la incertidumbre es inherente a la ciencia. No todas las interrogantes se pueden responder con un 100 por ciento de certeza e, incluso, es ampliamente aceptado que las teorías pueden ser impugnadas por nuevas pruebas.

Pero quienes no son científicos —y aquí se incluye a la mayoría de diseñadores de políticas— son menos conscientes de ello. Por el contrario, los políticos buscan a los científicos para encontrar respuestas definitivas que los ayuden a tomar decisiones.

Por lo tanto, ¿cómo brindar a los diseñadores de políticas la información que requieren y al mismo tiempo comunicarles que la incertidumbre es consustancial a la ciencia?

Fuentes de incertidumbre

Los sistemas naturales son intrínsecamente variables. Sea en sistemas climáticos o en las reacciones humanas a nuevos medicamentos, la variabilidad puede hacer que las predicciones sean inciertas.

La medición de las cosas también conlleva incertidumbre. Ninguna medida es cien por ciento precisa: los instrumentos usados, la gente que toma las medidas y muchos otros factores inducen a imprecisiones y, por lo tanto, a incertidumbres.

Relacionado con ello está el error estadístico (y el diseño experimental). Por ejemplo, la incertidumbre en los ensayos clínicos está vinculada al tamaño de la muestra. Mientras menos gente esté participando, menor será el poder estadístico de brindar un resultado fiable.

Fundamentalmente, la incertidumbre también proviene de un conocimiento incompleto, particularmente en los sistemas complejos. Por ejemplo, no conocemos mucho sobre las nubes. Si bien ellas son importantes para determinar cuánta energía solar llega a la superficie de la Tierra, nuestro conocimiento incompleto introduce incertidumbre en las predicciones del cambio climático.

Se pueden reducir algunas incertidumbres recogiendo más o mejores datos. Pero la incertidumbre en sistemas naturales complejos, como el clima del planeta, significa que ninguna cantidad práctica de información brindará certezas. Nunca sabremos exactamente cómo será el clima dentro de tres semanas.

Clouds over the Tanjung Puting National Park, Indonesia

La incertidumbre puede surgir al lidiar con sistemas complejos como las nubes

Flickr/CIFOR

La incertidumbre genera indecisión

La incertidumbre hace avanzar a la ciencia y mantiene a los científicos buscando respuestas. Richard Feynman, físico del siglo XX, dijo una vez: “es mucho más interesante vivir sin saber, que tener respuestas que podrían estar equivocadas”.

Pero para los diseñadores de políticas, la incertidumbre es problemática, especialmente sobre opciones polémicas acerca del medio ambiente o la salud pública. A los diseñadores de políticas les gusta tener respuestas definitivas, algo imposible para la ciencia.

Así, mientras que la incertidumbre conduce a los científicos a la acción, a los diseñadores de políticas puede llevarlos a la indecisión. Estos, frecuentemente retardan la acción con la esperanza de eliminar las incertidumbres. Y a veces, los políticos usan la incertidumbre como una excusa para no tomar decisiones impopulares o costosas.

Quizá lo más importante que se deba comunicar a los diseñadores de políticas es que incertidumbre no equivale a ciencia errada. Por ejemplo, la vasta mayoría de científicos están seguros de que el cambio climático ya está ocurriendo, aunque siga existiendo incertidumbre sobre sus resultados exactos.

Para decirlo de una forma sencilla: “no lo sabemos todo, pero lo que sabemos ¿es suficiente para actuar?”.

¿Cuánta certeza se necesita?

La palabra ‘suficiente’ es el quid de la cuestión, y ser capaces de comunicar el nivel de incertidumbre en la información que vamos a presentar a los diseñadores de políticas es crucial. Es decir, hacer comprensible la incertidumbre es más útil que un simple “no sabemos”.

A veces tenemos una idea suficientemente clara de lo que podría ocurrir si se toma determinada decisión, y que tan probable sería el resultado. En estas situaciones use afirmaciones de probabilidad que respalden sus conclusiones.

Presente los resultados más probables y algunos otros diferentes. Por ejemplo, decir que, de los datos disponibles hay un X por ciento de probabilidad de que ocurra el resultado ‘A’ en los próximos cien años y un X por ciento de que ocurra el resultado ‘B’.

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) ha desarrollado una ‘escala de probabilidades’ que puede ayudar a enlazar las probabilidades con el lenguaje cotidiano. Cuando dicen que es “extremadamente probable que los humanos hayan ejercido una influencia sustancial sobre el cambio climático” lo que están diciendo específicamente es que hay “más del 95 por ciento de probabilidades” de que ese sea el caso.

Sin embargo, hay pruebas de que incluso si la gente conoce la escala de posibilidades, cada persona sigue interpretando las frases cualitativas a su modo. Por lo tanto, dé también los porcentajes reales.

Explique, de la forma más sencilla posible, donde radican las incertidumbres en las evidencias que está sustentando. ¿Cuáles son las limitaciones en el modelo que se ha usado?, ¿está basándose solamente en un pequeño número de estudios?, ¿con más investigación se podrían reducir algunas de las incertidumbres? Sea transparente acerca de los supuestos que se han hecho en cada caso, y sobre la calidad de la evidencia.

UN secretary-general Ban Ki Moon with a IPCC report

Los informes del IPCC usan una escala estimativa para describir las probabilidades

Flickr/United Nations Photo

Puede ayudar a la toma de decisiones si se presenta una serie de resultados que toman en cuenta acciones diferentes. Por ejemplo, respecto a los gases de efecto invernadero, los científicos del cambio climático presentan los resultados probables en caso de recortes severos, de recortes menores y sin recortes.

No todas las incertidumbres son cuantificables, especialmente cuando hacemos predicciones sobre el futuro que dependen de muchos factores desconocidos. No obstante, estas incertidumbres deberían ser reconocidas y tomarse en cuenta en los planes.

Los funcionarios que hacen planes para futuras pandemias preferirían prepararse para el escenario del cual están más seguros los científicos —habrá una pandemia viral en el futuro inmediato— aún teniendo en cuenta que el virus específico todavía no puede predecirse con exactitud. Por ejemplo, la pandemia de la gripe A1H1 mostró que los planes de emergencia no debían basarse tan solo en el conocimiento de la gripe aviar.

Influencias externas

La ciencia es solamente uno de muchos factores que los diseñadores de políticas consideran cuando toman decisiones; también tienen en cuenta el costo de la acción y cómo responderá el público.

Ya en la década de los setenta, los científicos estaban preocupados por las consecuencias del calentamiento global causado por el ser humano. Sin embargo, el primer acuerdo internacional para enfrentarlo no entró en vigor hasta 1997. La decisión política fue retrasada en parte debido a la incertidumbre científica.

Asimismo, las decisiones pueden variar entre personas y lugares, y los diseñadores de políticas que enfrentan niveles similares de incertidumbre pueden tomar decisiones muy diferentes. Por ejemplo, hay incertidumbres alrededor de la seguridad para el medio ambiente y la salud humana de los cultivos genéticamente modificados (GM), y la Unión Europea ha aprobado tan solo unos cuantos de ellos, debido en parte a que los estados miembros difieren en sus posiciones sobre la seguridad de la tecnología transgénica.

Pero en otros casos, los diseñadores de políticas han usado un enfoque diferente. Incluso a pesar de que continúa la incertidumbre sobre sus efectos a largo plazo, el algodón GM representa el 40 por ciento de todo el algodón que se cultiva en el mundo.

GM cotton

El algodón GM crece en todo el mundo, pese a las incertidumbres sobre su impacto en el largo plazo

Flickr/cliff1066™

Claridad sobre las incertidumbres

Los científicos tienen un escaso control sobre la manera en que los diseñadores de políticas usan sus resultados, pero aún así deben comunicar de manera clara y abierta cualquier incertidumbre sobre la información que presentan. Hacerlo ayuda a garantizar que las incertidumbres no sean minimizadas, exageradas o ignoradas por motivos políticos.

s importante ser honesto y transparente sobre los orígenes de la evidencia. Sin embargo, si está apasionado con un tema, no se centre solamente en los escenarios extremos. Trate de transmitir el rango de los posibles resultados.

Sea lo más neutral y objetivo que sea posible y permita que los hechos hablen por sí solos. No pinte un panorama de fatalidad y pesimismo o una imagen demasiado positiva si los datos no lo respaldan.

No se concentre demasiado en lo que no sabe a costa de lo que sí sabe: encuentre un equilibrio significativo entre ambos.

Tenga cuidado de no hacer declaraciones demasiado vagas durante el proceso de traducir la información científica al lenguaje que los diseñadores de política pueden entender. Evite usar frases como ‘incremento sustancial’ o ‘una pequeña reducción’, sin cuantificarlas. ¿Qué tan sustancial? ¿qué tan pequeña?

Sin embargo, puede haber lugar para la subjetividad, siempre que esté basada en la experiencia. A veces, si la incertidumbre no puede ser cuantificada de manera fiable, puede sintetizar las opiniones subjetivas de un grupo de expertos. Esto se conoce como ‘deducciones de los expertos’. Con frecuencia es usado para hacer predicciones relativas al cambio climático.

Todavía no entendemos cuál es el umbral de la temperatura para llegar al ‘punto de inflexión’ en el clima de la Tierra. Por lo tanto, una manera de arrojar luz sobre este tema es preguntar a los expertos su opinión sobre dicho umbral, basados en su familiaridad con los datos existentes. Pero cuando se les habla a los diseñadores de política sobre las incertidumbres se les debe indicar si están basadas en opiniones o en ciencia objetiva.

Hacer llegar el mensaje

Asegurarse de comunicar las incertidumbres en todos sus contactos con los diseñadores de política debería significar que, a través del tiempo, ellos estarán más familiarizados con el concepto, y más confiados sobre la toma de decisiones a pesar de la incertidumbre. Vea la guía para informar a los diseñadores de políticas (disponible en inglés y chino) de SciDev.Net para conocer más recomendaciones generales sobre este tema.

Por lo tanto, cuando articule mensajes para los diseñadores de políticas, asegúrese de incluir siempre algo acerca de lo desconocido, por muy tentador que sea omitirlo para hacer los mensajes potencialmente más interesantes.

Y trate de compartir con sus colegas lo que ha aprendido sobre comunicación de la incertidumbre para que otros científicos no ‘reinventen la rueda’. Considere dar una charla en su departamento o producir algunas pautas por escrito. Ofrézcase como mentor a colegas que están buscando hacer lo mismo. Finalmente, siga buscando las oportunidades de brindar más información. Después de todo, la práctica hace al maestro.

Chandrika Nath es consultora científica de la oficina parlamentaria de ciencia y tecnología del Reino Unido, donde también dirige un proyecto para ayudar a los parlamentarios africanos a encontrar formas de proporcionar a sus políticos información científica fidedigna.